El incierto futuro de la energía solar y de los miles de empleos que ha creado

La semana pasada se hizo vigente el arancel de un 30% que el presidente Donald Trump aplicó a los es solares importados. Los expertos de la industria están prediciendo que esto terminará costándole al EEUU unos 23,000 empleos solares sólo en 2018. Todavía hay mucha incertidumbre sobre la manera precisa en que el nuevo arancel impactará a las ventas domésticas de es solares y los empleos, pero GTM Research espera que desacelerará al mercado solar residencial en casi un 10% entre ahora y 2022. Eso podría afectar a la cantidad de empleos solares en el futuro, particularmente donde el taladro eléctrico da contra el techo: más de tres cuartos de los empleos en la industria solar de EEUU se encuentran en sectores del lado de la demanda tales como la instalación.
EEUU estaba disfrutando una tasa de crecimiento de un 168% en empleos solares desde 2010, según el reporte 2017 Solar Jobs Census ( Censo de Empleos Solares de 2017), el cual se publicó la semana pasada. En particular los afroestadounidenses han experimentado un aumento fuerte en cuanto a su participación en la fuerza laboral solar a lo largo de los últimos años; constituyeron un 7.4% de la fuerza laboral en 2017, comparado con un 6.6% el año anterior y con un 5.2% en 2015. Los latinos, por su parte, también son una parte importante de los trabajadores de este sector: en 2017 fueron un 16.8% de los empleados.
Sin embargo, los latinos tuvieron un leve descenso respecto a 2016. De hecho, los afroestadounidenses son los únicos que crecieron. La industria solar completa tuvo un descenso en empleos el año pasado al perder aproximadamente 9,800 empleos en comparación con 2016. Este fue el primer año en que el censo de empleos solares registró un descenso desde que empezó a monitorizar las cifras sobre los empleos en 2010. El incremento anómalo en empleos que se encontró entre los afroestadounienses es parcialmente impulsado por la lista cada vez más grande de jurisdicciones con grandes poblaciones negras que han adoptado políticas solares: estados como Nueva York, Nueva Jersey, Tennessee y Washington DC, según el reporte.
2014 | 2015 | 2016 | 2017 | Total (2017) | |
---|---|---|---|---|---|
Mujeres | 21.6% | 23.9% | 28% | 26.9% | 67,204 |
Latinos | 16.3% | 11.3% | 17.2% | 16.8% | 42,138 |
Nativo Americano o Nativo de Alaska | 1% | 1% | 2,582 | ||
Asiático | 7% | 8.70% | 9% | 8.4% | 20,958 |
Afroestadounidense | 6% | 5.2% | 7% | 7.4% | 18,527 |
Nativo Hawaiano | 1.3% | 1.2% | 2,948 | ||
Blanco | 73.6% | 73.7% | 184,545 | ||
Dos o más razas | 8.3% | 8.3% | 20,711 | ||
Veteranos | 9.7% | 8.1% | 9% | 8.6% | 21,599 |
55 o más años | N/A | 18.5% | 11.2% | 11.4% | 28,498 |
La depresión que se encuentra en el resto de la industria se puede atribuir al enfriamiento de proyectos solares en estados como California y Massachusetts, en donde la energía solar ya tenía un baluarte. Hubo un aumento en el desarrollo de la energía solar en 2016 cuando se presentó una especie de pánico sobre el vencimiento —programado para ese año— de los créditos fiscales federales en cuanto a la energía solar (luego el Congreso extendió dichos créditos fiscales).
Sin embargo, el mercado solar fue estremecido de nuevo en 2017 cuando dos empresas de fabricación de equipos para la energía solar —Suniva, la cual estaba en camino hacia la bancarrota, y SolarWorld Americas— presentaron una demanda a la Comisión de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés) de EEUU para que ésta ajustara los precios de los es solares importados mediante aranceles porque afirmaron que no podían competir. Esto fue lo que provocó la decisión de Trump en enero 2018 de aplicar el arancel, el cual fue basado en un fallo de la ITC en septiembre 2017 que estuvo de parte de las dos empresas.
La Asociación de Industrias de Energía Solar criticó esta decisión, diciendo que tal arancel no rescataría a estas dos empresas de energía solar de la bancarrota pero que sí “crearía una crisis en una parte de nuestra economía que ha estado prosperando”. Otras organizaciones de tendencia conservadora y que promueven el mercado libre se unieron a este sentimiento. Entre estas se encuentra el American Legislative Exchange Council. Karla Jones —directora del Cuerpo Especial para las Relaciones Internacionales y el Federalismo de esta organización— escribió lo siguiente antes de la decisión de la ITC:
Desde que Trump haya cumplido con la imposición del arancel, una gran pregunta ha sido si éste impactaría a los proyectos de escala urbana, particularmente con la expansión de avances en cuanto a la energía solar para las casas de bajos ingresos y la distribución compartida por la comunidad. ¿Además, ahora se aminorará el crecimiento fijo en empleos para los afroamericanos en centros urbanos debido al incremento esperado en el costo de los es?
Tal como notó la National Association for the Advancement of Colored People ( Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) con la inauguración de su nueva Solar Equity Initiative (Iniciativa de Igualdad Solar), las familias de bajos ingresos se gastan más del doble de sus sueldos netos en iluminar y calentar sus casas que las familias de clase media y de clase alta; y además, casi el 70% de los afroamericanos viven dentro de 30 millas de una central eléctrica que funciona con carbón. Esto significa que viven con la contaminación del aire de esas centrales. Expandir la industria y reducir los costos solares podrían ayudar a aliviar esos problemas.
Dado que el arancel sólo se hizo vigente la semana pasada, todavía es muy temprano para determinar el impacto que esto tendrá en los empleos solares ubicados en ciudades. La mayor parte de los costos de los proyectos solares está en la mano de obra, en los permisos y en la instalación, incluso con los sistemas en áreas de bajos ingresos. Normalmente el costo de los es es menos de un 15% del costo total de estos tipos de proyectos. Sin embargo, el futuro es de alguna manera incierta para las organizaciones que se han comprometido con extender la energía solar a las familias pobres.
Civic Works —organización sin fines de lucro en Baltimore— es una de las entidades que están luchando con este asunto. Acaba de completar la fase piloto de una nueva iniciativa solar que instaló es solares en los techos de 10 casas en varias comunidades de bajos ingresos, entre ellas Sandtown-Winchester, el vecindario en donde Freddie Gray —quien padecía de asma— fue arrestado antes de que luego fuera descubierto muerto mientras que estuvo bajo la custodia de la policía.
Un préstamo del Energy Initiative Loan Program (Programa de Préstamos para Iniciativas Energéticas) de la ciudad de Baltimore le dio a City Works el capital que necesitaba para cubrir todos los gastos iniciales de la instalación solar en las casas que está sirviendo. City Works recibirá ayuda adicional del crédito fiscal federal de un 30% que se otorga para proyectos de energía solar para recuperar algunos de esos gastos, y por lo general así es cómo los proyectos solares para personas de bajos ingresos se financian. Muchos de los trabajadores de esta organización sin fines de lucro son personas que han sido encarceladas y desempleadas. Sin embargo, en esta industria normalmente las organizaciones sin fines de lucro están operando con presupuestos con márgenes muy finos y no pueden costear aumentos de costos, incluso aunque sean menores.
“Nuestros suministradores nos han dicho: ‘no se preocupen, ya tenemos montones de es solares’, entonces no es algo que nos vaya a afectar inmediatamente, pero sí [nos afectará] en el futuro”, dijo Earl Millet, director ejecutivo de Civic Works. “Para terminar el proyecto que acabamos de hacer a finales de 2017, necesitamos que todo encajara perfectamente, y todavía tuvimos sólo un poco de espacio para maniobrar con la economía”.
“Es difícil de resolver el tema económico con cualquier proyecto solar, eso sí, y hacer esto con casas de bajos ingresos agrega una complejidad adicional. Pero es algo con lo que la gente está luchando, ya que dejar que un gran segmento de nuestra población pierda los beneficios de la energía solar sólo porque son residentes de bajos ingresos no debe ser aceptable”.
El verdadero impacto del arancel se sentirá en proyectos solares grandes con una escala como la de los servicios públicos, tal como los campos de es que quizás se encuentren en tierra no desarrollada o en un desierto, dijo Anya Schoolman, directora ejecutiva de Solar United Neighbors of DC (Vecinos Unidos por la Energía Solar de Washington DC). Solar United Neighbors ha estado luchando por extender la energía solar comunitaria y también ha lanzado un proyecto para colocar es solares en los techos de 220 casas de bajos ingresos en Washington, DC, sin costo alguno para los dueños.
"Los aranceles supondrán un problema, pero es una de las variables más pequeñas”, dijo Schoolman. “Tenemos muchas otras variables a considerar, tales como los costos de los permisos y los costos de la interconexión, los cuales son lo que cobran las compañías de servicios públicos. Estos temas terminan marcando una diferencia más grande”.
Sin embargo, no es insignificante el golpe propinado a los proyectos solares más grandes que tengan una escala como la de los servicios públicos. Según Schoolman, estos proyectos —algunos de los cuales ahora están suspendidos debido al arancel— sólo estaban empezando a competir con el carbón y el gas natural. El Censo de Empleos Solares de 2017 encontró que un 86% de las empresas solares encuestadas dijo que el arancel impactaría a sus empresas de manera negativa. Este análisis también reportó que un 78% de los desarrolladores de proyectos y un 70% de las empresas que realizan instalaciones reducirían sus actividades solares bajos las nuevas restricciones de comercio. Todo esto fue antes de que Trump impusiera el arancel. Desde entonces, un proyecto solar grande en Texas ha sido paralizado, según indica Utility Drive .
El arancel afecta directamente sólo a los empleos en la industria de fabricación, los cuales representan aproximadamente un 15% de la industrial solar. En comparación, el sector de las instalaciones representa aproximadamente a un 52% de la industria. Ni Millett ni Schoolman pensaron que el arancel tendría un impacto verdadero en los empleos de instalación en sus programas —por lo menos no inmediatamente—, a pesar de la posibilidad de que los precios de los es incrementen un poco. Tanto el sector de instalación como el sector de fabricación experimentaron pérdidas de empleos en 2017, según el Censo de Empleos Solares de 2017.
Stacey Danner —quien istró una empresa que financió es solares para las casas de bajos ingresos en Nueva Orleans después del Huracán Katrina— dijo que no entendía por qué Trump haría leña del árbol solar caído mediante este arancel.
“Si se está hablando de empleos y desarrollar la industria, entonces esta no es forma de hacerlo porque estás echando a trabajadores de negocios prósperos en una industria naciente”, dijo. “Ahora están empezando desde cero, lo cual los tendrá recibiendo la indemnización por el desempleo de nuevo y [colocarlos] nuevamente en las filas de los que reciben asistencia pública. Y yo pensaba que esto era lo que se suponía que las políticas de Trump iban a prevenir”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com