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Abortos

El aborto, la 'papa caliente' de Trump que lo llevó a abandonar posiciones radicales de sus seguidores

Hasta ahora el rechazo a las restricciones al derecho al aborto del electorado ha sido claro y contundente, tanto en estados demócratas como republicanos y péndulo por lo que el expresidente y candidato presidencial republicano Donald Trump está haciendo todo lo posible por revertir el efecto de sus posiciones y acciones en contra del derecho al aborto.
Publicado 3 Sep 2024 – 08:39 AM EDT | Actualizado 3 Sep 2024 – 08:39 AM EDT
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Una de las mayores debilidades de Donald Trump de cara a las elecciones de noviembre deriva de su posición contra el derecho al aborto y su decisiva participación en el proceso que llevó a su retroceso en Estados Unidos, algo muy popular entre los más extremistas de sus bases. Pero ello resulta un obstáculo frente al electorado en general.

Ahora Trump posiciones y acciones en contra del derecho al aborto.

La nominación de tres jueces a la Corte Suprema, a quienes Trump eligió abiertamente con el objetivo de derogar la protección federal al aborto, fue clave para la existencia de un marco legal que permitió la imposición de fuertes prohibiciones al aborto en casi todos los estados donde el Partido Republicano está en el poder.

“Después de 50 años de fracasos, sin que nadie se le acercara, pude anular Roe v. Wade, para gran ‘conmoción’ de todos”, dijo Trump en su plataforma Truth Social después del fallo de la Corte Suprema: “Sin mí, el movimiento provida habría seguido perdiendo”.

El aborto: la 'papa caliente' electoral de Donald Trump

Hasta ahora, el rechazo a las restricciones al derecho al aborto del electorado general ha sido claro y contundente. Desde la derogación de Roe v. Wade todos los esfuerzos contra el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo puestos a la consideración de los votantes han sido derrotados.

Incluso en 2022, los votantes de los estados republicanos de Kentucky y Kansas rechazaron enmiendas que habrían establecido que sus constituciones no garantizan el derecho al aborto, y al año siguiente los electores de Ohio, un estado que votó por Trump en 2016 y 2020, aprobaron una enmienda constitucional protegiendo los derechos reproductivos de sus habitantes.

Esta situación ha llevado a Trump a moderar su posición, negándose a apoyar una propuesta nacional específica de prohibición del aborto para consternación de sus votantes y donantes más conservadores, diciendo que cada estado debería ser libre de adoptar su propia decisión frente al aborto.

Sin embargo, en una conferencia de prensa celebrada en Mar-a-Lago a principios de agosto, Trump se negó a descartar una revocatoria al a la mifepristona, uno de los dos fármacos más utilizados en abortos.

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A la pregunta de un periodista sobre si como presidente ordenaría a la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA) revocar el a la píldora, Trump respondió de forma críptica que "se podrían hacer cosas que... complementarían, por supuesto, esas cosas son bastante abiertas y humanas". "Hay muchas cosas que se pueden hacer desde un punto de vista humano además de eso", agregó Trump, quien en el debate con el presidente Joe Biden en junio había dicho que no bloquearía el al fármaco.

Para complicar aún más la situación, según una nueva encuesta del New York Times/Siena College conducida en agosto, un número creciente de votantes en los cruciales estados péndulo dice que el aborto es ahora el punto central para su decisión de voto, superando incluso a la economía en el importante grupo de las mujeres menores de 45 años.

El voto de Trump en la Enmienda 4 de Florida

Este año diez estados más someterán a la voluntad de electorado enmiendas constitucionales destinadas a proteger el derecho al aborto, incluida Florida, el estado de residencia de Trump y donde actualmente existe una prohibición después de seis semanas de embarazo.

Esto puso a Trump en la incómoda posición de tener que tomar partido sobre la aprobación o rechazo de la enmienda constitucional, presentada a los votantes como Enmienda 4.

"Creo que seis semanas es demasiado corto, tiene que haber más tiempo", le dijo a una periodista de NBC News. "Voy a votar que necesitamos más de seis semanas", añadió Trump.

Eso es exactamente lo que la Enmienda 4 propone, al decir que el aborto no puede ser prohibido, penalizado, retrasado ni restringido “antes de la viabilidad”, restaurando la situación en Florida a la que existía antes de la derogación de Roe v. Wade, algo que no es aceptable para la base antiaborto republicana.

Esa respuesta fue interpretada por muchos medios y analistas como un respaldo de Trump a la Enmienda 4, por lo que su campaña inmediatamente se puso en modo de “control de daños”.

"El presidente Trump aún no ha dicho cómo votará sobre la iniciativa de votación en Florida; simplemente reiteró que cree que seis semanas es demasiado poco”, dijo la secretaria de prensa de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, en una declaración a NPR.

Según una encuesta del Laboratorio de Investigación de Opinión Pública (PORL) de la Universidad del Norte de Florida, el 69% de los encuestados dijo que votaría a favor de la Enmienda 4.

La propuesta de Trump sobre la fertilización in vitro

Parte del giro de 180 grados de Trump en materia de derechos reproductivos es su estrategia respecto a la fertilización in vitro o FIV.

Este era un tema que había permanecido fuera de la controversia política hasta que la Corte Suprema de Alabama dictaminó en febrero que la FIV destruye la vida humana al igual que el aborto, prohibiendo el tratamiento, una posición popular en los sectores más extremos de la base conservadora evangélica que apoya a Trump, pero que ha sido muy impopular con el resto de los votantes.

“Lo que vamos a hacer es que para las personas que están utilizando FIV, que es la fertilización… el gobierno va a pagarla, o vamos a obligar a su compañía de seguros a través de un mandato a que la pague, lo que va a ser genial”, dijo Trump el jueves.

El costo promedio estimado por ciclo de FIV es de aproximadamente $12,000, según la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva.

Aunque republicanos electos como el senador Tom Cotton de Arkansas están diciendo que el Partido Republicano podría estar abierto a la propuesta de FIV de Trump, la propuesta de Trump rompe con las posiciones de los grupos antiaborto.

“Cientos de miles de embriones, cada uno de ellos tan plenamente humano como usted o yo, son creados y luego destruidos o congelados en procedimientos de FIV. Esas vidas son descartadas en un excelente ejemplo de lo que el Papa Francisco llama 'cultura del descarte'. Hago un llamado al presidente Trump para que dé marcha atrás a este plan de financiación de la FIV”, dijo en un comunicado la presidenta del grupo antiaborto ProLife Action League, Ann Scheidler.

Por su parte, los demócratas fustigaron la propuesta de Trump como un engaño en el que no se puede confiar.

“Las mujeres estadounidenses no somos estúpidas”, dijo el viernes la senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren en una conferencia de prensa organizada por la campaña presidencial de Kamala Harris, y calificando la propuesta de Trump como “humo y espejos”.

“Hacer promesas vagas sobre la cobertura de los seguros no impide que un solo juez extremista o legislador estatal prohíba la FIV”, agregó Warren, quien dijo que es necesario proponer una legislación federal que proteja el al tratamiento.

Los demócratas han recordado también que en junio, los republicanos en el Senado bloquearon un proyecto de ley que protegía el a la FIV de sentencias como la de la Corte Suprema de Alabama.

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