La experiencia de cada videojuego a veces es tan vívida que nos sentimos sumergidos en él. Muy a menudo nos pasará que el mundo real parece verse eclipsado por el virtual. No es que nos despeguemos de nuestro entorno sino que al adentrarnos en los mundos de cada videojuego es como si estuvieramos ahí, descubrimos nuevos lugares, sorteamos diversos peligros, conocemos culturas completamente diferentes y llegamos a sentirnos parte de él. Si le preguntas a cualquier gamer si le gustaría vivir en un mundo como el visto en los videojuegos te contestaría afirmativamente. Pero esto no solo es propio de la cultura gamer, tanto libros como películas y series de televisión muestran mundos y universos que llegamos a atesorar.