Viridiana Hernández: una mujer que mueve a los latinos a votar en Arizona

La ‘ley de odio’ lo cambió todo para Viridiana Hernández. Cuando en 2010 Arizona aprobó la norma SB1070, la que entre otras cosas permitió detener a inmigrantes indiscriminadamente cuando exista ‘sospecha razonable’, ya no pudo quedarse de brazos cruzados. Tenía 19 años. Hoy tiene 26.
“Antes pensábamos que si éramos buenos inmigrantes, estaríamos seguros. Pero la SB1070 implicó que esto ya no importaba”, dice Hernández, quien hoy es directora ejecutiva de la organización Center for Neighborhood Leadership, en Phoenix. “Las personas en el poder podían separar a mi familia, sin importar qué tan buenos fuéramos”.
Hérnandez es la mayor de siete hijos. Sus padres son indocumentados y sus hermanos son ciudadanos. Ella era la única nacida en México –luego logró el beneficio de DACA en 2012 y hoy tiene la residencia permanente desde 2015–, por lo que empezó a ir a las protestas, preocupada por su situación, la de sus padres y la de su comunidad.
“No les comentaba a mis papás que yo iba al Capitolio. Tenían miedo, porque ahí había policías”, recuerda Hernández. “No conocía a nadie ni a las organizaciones. Llegaba y preguntaba quiénes eran. El miedo no era tan grande como el miedo que tenía a perder a mi familia”.
Una de las cosas que rápidamente comenzó a notar fue la falta de presencia hispana en las posiciones políticas. Y empezó a trabajar para renovar la juntas escolares, para que estas tuvieran más latinos. Además, luchó por la ley Dream, a hacer clases para que mezclaban la enseñanza de los derechos con el inglés y, en 2011, a trabajar en elecciones.
“Phoenix es una ciudad de mayoritariamente de minorías, pero estaba gobernada principalmente por hombres viejos y blancos”, recuerda. “Comenzamos a hacer organización en las bases, puerta a puerta. Antes nadie iba a esas comunidades. La gente no votaba”.
Poco a poco comenzaron ganar puestos en el Concejo Municipal, hasta incluso conseguir un alcalde. “La diferencia fue el voto latino”, explica Hernández.
Hoy, como directora ejecutiva del Center for Neighborhood Leadership, sigue trabajando por influir en políticas públicas. Problemas no faltan. “En este momento nos preocupa mucho la criminalización. Y estamos viendo esto y la deportación como un gran problema”, dice Hernández. “Además, estamos trabajando en temas de gentrificación y desplazamiento en el sur de Phoenix”.
Y obviamente, le preocupa el contexto político actual. “Pero nosotros llevamos 23 años luchando contra Trumps en Arizona”, concluye Hernández. “Tenemos muchas lecciones, pero la más importante es que, quienes más son impactados, somos los que tenemos más poder. Si tenemos miedo, no les exigiremos a los políticos que hagan su trabajo”.