Elsa Ávila siguió el protocolo escolar para tiroteos activos. Además de cerrar la puerta y resguardar a sus alumnos, les pidio que no hicieran ruido. Pero mientras vigilaba, el atacante pasó disparando y hubo balas que atravesaron la pared y la puerta. Una de ellas le dio en el abdomen. En medio del tiroteo, sus alumnos de cuarto grado cuidaron de ella.