Republicanos frenarán el voto en el Senado para aprobar el paquete de estímulo que incluye cheque de ayuda
El Senado comenzó a debatir este jueves el ambicioso pandemia del coronavirus en EEUU.
La vicepresidenta Kamala Harris tuvo el voto decisivo (51-50) para que empezara el debate.
Acto seguido, el senador Ron Johnson, republicano por Wisconsin, pidió que se le dé lectura al proyecto de ley de más de 500 páginas, lo cual probablemente prolongue el debate hasta el fin de semana.
"Me siento mal por los empleados que tendrán que leerlo, pero es importante", dijo Johnson. "Con frecuencia, le damos una lectura apresurada a proyectos de ley gigantescos con cientos, o miles de páginas. Empiezas a considerar algo sin siquiera haberlo leído. Como mínimo, alguien debe leerlo, y esto le dará tiempo a todos".
EL debate comenzó un día después de que los demócratas acordaran entre ellos limitar los pagos de 1,400 dólares a los estadounidenses con mayores ingresos contemplados en el paquete de estímulo.
El trámite no promete ser ni fácil ni rápido. Los republicanos en el Senado, que consideran sumamente costoso el paquete, ya habían advertido que se tomarán su tiempo para revisar a fondo el plan.
Además, se espera que los senadores del llamado Viejo Gran Partido (GOP, por sus siglas en inglés) presenten una avalancha de enmiendas al plan original que, aunque no aspiran que sean aprobadas, tendrán el efecto de retrasar todavía más la marcha del debate.
Mitch McConnell, el líder de la minoría republicana, también ha prometido una batalla frontal contra la propuesta de los demócratas, señalando que es "excesivamente costosa" y en gran medida "plantea cuestiones no relacionadas" con el problema de la pandemia.
A juicio de los republicanos, es demasiado pronto para aprobar un nuevo plan de estímulo, dado que todavía se están desembolsando los fondos del anterior, aprobado en diciembre.
La propuesta del presidente Biden incluye cheques de $1,400 para los contribuyentes estadounidenses, extenderá hasta agosto el subsidio por desempleo, incrementará los créditos fiscales por niños e inyectará fondos a empresas, gobiernos locales y estatales.
Además contempla un apoyo de $130,000 millones para ayudar a reabrir completamente las escuelas y universidades, asignar $30,000 millones para ayudar a los inquilinos y propietarios a superar las pérdidas económicas y $160,000 millones para el desarrollo, distribución y necesidades relacionadas con las vacunas, entre otros.
Presionado por demócratas moderados, Biden aceptó hacer modificaciones a su plan original para garantizar que los fondos federales vayan específicamente a las familias más necesitadas.
Ningún republicano respaldó el plan cuando la Cámara de Representantes lo aprobó el pasado fin de semana.
Para contrarrestar la estrategia republicana, los demócratas aprovechan que el plan cuenta con gran popularidad, de acuerdo con varias encuestas, para destacar que los republicanos están posponiendo que las familias reciban ayuda, los estados los recursos para combatir el coronavirus, y los fondos para garantizar una reapertura segura de las escuelas.
Uno de los principales puntos de fricción había sido la inclusión en el proyecto de una subida del salario mínimo federal de los actuales 7.25 dólares la hora a 15 dólares la hora, una promesa electoral que Biden que es exigida por el ala más progresista del partido.
Sin embargo, los servicios jurídicos del Senado informaron la semana pasada que la medida no puede aprobarse usando el proceso de reconciliación que están empleando para lograr que el paquete de ayuda (que solo exige una mayoría simple de 51 votos) porque no cae dentro de las previsiones presupuestarias que contempla las reglas de la cámara.