Milagros Henríquez Ayala, de 15 y embarazada, y su hermana Siomara, de 13 años, salieron de Plan del Pino, en El Salvador, huyendo de la violencia de las pandillas, pero en México sufrieron abandono, maltrato verbal y psicológico, rechazo, hambre, desgaste físico y mental. Autoridades mexicanas y consulares las quieren regresar a su lugar de origen, pero ellas esperan que su madre viaje a Tijuana y las ayude.