El curioso parásito que hace que sus portadores luzcan más atractivos
Aunque generalmente enfermarse deteriora la apariencia -al menos temporalmente- un parásito bastante común podría causar el efecto contrario en sus portadores: los hace más atractivos, revela una nueva investigación.
Se trata del toxoplasma gondii, un parásito protozoario capaz de infectar a todas las aves y mamíferos -incluyendo al 50% de la población humana mundial, sin que muchos lo sepan pues la enfermedad que causa -toxoplasmosis- no siempre presenta síntomas.
Cuando los hay pueden ser severos.
Se cree que este diminuto parásito es el responsable de una serie de desórdenes neurológicos como la esquizofrenia. Y una vez que se aloja en el organismo, prácticamente no hay manera de erradicarlo pues no se han descubierto curas o vacunas para combatirlo.
Lo que se desconocía hasta la fecha era que también podía alterar -para bien- la apariencia de sus portadores haciéndolos más atractivos ante los demás, conclusión a la que llegaron científicos de la Universidad de Turku (Finlandia) en una investigación publicada en PeerJ.
Según sus hallazgos, tanto hombres como mujeres infectadas con el toxoplasma gondii fueron considerados más atractivos y de apariencia más saludable al compararlos con los resultados de un grupo de personas no portadoras del parásito.
“Nuestros resultados sugieren que algunos parásitos de transmisión sexual, como T. gondii, pueden producir cambios en la apariencia y el comportamiento del huésped humano", dice el equipo.
¿Cómo concluyeron que los portadores del toxoplasma gondii eran más atractivos?
Para comparar al grupo de 35 personas infectadas con el de 178 individuos no portadores del toxoplasma gondii -todos estudiantes universitarios saludables- los investigadores usaron una serie de pruebas que abarcaron desde encuestas, mediciones físicas y evaluaciones visuales.
Encontraron que aquellos que tenían el toxoplasma gondii presentaban una ‘asimetría fluctuante facial’ mucho menor que la de los no portadores.
Se ha determinado que los rostros más simétricos (con menor asimetría facial) están asociados a mejor salud, genes más fuertes y rasgos más atractivos para los demás, explica un reportaje publicado en Science Alert.
Además, los científicos notaron que los infectados tenían un menor índice de masa corporal, se autopercibían como más atractivos y reportaron mayor número de parejas sexuales.
En otro experimento se pidió a 205 voluntarios que evaluaron las fotos de los rostros de los participantes del estudio y se vio que consideraron a los infectados como más atractivos y de apariencia más saludable.
Mejorar la apariencia de sus portadores ayudaría al parásito a reproducirse
Pese a que de entrada parezca completamente descabellado, esto, según los autores tiene sentido desde un punto de vista evolutivo pues favorecería la propagación del parásito que tiene el potencial de transmitirse sexualmente, aunque en humanos pasa en mayor medida mediante la ingesta de carne contaminada poco cocida, exposición a heces de gatos o de madre a hijo durante el embarazo.
“Si los parásitos disminuyen el atractivo y la salud de un huésped hasta tal punto que encontrar una pareja potencial se vuelve casi imposible y la supervivencia está muy comprometida, los parásitos pueden disminuir sus propias probabilidades de reproducirse y pasar a la siguiente generación”, argumentan los autores del estudio indicando que esto es especialmente relevante en organismos con potencial de transmitirse por vía sexual como el toxoplasma gondii.
El cómo logra modificar la apariencia es todavía una interrogante, pero se manejan varias hipótesis.
Es posible que el toxoplasma gondii tenga la capacidad de alterar ligeramente el fenotipo de su huésped mediante la manipulación de sustancias químicas del cuerpo como neurotransmisores y hormonas, argumentan los investigadores.
Hay evidencia previa de que los hombres infectados por el toxoplasma gondii tienen niveles de testosterona más elevados que sus pares y que las mujeres portadoras tienen niveles menores que las no portadoras.
Un estudio en animales encontró que las ratas hembra preferían como parejas sexuales a los machos infectados con el parásito.
Los autores aclaran que se desconoce si esto es producto de la infección causada por el parásito o de la deliberada manipulación del toxoplasma gondii para reproducirse. Recalcan que es necesario investigar mucho más.