Migrantes que entraron a la fuerza a EEUU ignoraron las advertencias de la policía mexicana: "Lo vas a perder todo"
TIJUANA, México. - Una manta colgada en una de las bardas perimetrales del albergue temporal instalado en la unidad deportiva Benito Juárez en la Zona Norte de Tijuana anunciaba concentración y marcha pacífica a la garita de El Chaparral, a partir de las cinco de la mañana, pero a esa hora, todavía con el fuerte frío de la madrugada, la gran mayoría de los integrantes de la caravana migrante dormía dentro de la instalación.
Afuera, algunos reporteros, fotógrafos y sobre todo elementos de la Policía Municipal montaban guardia por lo que se veía venir: una concentración masiva que se dirigiría a la zona del cruce fronterizo más grande entre México y Estados Unidos, situación que mantenía todas las expectativas puestas en lo que podría pasar luego de las amenazas que había lanzado el presidente estadounidense Donald Trump en sus redes sociales.
La espera se hizo cada vez más larga y no fue sino cuatro horas más tarde cuando comenzaron a salir los primeros migrantes a comprar un pan, hacerse de un café y esperar a las personas que les llevan algo de comida y tortillas para el almuerzo, lo que provocó que se hicieran dos largas filas en la calle aledaña al albergue.
Minutos después, las primeras banderas hondureñas y una de El Salvador, que habían sido pintadas a mano por los propios migrantes, comenzaron a ser ondeadas en señal de aliento para comenzar a concentrarse en la calle y caminar por su objetivo de ser escuchados por las autoridades en Estados Unidos para que les brinden el asilo y puedan ayudarlos.
“No somos delincuentes”
Al grito de “No somos delincuentes, somos trabajadores internacionales”, un grupo de alrededor de 500 personas integrantes de esta caravana –que desde el pasado 11 de noviembre se encuentran en Tijuana-, salieron con rumbo a El Chaparral, gritando también palabras gritos de aliento tanto para México, los mexicanos y Tijuana, por todo el apoyo que recibieron de su gente.
Una oración al cielo antes de continuar el camino y la bendición echada entre todos, fueron los elementos motivantes para que los migrantes se encaminaran por la calle Ingeniero Fernando Sánchez Ayala, agradeciendo a la gente durante todo el camino.
A pesar de que se trataba de un nutrido grupo de migrantes, se tenía el control de todos durante el trayecto que continuó hasta llegar al Puente El Chaparral, en donde inesperadamente los migrantes se encontraron con una barricada de puros elementos de la Policía Federal, quienes se encontraban resguardando el que lleva a la zona de cruce de las garitas.
Sin aspavientos, sin imprudencias y sobre todo guardando la calma, el grupo de migrantes fue paciente durante largos minutos que posteriormente se les hicieron eternos. El hecho de que no los dejaran pasar para continuar con su marcha comenzó a acrecentar los ánimos entre los manifestantes, quienes aprovecharon un descuido de los elementos federales para colarse entre ellos.
Esto generó un poco de caos y descontrol de la propia caravana, quienes eufóricos comenzaron a internarse por los diversos puntos que ocupan las instalaciones de la garita de El Chaparral, luego de algunos de ellos haberse enfrentado a golpes con la policía, lo que provocó que varios comercios aledaños cerraran sus puertas inmediatamente y que personas se apresuraran a salir o entrar a la misma garita.
Por un momento algunos de los migrantes ingresaron al cruce a contraflujo, pero sin éxito regresaron a la explanada, estaban desorientados porque realmente no sabían hacia dónde tenían qué dirigirse o cuál era la puerta de hacia Estados Unidos, situación que complicó aún más la labor de los policías por la gran dispersión de personas que se encontraban en toda la zona.
Sin embargo, los migrantes lograron dar con la garita de San Ysidro, ubicada a un costado de El Chaparral, por donde suele cruzar la gran mayoría de las personas a nivel mundial, y a donde se comenzaron a dirigir los migrantes que andaban totalmente desorientados.
Cierran cruce en garitas
En ese momento, a través de un altavoz que salía desde las instalaciones de la garita pero del lado estadunidense, autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), advirtió a las personas que tanto el cruce vehicular como el peatonal serían cerrados totalmente y de manera indefinida, por lo que pidió regresaran a sus casas.
La colaboraciones de las autoridades federales se hizo presente de inmediato y fueron los propios elementos de la Policía Federal quienes auxiliaron a los automovilistas para que pudieran despejar la zona en donde al final se levantó un ilustrativo muro mexicano para evitar el cruce de los centroamericanos.
“Vamos, vamos, al cruce peatonal”, alentaban unos cuantos personajes que se iban rezagando para alentar a los que se quedaban atrás, pero nuevamente sin éxito, derribaron unas mallas de triplay que se habían puesto en la zona donde se encuentra el ferrocarril de carga, sobre la misma zona federal, por donde comenzaron a internarse también los migrantes hacia territorio estadunidense y donde ya los esperaban una buena cantidad de agentes fronterizos y elementos del CBP.
Ahí se presentaron algunos hechos y confrontaciones en las que se vieron involucradas autoridades estadounidenses lanzando gases lacrimógenos hacia los migrantes, sin importar que hubiera niños pequeños entre ellos. Helicópteros del CBP y el Ejército estuvieron sobrevolando todo el tiempo en el área.
Cruzan el muro y Patrulla Fronteriza dispara balas de goma
Para desviarse de la confrontación, hubo quienes desde ahí se fueron caminando por la orilla de todo el muro fronterizo en dirección hacia el aeropuerto Internacional de Tijuana, principalmente del lado mexicano, pero unos cuantos también por el lado estadounidense.
A la altura de la colonia Libertad, parte alta, a unos cuantos metros de distancia de las garitas, el grupo fue interceptado por elementos de las policías Federal y Municipal de Tijuana, quienes pidieron insistentemente a los migrantes que se regresaran porque podía ser peligroso para ellos.
"Te van a chingar", "Te van a regresar a tu país", "No te arriesgues", "Lo vas a perder todo", "Amigo, no te expongas", fueron algunas de las frases que los elementos policiacos les dijeron incluso con cierta preocupación, luego de ver cómo elementos de seguridad de Estados Unidos les disparaban con balas de goma.
Pero no desistieron de su camino y unos metros más adelante fueron detenidos, esposados y llevados en camionetas por elementos de la Patrulla Fronteriza, quienes al final informaron que fueron 73 los detenidos por haber cometido la misma falta.
De regreso a la zona de cruce, el gran grueso de los manifestantes comenzó a concentrarse en el área de la canalización del río Tijuana, en donde se volvió a presentar un enfrentamiento en el que elementos de la policía estadounidense comenzaron a lanzar nuevamente bombas de gas lacrimógeno, acción que migrantes repelieron lanzando piedras hacia el lado donde se encontraban los agentes.
Ahí fue donde comenzaron a dispersarse nuevamente los migrantes, ante el inclemente malestar provocado por el gas y la presencia también de elementos de la Policía federal, quienes instaron a los migrantes a que regresaran al albergue o que se replegaran en otro sitio pero ya de manera calmada y sin aspavientos.
Algunas personas mujeres, madres y padres comenzaron a abandonar al contingente para regresar a la Zona Norte, luego de su infructuoso plan de cruzar a como diera lugar hacia territorio de Estados Unidos.
Durante este trayecto, algunos migrantes hondureños fueron agredidos por vendedores ambulantes que suelen ubicarse en los alrededores de la garita de San Ysidro, lo que generó una trifulca en la que incluso mexicanos entraron a defender a los centroamericanos, sin que pasara a mayores.
La policía de Tijuana anunció luego a través de un comunicado, que fueron detenidos 39 integrantes de la caravana migrante por causar disturbios, riñas, alterar el orden público y agredir a ciudadanos.
Un poco afligidos y consternados por toda la situación, el último grupo del contingente que había salido para manifestarse de forma pacífica, pero que después buscó cruzar hacia Estados Unidos a como diera lugar, decidieron regresar al albergue.
Durante el trayecto a las instalaciones, uno de los jóvenes dijo: “Gracias por todo México, gracias a todos los mexicanos que nos han ayudado, y discúlpenos, pero ahora nos toca intentar llegar a Estados Unidos y queremos lograrlo”.
Más tarde, el gobierno de México informó que deportará de manera rápida a los migrantes que lograron identificar de los que intentaron cruzar el muro con Estados Unidos por varios puntos de Tijuana.