¿Adiós a los almuerzos largos en España?

¿Está a punto de cambiar para siempre el cronograma laboral español? Durante décadas, numerosos activistas se han quejado de la costumbre española de tomarse mucho tiempo a la hora de almuerzo. Según ellos, esto estaría impactando negativamente la vida de las personas, generando el hábito de salir más tarde del trabajo y cenar más tarde también.
Pero la semana antepasada se anunció lo que podría ser el comienzo del cambio: 110 entidades profesionales en Cataluña se han adscrito a un plan a fin de modificar el cronograma laboral en la región para 2025, recortando las horas de receso vespertino, de modo que los empleados acaben de trabajar más temprano.
De acuerdo a El Periódico de Cataluña, los niños comenzarían las clases a las 8:30 (en vez de a las 9 de la mañana). Por su parte, la jornada laboral sería de 8:30 a 17:30, con un receso para el almuerzo de una hora –y no de dos, como a veces sucede en algunos pueblos más pequeños– entre 13:30 y 14:30. A su vez, se establecería la cena a las 20:00 y el horario ‘prime’ de la televisión a las 21:00, en lugar de las 22:00.
Esto implicaría llegar más temprano a casa, pero a costa de una hora menos de descanso a mitad del día, la que algunos podrían haber usado para la siesta. Sin embargo, hay que decir que esta tradición ya está agonizando desde hace décadas en España.
Por cierto, también hay que aclarar que el tiempo de almuerzo que se toma la gente en España hoy varía muchísimo. En muchas ciudades pequeñas y áreas rurales las dos horas son comunes, pero en Madrid y Barcelona la gente suele tomarse una hora o menos.
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De todas maneras, un cambio de esa magnitud reestructuraría radicalmente las vidas comunes de las personas y abriría, con no poca controversia, una brecha (otra más) entre Cataluña y el resto de España, donde el gobierno nacional apoya cambios similares (ha adoptado también un receso más breve para las oficinas públicas), pero no ha fijado aún un cronograma en la práctica.
De acuerdo a quienes lo proponen, este cambio tendría una serie de consecuencias positivas para la salud y la calidad de vida de los catalanes. Por ejemplo, podrían irse a la cama más temprano. Los españoles, actualmente, duermen 53 minutos menos por día que su contraparte estadounidense (como promedio). El resultado es un cansancio acumulado día tras día, sin el debido tiempo para reposar.
A su vez, esto condensaría el día laboral y armonizaría las horas de España más bien con la norma de Estados Unidos, haciendo la vida más fácil a los trabajadores con negocios en otros países. A su vez, se reduciría el tráfico de la tarde.
Los horarios de trabajo en España, así como la siesta, tienen mucho sentido al entender la historia del país. Debido a las altas temperaturas veraniegas, los españoles debieron idear formas propias para lidiar con el calor en la época anterior al aire acondicionado. Cuando los hogares españoles y los trabajos no quedaban tan lejos, un largo descanso en la tarde era la manera de enfrentarse a las temperaturas de esas horas. Los trabajadores podían ir a casa a comer, luego cerrar las persianas de sus dormitorios y entregarse a un sueño reparador, esperando por las brisas más frescas de la noche antes de reanudar sus labores.
Pero, incluso si toda España migrara en 2025 hacia el modelo propuesto por Cataluña, habría aún otros factores alentando a los españoles a permanecer despiertos hasta tarde. Clave en esto es la errónea ubicación de España en la zona horaria. Durante la Segunda Guerra Mundial, Franco alineó los relojes de sus súbditos con el horario central europeo, para así simpatizar con sus aliados nazis, sacando al país de su hora previa, literalmente, la cual compartía con Portugal y las Islas Británicas.
Ya que casi toda España se ubica más al oeste que Londres, se torció el verdadero horario español: la puesta del sol ocurre una hora después de lo que normalmente lo haría en países de la misma latitud. Los españoles por ello necesitan esperar más que otros países europeos a que el día refresque, de modo que tuvieron que convertirse en amantes de la noche y así disfrutar la pausa tras el atardecer. No sorprende entonces que España esté en camino para volver a como eran las cosas antes de Franco.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.