La campesina peruana Máxima Acuña demanda a su país ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por no protegerla
La campesina activista ambiental Máxima Acuña demandó a Perú ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por no protegerla de violencia de género en medio del conflicto por territorios que mantiene con una gran empresa minera.
Acuña es reconocida internacionalmente por su lucha contra la entrada de la industria minera a los Andes y la conservación de la flora y fauna de Cajamarca. Por su labor, fue galardonada en el 2016 con el premio internacional Goldman Environmental Prize, el mismo que ganó también la activista hondureña Berta Cáceres, asesinada ese mismo año.
"Yo defiendo la tierra, defiendo el agua, porque eso es vida. Yo no tengo miedo al poder de las empresas, seguiré luchando por los compañeros que murieron en Celendín y Bambamarca y por todos los que estamos en la lucha en Cajamarca ", ha dicho la campesina cajamarquina.
Desde el 2011, Acuña y su familia han denunciado múltiples veces ser víctima de ataques por parte de la minera Yanacocha en Cajamarca (norte) desde el 2011.
"Esta violencia no solo ha sido reiterada sino que ha aprovechado la condición de mujer de esta ciudadana, habiéndose configurado como violencia de género en un contexto de conflicto socioambiental", informó la abogada de Acuña, Mirtha Vásquez, en un comunicado oficial.
En mayo de este año, la Corte Suprema de Perú ratificó un fallo que declara inocente a la campesina tras haber sido ella misma acusada de usurpar terrenos de Newmont Mining, en un revés a los esfuerzos de la firma estadounidense para construir una mina de oro de $5,000 millones. Sin embargo, las amenazas no han cesado.
Según las ONG Grufides y Demus, el gobierno peruano ha incumplido su deber de tutelar los derechos de Acuña. "Esperamos que la CIDH evalúe estas vulneraciones de derechos humanos sufridos por esta ciudadana campesina, en quien se han profundizado las secuelas ocasionando el deterioro de su salud física, psicológica y emocional", agregó.
De acuerdo con Vásquez, esta petición se realiza ante la CIDH luego de agotarse los procesos internos en Perú. La fiscalía de ese país archivó la denuncia por violencia de género que se presentó en abril de este año.
La lucha de Acuña comenzó en 2011, cuando el consorcio Yanacocha –integrado por la multinacional Newmont y la peruana Buenaventura– le pidió que dejara las tierras donde vivía, cercanas a unos depósitos de oro, para desarrollar el proyecto minero Conga. La compañía asegura haber adquirido esa propiedad a los comuneros y dice que busca el diálogo.
Sin embargo, Acuña denuncia que ella nunca vendió nada y que tiene los documentos para defender su territorio, con pastizales y manantiales de agua. Las escaramuzas y denuncias de agresiones entre ambas partes han sido constantes en los últimos años. A mediados de septiembre, Acuña denunció a Newmont por "abusos físicos y psicológicos" ante una corte del estado estadounidense de Delaware, donde la firma está registrada.