Volkswagen acumula problemas legales a ambos lados del Atlántico

Simón Gómez @simongomezv
Continúan los problemas legales de Volkswagen. El escandalo creado por el esfuerzo para encubrir ante las autoridades regulatorias estadounidenses el alto grado contaminante de sus motores diésel a través de trucos técnicos, le está creando un impresionante cúmulo de problemas legales a nivel mundial.
Estos son los dos últimos acontecimientos:
En Alemania Volkswagen AG acaba de ser demandada por un grupo de 278 inversionistas institucionales de todas partes del mundo, por la cantidad de 3,700 millones de dólares, de acuerdo a un reporte de Bloomberg. La querella, que fue interpuesta el pasado lunes ante un juzgado de la ciudad de Braunschweig, alega que Volkswagen no publicó información sobre el escándalo diésel de manera oportuna. Andreas Tilp, abogado del grupo de inversionistas le dijo a Bloomberg que sus clientes se habían visto obligados a interponer la demanda en virtud de la negativa de Volkswagen de tomar parte en la búsqueda de un acuerdo negociado así como por la insistencia del gigante automotriz alemán de no renunciar a la defensa por la eventual prescripción del caso.
Volkswagen reconoció en octubre pasado haber instalado un software que encubre el alto grado contaminante de sus motores diésel durante las pruebas llevadas a cabo por los organismos reguladores en los módulos computarizados de control del motor. Las acciones de Volkswagen han perdido el 16% de su valor en lo que va del año 2016. Al final del ejercicio fiscal del 2016, reservó una partida especial de 7,413 millones dólares a fin de hacer frente a las consecuencias financieras del escándalo causando su primera pérdida fiscal en más de 15 años.
Mientras tanto, Daniel Donovan, un antiguo gerente de descubrimiento electrónico en la consultoría jurídica de Volkswagen, está demandado a su antiguo empleador por despido injustificado y violación de la Ley de Protección de Denunciantes Internos de Michigan.
Donovan alega haber sido cesado en sus funciones por llamar la atención sobre la destrucción de material informático pertinente al escándalo diésel, según un reporte de Courthouse News Service. Según el alegato de Donovan Volkswagen, que el 18 de septiembre de 2015 había sido notificada por la Agencia de Protección Ambiental ( EPA por sus siglas en inglés) de la violación de la Ley de Aire Limpio, tenía la obligación legal de preservar toda la información relativa al caso, según una directiva de retención legal del Departamento de Justicia.
Donovan dice que el departamento informático de Volkswagen estaba decidido a no permitirle a dichos datos a los auditores externos independientes encargados de evaluar la situación, por lo que se avocó a la destrucción de los datos y documentos electrónicos hasta el día 21 de septiembre. Esto, a juicio de Donovan, constituyó una violación a la directiva de retención legal del Departamento de Justicia, lo que podría acarrear sanciones legales significativas, hecho del cual se rehusó a formar parte, por lo que reportó la situación a sus supervisores.