Cada vez mueren más adultos jóvenes en EEUU: los hispanos no son la excepción

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Lejos de aumentar con los avances de la ciencia y el progreso, la no hay una única causa a la que se puede atribuir esta tendencia, revela un demoledor reporte publicado en el Journal of the American Medical Association este martes.
Las llamadas “ muertes de desesperación”-aquellas por sobredosis, adicciones o suicidio- son apenas uno de los factores que están aumentando la tasa de mortalidad y reduciendo así la expectativa de vida para los estadounidenses con edades entre 25 y 64 años que, se supone, deberían estar en sus años más productivos. La obesidad, las enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y enfermedades pulmonares crónicas también han contribuido a esta tendencia.
Es una de las preocupantes conclusiones a las que llegó la investigación que hizo un exhaustivo análisis de la data de mortalidad en EEUU durante las últimas seis décadas.
“Se supone que la mortalidad debería estar disminuyendo, como ocurre en otros países. El hecho de que ese número esté aumentando indica que algo está terriblemente mal”, dijo al Washington Post, el autor del reporte e investigador principal del estudio, Steven H. Woolf, director del Centro de Sociedad y Salud de la Virginia Commonwealth University.
En promedio, el incremento de la tasa de mortalidad entre 2010 y 2017 para las personas de todas las razas en edad laborable (25 a 64 años) fue del 6%. La cifra representa casi el 30% de los adultos con edades entre 25 y 34 años.
Entre 1959 y 2016 la expectativa de vida de los estadounidenses pasó de 69,9 años a 78,9 años. Pero en 2014 la tendencia comenzó a revertirse hasta caer a 78.6 en 2017. La de los hispanos es mayor, pero también se redujo: de 82.1 a 81.8.
Otros reportes habían advertido sobre el progresivo descenso de la expectativa de vida en EEUU, pero este es el primero en analizarlo más exhaustivamente, llegando incluso a identificar patrones geográficos.
Encontraron, por ejemplo, que Ohio, Pennsylvania, Kentucky e Indiana tuvieron un impacto desproporcionado en el aumento de las muertes prematuras, a pesar de que representan menos del 11% de la población del país. El declive económico de esos estados en la última década, con cierre de fábricas de manufactura y aumento del desempleo, podría explicar el aumento de la mortalidad en esas áreas según los autores.
“Hay algo fundamental sobre cómo la gente se siente en determinado nivel, sea económico, estrés o por deterioro familiar. La gente se siente peor sobre sí misma y sobre su futuro y eso los lleva a conductas autodestructivas y no promotoras de salud”, dijo al Washington Post Ellen Meara, profesora del Instituto de Salud Pública de Dartmouth.
Los hispanos viven más que el resto, pero menos que antes
Los hispanos viven más tiempo que los blancos y afroamericanos en EEUU, pero también sufren un retroceso en sus expectativas.
Tras años en descenso, la tasa de mortalidad para los adultos hispanos comenzó a aumentar en 2011 impulsada por enfermedades hepáticas asociadas al consumo de alcohol, desórdenes mentales y de abuso de sustancias, señala el reporte. El incremento se vinculó a 12 causas en total, entre las que destacan:
- Obesidad: las muertes por esta causa aumentaron en 106.6%
- Sobredosis: las muertes por esta causa aumentaron en 80%
- Enfermedades metabólicas: las muertes por esta causa aumentaron en 60%
- Cáncer de hígado: las muertes por esta causa aumentaron en 41.8%
- Enfermedades hipertensivas: las muertes por esta causa aumentaron en 40.6%
- Suicidio: las muertes por esta causa aumentaron en 21.9%
Aunque estos incrementos son muy significativos, siguen siendo menores que los promedios que incluyen a todos los grupos raciales.
Para todos los adultos de edad media, las sobredosis fatales, por ejemplo, subieron en casi 387% entre 1999 y 2017. La obesidad en 114% y las muertes por hipertensión en casi 79%.
De todas formas, el que los hispanos y otros grupos raciales como los asiáticos, que se creía eran ajenos al declive en la expectativa de vida, estén afectados dice mucho del problema según recalcan varios expertos.
“Por mucho tiempo consideramos que los asiáticos e hispanos eran quienes sostenían la antorcha para todos los estadounidenses. Esos dos grupos eran considerados como los más saludables desde hacía tiempo, pero ahora la mortalidad ha dejado de mejorar para ellos”, dijo a Newsweek Peter Muennig, profesor de la Universidad de Columbia, que no participó en el estudio.
“Esto ya no se limita a los blancos de edad mediana”, advierte al New York Times, Ellen R. Meara, profesora de salud pública de la Universidad de Dartmouth. “El hecho de que sean tan extendido e involucre tantas causas de muerte dice que hay algo mucho más grande ocurriendo en este país”.