Los pendientes de Peña Nieto dos años después de su decálogo contra la impunidad en México
Este lunes, a dos años de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunciara un decálogo para enfrentar la inseguridad en el país tras la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, entró en funcionamiento una de las medidas que propuso, la de unificar el número telefónico de emergencias a la marcación del 911.
El 27 de noviembre de 2014, cuando Peña Nieto anunció esa serie de medidas en un discurso titulado ‘Por un México en Paz con Justicia, Unidad y Desarrollo’, el mandatario declaró que la desaparición de los estudiantes en el municipio de Iguala evidenció que México tiene graves problemas.
“Los lamentables hechos de Iguala han exhibido que México tiene rezagos y condiciones inaceptables por vencer. Estos hechos de violencia nos exigen redoblar los esfuerzos para lograr la vigencia plena del estado de derecho”, dijo durante su discurso.
No obstante, de acuerdo con expertos en política y seguridad mexicana, la puesta en marcha de una de esas propuestas dos años después evidencia los grandes pendientes de lo que se planteó que aún están lejos de verse materializados.
Para Gustavo López Montiel, doctor en Ciencia política del Instituto Tecnológico de Monterrey, el contexto en el que se dieron esas propuestas por parte del presidente es totalmente distinto al actual, donde el mandatario tenía, hasta cierto punto, presencia e influencia con respecto a los grupos que decidían el contexto de la política pública y la elaboración de leyes.
“Todavía hay un conjunto de condiciones donde el decálogo dado por el presidente se queda corto. Él ha dado más decálogos, uno por el combate a las drogas, donde retomó unos aspectos del primero. La falta de acuerdos en el contexto político ha evitado que estos operativos se logren realizar”, señaló el experto.
De esas medidas planteadas, la única que se ha logrado instrumentar, de forma parcial, es la que este lunes comenzó a funcionar. 16 de un total de 32 estados de México comenzaron a operar el número telefónico 911 para atender situaciones de emergencia, para solicitar los servicios de la policía, protección civil, bomberos, ambulancias o Cruz Roja.
Sin embargo, la medida solo entra en operación en los estados de Baja California, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Tlaxcala, Puebla y Zacatecas. En el resto de los estados el 911 entrará en operación el 9 de enero de 2017.
Otra medida propuesta en 2014 fue la creación de una clave única de identidad, anunciada por Peña Nieto para “tener un registro confiable de la población y dar mayor certeza de los actos jurídicos”. Pero la iniciativa ha tenido problemas para ver la luz debido a una serie de obstáculos y según estimaciones, se hará realidad hasta finales de sexenio.
Ese año se anunció también un conjunto de acciones para proteger los derechos humanos por medio de la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Desaparición de Personas; para que, cuando sucedan ese tipo de casos, las investigaciones sean oportunas, exhaustivas e imparciales. No obstante, hasta la fecha, la iniciativa sigue estancada, en espera de su discusión en el Congreso.
Existen otras medidas en materia de seguridad como el combate a la corrupción con la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, la que, hasta la fecha, aún se discute el presupuesto que se le dará en 2017 para su puesta en marcha.
Aunque faltan dos años para que Peña Nieto termine su mandato, la realización de varias de sus propuestas se pronostica aún lejanas debido a que, según detalló Montiel, los partidos políticos no están dispuestos a discutirlas.
“El resto de los temas que requieren de una discusión política los partidos no están dispuestos a darla, a pesar de los incrementos en los índices de violencia o del crimen, que se han elevado en 2016. La implementación del número de emergencia es lo más fácil que se pudo haber logrado”, señaló.
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