¿Cómo obtener un empleo en la futura Casa Blanca de Donald Trump?

Para este Año Nuevo, el equipo de transición de Donald Trump habrá recibido cerca de 300,000 aplicaciones para llenar los 4,000 empleos que marcan el inicio del nuevo gobierno; una de las tareas más extenuantes y difíciles de manejar para la nueva istración republicana.
El equipo del presidente electo debe llenar cargos claves y de alto perfil, como sus asesores más cercanos, pero al mismo tiempo debe seleccionar 1,054 posiciones que requieren confirmación del Senado, como las que corresponden al gabinete, embajadas, y otras oficinas federales.
Otros 525 cargos de prioridad, son los asesores en temas de seguridad nacional y económicos que forman parte del equipo que asesora directamente al presidente, que son escogidos con pinzas para entrar en la Casa Blanca.
El equipo de transición debe seleccionar también 680 ejecutivos de alto nivel para liderar las agencias de gobierno y 1,392 expertos en políticas públicas. Finalmente 464 cargos están relacionados con otras actividades que ayudan al funcionamiento general del gobierno.
Según David Eagles, director del Centro para la Transición Presidencial de la organización Partnership for Public Service, el equipo de Trump ha trabajado por varios meses para entender los cargos y presentar las opciones correctas.
Desde la primavera el centro ha sostenido reuniones con los entonces cinco candidatos principales, las que se han mantenido hasta ahora con el equipo de Trump.
“En este punto creo que están delante de la curva, ha sido un trabajo constante”, aseguró.
Según Eagles un punto que el centro ha enfatizado desde el principio, es que la mejor forma de llenar los cargos es con grupos de candidatos que constituyan equipos efectivos.
“Hay un margen de 60 días o más entre la nominación de un secretario de gobierno y su subsecretario correspondiente. Eso debe cambiar, porque para ser efectivos necesitas a todos los jugadores en terreno”, explicó Eagles.
Se busca
La página web de la transición tiene una opción para que los interesados en trabajar en el gobierno apliquen y llenen sus datos.
La mayoría de las personas que termina en el gobierno hace dos esfuerzos pararelos, postula por la vía pública, como el sitio web establecido para eso y tiene conversaciones privadas con las personas envueltas en la transición, donde explican sus intereses y en qué áreas les gustaría trabajar.
Así lo hizo Luis Miranda, estratega demócrata quien fue director de medios hispanos en el primer período de gobierno de Barack Obama.
“Cuando el presidente estaba tomando el juramento yo todavía estaba en proceso de entrevistas. Pero después de una semana, ya estaba trabajando en la Casa Blanca, el proceso fue rápido”, comentó a Univision Noticias.
Aunque Trump hizo campaña en base al rechazo de las tradiciones establecidas en Washington, su transición está funcionando justamente con una de las más antiguas y conocidas: “el libro Plum”.
Se publica cada cuatro años, precisamente para el cambio de gobierno y es un tesoro para quienes necesitan saber qué tipo de cargos existen y cuál es su rol.
“El libro oficial siempre está basado en el gobierno anterior y siempre hay posiciones que desaparecen y otras que se crean, pero sirve como guía”, explicó Miranda.
En esta transición la nueva versión del libro sigue tan vigente como nunca.
Quien influye
Según Eagles para que una transición sea exitosa es esencial mantener un balance entre las personas que ocupan puestos importantes.
“Históricamente un 70% de las nominaciones cae en personas fuera de Washington. Todavía es muy temprano para confirmar qué pasará ahora, pero con un cambio de gobierno, siempre llega sangre nueva”, dijo.
Terry Sullivan cientista político de la Universidad de Carolina del Norte y miembro de White House Transition Project aseguró que una clave para iniciar una transición exitosa es mantener a ciertas personas de la campaña cercanas al presidente y al mismo tiempo sumar gente experta en los temas prioritarios para el gobierno.
“Es importante que exista un balance de personas que conozcan al presidente y sepan cuando está ventilándose o cuando no, que sepan leerlo y gente que no lo conozca bien, pero también otro grupo que entiendan las relaciones en Washington y lo que se necesita para avanzar acá”, aseguró.
“En la istración de George W. Bush la mitad de la habitación pensaba ….el presidente realmente está diciendo eso y la otra mitad decía, ¿Washington es realmente así?...”, agregó.
24 horas
Una vez adentro de la Casa Blanca la vida cambia completamente. Sullivan insistió en que las personas que participaron en la campaña “creen que lo más difícil que han hecho es la elección, pero no tienen idea de lo que viene”, al entrar al gobierno.
En la experiencia de Miranda, lo que se espera de las personas que trabajan en la Casa Blanca es lo mismo que se exige de los contratistas: servicio de nivel presidencial.
Eso se traduce en “estar disponible las 24 horas del día, no importa lo que pase, listo para lo inesperado” y una jornada de trabajo que va mucho más allá de las 40 horas semanales.
No en balde, muchos de esos puestos rotan con gran frecuencia. Mantener el ritmo de trabajo que exige la presidencia estadounidense no es algo que todos puedan hacer.