Los diez vertiginosos días de Anthony Scaramucci en la caótica Casa Blanca
¿Caos, qué caos? Para Donald Trump no hay nada que pueda ser llamado así en sus siete meses al frente del gobierno. Solo que la alta rotación de personal en la Casa Blanca indica otra cosa, como el presidente, hombre de negocios, debe saber (sobre todo cuando se produce en los más altos niveles de la gerencia).
El 21 de julio Anthony Scaramucci hizo su primera presentación ante los medios en la que desplegó sus mejores armas de seducción y, pese a que su cargo era director de comunicaciones, lució como el hombre que vendría a imponer cierto orden en el equipo presidencial.
Apenas diez días después, el lunes 31, el hombre que el propio Trump trajo desde Nueva York estaba fuera, sacado del equipo por un respetable general de marines, John Kelly, recién nombrado jefe de gabinete de la presidencia.
Fue un paso fugaz, pero que como un terrible temporal, dejó varias víctimas en el camino: el jefe de gabinete, Reince Priebus; el portavoz del presidente, Sean Spicer y Michael Short, un miembro del equipo de prensa que renunció el 25 de julio de 2017 tras enterarse por medios que el nuevo director de comunicaciones pensaba despedirlo para detener las filtraciones que plagan la Casa Blanca.
En ese ínterin, Scaramucci, quien se ufanaba de no responder a Priebus, ascendió a Sarah Huckabee a secretaria de Prensa y reestableció las ruedas de prensa televisadas diarias, una costumbre que había sido alterada por Spicer.
Finalmente, quien parecía perfilarse como uno de los favoritos de Trump, dio una extraña entrevista con efecto retardado que parece haber marcado su suerte.
“Lenguaje inaporopiado”
El jueves 27 Scaramucci llamó a Ryan Lizza de la revista The New Yorker molesto después de que éste publicara que Scaramucci había cenado esa noche con el presidente, la primera dama, el presentador de Fox News Sean Hannity y el exejecutivo de Fox News Bill Shine.
Quería saber quién le filtró la noticia de la cena, porque la cruzada que se autoimpuso el exbanquero era detener las filtraciones que han mantenido a la Casa Blanca contra las cuerdas desde que empezó el gobierno de Trump.
Pero el flamante director de comunicaciones usó un lenguaje extremadamente grosero, y se refirió en términos peyorativos a varios de sus colegas dentro del gobierno, particularmente a Priebus y el estratega jefe Steve Bannon.
La portavoz Huckabee indicó este lunes que “el presidente sintió que los comentarios de Anthony fueron inapropiados para una persona en esa posición” y aseguró que Scaramucci decidió dejar el camino abierto para que Kelly conforme el equipo de trabajo a su mejor parecer.
Fuentes de la Casa Blanca han indicado a varios medios especializados que Kelly estaba en desacuerdo con la manera como se comportó Scaramucci, que no confía en él, y que por eso le pidió la renuncia.
Eso concuerda con el hecho de que apenas el viernes pasado Huckabee había minimizado el incidente asegurando que se trataba de un “tipo apasionado” que había usado un “lenguaje colorido”.
El “mini” Trump
Pero se fue Priebus, llegó Kelly y terminó saliendo Scaramucci, el director de comunicaciones de más breve estada en el cargo y sin duda el de más alto perfil en un puesto cuya función es diseñar las estrategias de comunicación tras bastidores, no practicarlas ante las cámaras.
Muchos vieron en Scaramucci un portavoz rimbombante con un estilo muy parecido al de su jefe Donald Trump. Incluso algunos medios, un poco en broma y un poco en serio, lo calificaron del “mini me” del presidente, por su gestualidad, tono y hasta la exactitud con la que repetía frases de su jefe.
“Vamos a ganar tanto que te vas a cansar de ganar”, dijo Scaramucci en una entrevista con CNN la mañana del miércoles, repitiendo literalmente y sin dar el correspondiente crédito lo que dijo el entonces candidato Trump en un evento en Montana en mayo de 2016.
Una teoría que consideran algunos es que Scaramucci era tan parecido a su jefe que éste habría pensado que no era buena idea tener a un subalterno robándole la escena.
Por eso el presidente no habría hecho una gran defensa ante Kelly para mantener al hombre que sacó de sus negocios para protagonizar un episodio más en la caótica novela que está siendo la Casa Blanca.
Continuará…