Ligia Guallpa: evitando el abuso de los jornaleros en las calles de Nueva York

Ella recuerda cuando conoció las paradas. Fue en 2008. Trabajando como voluntaria en una organización llegó a una de estas esquinas, donde hombres y mujeres, principalmente indocumentados, esperan que llegue gente a ofrecerles trabajos por el día. Se trata de empleos de limpieza y construcción, sueldos bajos, sin mayores garantías ni derechos. “Esto fue en una parada de mujeres, en Williamsburg”, dice Ligia Guallpa, hoy de 31 años. “Muchas de ellas trabajaban en las fábricas, hasta que cerraron y la parada fue su opción. Pero era una opción basada en la esclavitud”.
Guallpa empezó a escuchar sus historias, de abusos, de robo de salarios, de amenazas de llamar a Inmigración. “A través de ellas me di cuenta de lo que tuvo que hacer mi mamá para que yo tuviera una vida mejor”, dice. “Me empezó a dar rabia”. Pero de la rabia después surgiría el Workers Justice Project, iniciativa que intenta disminuir los abusos a los jornaleros en Nueva York.
Ella llegó a los diez años a Estados Unidos, desde una zona rural en Ecuador, donde sus padres escaparon de la crisis económica. “Crecí en El Bronx y fue un cambio total. Yo en el campo no veía ese tipo de violencia”, recuerda. “Ahora estábamos en un cuarto pequeño, no podíamos salir, mi padre me decía ‘cuídate hasta de tu sombra’”. En un momento se quemó su edificio y terminaron en el sistema de albergues para sin techo. Mientras tanto, su madre no paraba de trabajar para proveer a la familia.
Inspirada en ese esfuerzo, Guallpa decidió apoyar a los jornaleros. Con el Workers Justice Project empezó a informar, capacitar y asesorar a estos trabajadores, en su mayoría hispanos. “Pero lo más importante es crear un espacio donde ellos se pueden organizar, donde ellos puedan venir, sentirse cómodos, que ellos puedan decidir qué es lo que va a pasar, que se sientan respaldados”, dice Guallpa.
Por eso, crearon un centro de jornaleros en Brooklyn, un lugar que reemplaza la parada. Este espacio permite negociar de manera colectiva con posibles empleadores, garantizando mejores sueldos que en las esquinas de la ciudad. Además, ahí Guallpa y su organización entrega una serie de herramientas, desde cursos de capacitación en seguridad hasta apoyo legal cuando existe robo de salarios. Aquí, un grupo de trabajadoras de Apple Eco Cleaning, un servicio de lavandería en Nueva York sustentable que –gracias al trabajo de Workers Justice– hoy entrega salarios justos y tratos dignos a sus trabajadoras.
“Acá tomamos acción, los trabajadores confrontan al empleador, incluso ahora con el miedo a la migra”, explica Guallpa. “Esto es muy poderoso, porque estamos hablando de trabajadores que no están en un sindicato, pero que así pueden mejorar sus condiciones”.
Centros de trabajadores como este existen desde 1980 y ya hay alrededor de 143 en Estados Unidos, pero para Ligia Guallpa esto no es suficiente. “Eso es poco, sobre todo cuando la comunidad inmigrante está creciendo”, dice. “En tiempos de crisis, hay muchos empleadores que aprovechan el miedo para tomar ventajas. Se hace mas común que alguien robe salarios, por ejemplo, y espacios como este son santuarios”.
Además, le preocupan los cortes presupuestarios de parte del gobierno federal. En Nueva York, quien debe velar por los derechos laborales es el Departamento del Trabajo del estado, cuyos recursos provienen en un 80% del Capitolio en DC.
Lo que hace Guallpa –así como otros líderes que apoyan a los jornaleros– definitivamente tendrá una vital importancia para los indocumentados en la era de Trump. Pero, al menos, lo que está claro es que ella seguirá trabajando duro, como ya lo ha hecho hasta ahora. Su organización genera cada año 800 empleos que contribuyen con alrededor de 1,848,000 dólares en salarios y han sido parte activa de la recuperación de 108,000 dólares que empleadores se habían rehusado a pagar. “Acá se logra que ellos ganen en promedio 23 dólares la hora”, concluye Guallpa. “Acá buscaremos que se garantice lo más básico: el salario mínimo y digno, que te respeten, que te dignifiquen en tu trabajo”.