Como Caín y Abel: las filtraciones de la Casa Blanca enfrentan a dos de los principales asesores de Trump

Lleva menos de una semana en su trabajo y ya el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, es protagonista de un choque fratricida.
Scaramucci, ha cargado en público contra quien supuestamente es su superior, el jefe de gabinete, Reince Priebus, sugiriendo al presidente Donald Trump que escoja entre uno de los dos.
"Si quiere hablar sobre el jefe de personal, hemos tenido choques. Hemos tenido diferencias. Cuando dije que éramos hermanos desde el podio, eso es porque lo somos ... algunos hermanos son como Caín y Abel ", dijo Scaramucci la mañana del jueves en CNN, refiriéndose a los hijos de Adán y Eva, uno de los cuales mató al otro en un ataque de celos según cuenta la historia bíblica.
Se hablaba de que Scaramucci y Priebus o se soportaban el uno al otro, pero hasta el miércoles por la noche habían aparentado cordialidad. Scaramucci aireó su rencilla con un tuit envenenado contra Priebus en el que sugería que había hecho una filtración dañina contra él.
A Scaramucci le molestó un artículo de Politico en el que se revelaba la información su información financiera, obtenida de un documento que los funcionarios públicos deben rellenar por ley.
El formulario muestra que Scaramucci tiene activos por valor de hasta 85 millones de dólares. También revela que ganó $5 millones en sueldo entre enero de 2016 y el final de junio, y otros $4.9 millones por su participación en la empresa de inversiones SkyBridge Capital, que él fundó.
"A la vista de la filtración de mi información financiera que es un crimen aré al @FBI y el @TheJusticeDept #pantano @Reince45 "
El tagueo de Reince Priebus fue visto por muchos como una acusación, como destacaron de inmediato varios destacados periodistas. En realidad no hubo ninguna filtración como reveló la periodista de Politico Lorraine Woellert, que dijo haber obtenido la información solicitándola al Banco de Exportaciones e Importaciones, el organismo público en el que Scaramucci trabajó entre junio y la semana pasada cuando fue fichado por Trump para el puesto de director de comunicaciones.
Scaramucci borró el tuit pero esta mañana llamó por teléfono a CNN para explicarlo y pareció dar a entender que el presidente tendrá que elegir entre él y Priebus, a quien algunos ven como el promotor de algunas de las filtraciones a la prensa que han hecho daño a Trump.
Aunque su título es el de director de comunicaciones, Scaramucci ha asumido de manera oficiosa el papel de policía de las filtraciones, a las que Trump le ha declarado la guerra, algo que entra mas en la esfera de un jefe de gabinete. El lunes dijo que la manera en que iba a acabar con las filtraciones era "despidiendo a todo el mundo".
En su entrevista con CNN, Scaramucci dijo que recae sobre Priebus la carga de probar que no es culpable. "Otros hermanos pueden luchar entre ellos y llevarse bien. No sé si esto es reparable o no, eso dependerá del presidente. Él (Priebus) es el jefe de gabinete. Él es responsable de entender y descubrir y ayudarme a hacer eso en la Casa Blanca, que es por lo que publiqué el tuit anoche".
"Si Reince quiere explicar que no es un filtrador, que lo haga", continuó. "Pero déjame hablarte de mí. Yo no me ando con rodeos y voy a ir directamente al centro de la cuestión".
Por ahora Priebus no se ha pronunciado. El viernes pasado, el jefe de gabinete Priebus se opuso de manera tajante a la contratación de Scaramucci, pero ambos trataron de aparentar que no había roces entre ambos. El exsecretario de prensa Sean Spicer también se opuso a la contratación de Scaramucci y ofreció su renuncia una vez que la movida se hizo oficial.
Otros empleados del Ala Oeste cercanos a Priebus como la exvicejefa de gabinete Katie Walsh y el exsubsecretario de prensa Michael Short, también han abandonado la Casa Blanca en la última semana.
Por ahora , pocos empleados del equipo de comunicaciones parecen tener su puesto asegurado. Entre los pocos a los que Scaramucci ha dicho que mantendrá se encuentran Hope Hicks, directora de comunicaciones estratégica y protegida del presidente; Dan Scavino, director de redes sociales y junto con Hicks uno de los más veteranos en el equipo de Trump; y Sarah Huckabee Sanders, la nueva secretaria de prensa que sustituyó a Spicer.