"Perdieron la inocencia ese día": maestra herida en el tiroteo de Uvalde cuenta cómo sus alumnos la salvaron
El pasado 24 de mayo, cuando un hombre entró disparando indiscriminadamente a la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, la maestra Elsa Ávila tenía a sus alumnos formados, listos para salir a realizar un proyecto de clase. Pero entonces escucharon los gritos de maestros y niños en aulas cercanas.
La maestra corrió, cerró las puertas de su salón de clase, el número 109, en donde enseña a uno de los grupos de cuarto grado.
El atacante "andaba por el pasillo y estaba nada más tirando, a la derecha y a la izquierda. En ese instante yo ya tenía a todos mis niños acomodados pero no alcanzaba a ver algunos", contó Ávila al Noticiero Univision. Es la primera vez que la mujer cuenta la pesadilla que vivió aquel día.
La maestra siguió el protocolo escolar para tiroteos activos. Además de cerrar la puerta y resguardar a sus alumnos, les pidio que no hicieran ruido. Pero mientras vigilaba hubo balas que atravesaron la pared y la puerta. Una de ellas le dio en el abdomen.
Doblada de dolor, la maestra quería velar por sus alumnos, pero no podía. "Yo trataba de darles ánimo, pero no podía hablar por el dolor. No me podía mover. Pero sí los escuchaba".
Fueron sus alumnos quienes la salvaron, asegura. Ellos la cuidaron, y le pedían por favor que se mantuviera despierta, que no se durmiera, que ellos estaban ahí con ella. Y le recordaban lo mucho que la querían.
"Esos niños perdieron su inocencia ese día. Vivieron algo terrible, que ningún niño debe vivir. Es lo que más me duele", dijo Ávila entre lágrimas.
Afortunadamente, ni la maestra ni ninguno de los alumnos de su clase fallecieron. Pero 19 niños y otras dos maestras de la escuela perdieron la vida.
Un informe publicado el pasado domingo por la Cámara de Representantes de Texas esbozó el caos en la respuesta policial frente al tiroteo de ese día y levantó aún más dolor y rabia entre los familiares de las víctimas, que siguen esperando respuestas y justicia.
Aunque el informe detalla que la mayoría de las más de 142 rondas que disparó el atacante ese día las descargó antes de que llegaran los uniformados, la investigación ite que "es plausible" que una mejor respueta policial podría haber salvado vidas. Los agentes esperaron 73 minutos antes de abatir al atacante, que estaba atrincherado en otra de las clases de cuarto grado.
En uno de los videos de los hechos se ve a un policía intentando abrir una de las puertas con una llave. Según Elsa Ávila, ese era su salón.
"Es mi salón y yo estoy allá dentro en ese momento, herida. Nadie entra, nadie dice ¡policía! ¿Hay alguien ahí? ¿Podemos ayudar?", dijo la maestra a Univision Noticias.
Ávila estuvo 26 días ingresada en un hospital de San Antonio. Ahora comienza para ella un largo proceso de sanación, no solo de sus heridas físicas, sino también emocionales.
No sabe si podrá volver a las aulas algún día como maestras. Tal vez, dice, "cuando los congresistas quiten esas armas de asalto, que nadie necesita tenerlas".
Ávila todavía no es capaz de procesar todo lo que vivió ese día, pero algo tiene muy claro: sus estudiantes fueron sus héroes.