2018 será 'Todo Menos Aburrido' para la Cibersociedad

Si todavía no sabe qué tren tecnológico lo atropelló en 2017, prepárese para 2018. El año viene como un roller-coaster de innovaciones, nueva economía, disrupciones en el trabajo humano, filtrados y hackers más audaces, un internet más rápido en el mundo desarrollado, tanto en wifi como en tecnología celular de banda ancha.

Aquí le dejo al querido lector algunos temas para seguir de cerca en 2018.

Criptomonedas

Aunque algunos hablan de una burbuja que explotará probablemente este mismo año, las monedas digitales que se “minan” han llegado para quedarse. Algunas no prosperarán, otras dos o tres dominarán, pero en esencia no hay forma de detenerlas. Ah pero sí regularlas de alguna forma. La Unión Europea –se dice- está por hacerlo en los próximos meses y ya hay voces que se alzan en EE.UU., todavía tímidamente, para algún tipo de control.

Mientras tanto, sube su capitalización de mercado, como muestra el gráfico de las 5 criptomonedas con mayor capitalización de mercado para principios de enero. Y eso se debe a que este tipo de instrumentos son los preferidos para saltarse controles y, sobre todo, la identificación de pagadores o cobradores. No extraña que sean un magneto para el llamado “dinero negro” (ilegal) u otras transacciones legales pero en las cuales los actores quieren permanecer anónimos.

Los robots y el código computacional roba-trabajos

Donald Trump ha dicho hasta la saciedad que los inmigrantes o la producción en otros países han causado desempleo en zonas como el “rust belt” (Nueva York, Pennsylvania, West Virginia, Ohio, Indiana, entre otros) o en ciudades industriales como Detroit. En ambos casos no es más que una sobre-simplificación.

En extracción o manufactura avanzadas, como la de automóviles, aviones o minería miles de trabajadores sencillamente han sido sustituidos por robots. Entre 2000 y 2010, 85% de los empleos perdidos se ha debido a “aumentos de la productividad”, eufemismo para la sustitución de personas por máquinas.

Hay divergencias sobre el grado y la velocidad de la sustitución de humanos por robots y sistemas automatizados. Para 2030 en EE.UU., el rango va de 9% según la OECD a 47% de acuerdo con Carl Benedick y Michael Osborne, académicos y consultores que han desarrollado un método de cálculo muy usado en la industria. La estimación media (38%) corresponde a la consultora PricewaterhouseCoopers.

En este país, pues, para 2030 cerca de la mitad de los trabajos podría estar en las metálicas manos de autómatas y computadoras. Los expertos advierten que la sociedad tiene que tomar medidas urgentes y contundentes en áreas como la educación (código en las escuelas, por ejemplo); seguridad social, creación de empleos no amenazados por la automatización y aspectos éticos como, aunque no lo crea, las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov. Esto amerita un próximo artículo, espérenlo.

Filtraciones masivas de datos

Dado que ha llegado a ser una movida publicitaria de impacto mundial, no duden que en este momento cientos de hackers o informantes están tratando de penetrar sistemas de datos para extraer información. Es magnífico para causas políticas o, a veces, simple delincuencia.

Hasta ahora el mayor “leak” de información ocurrió en 2016 con los célebres Panama Papers, caso que implicó 2,6 Terabytes de información sobre movimientos financieros confidenciales de miles de inversionistas a través de una firma en el país centroamericano. La segunda mayor vimos el año pasado con los Paradise Papers, de 1,4 Terabytes (la mitad de los de Panamá). Ninguna filtración anterior ha sido mayor de 1 Tb.

Recordemos en 2017 también a Equifax, “una de las agencias líderes en records de crédito en EE.UU. Se trata de los expedientes de más de 143 millones de clientes, de los cuales extrajeron nombres, números de Seguro Social, fechas de nacimiento, direcciones e información de licencias de conducir. Suficiente para muchos robos de identidad.”

Este año los hackers buscarán batir sus propios récords.

Confianza en los Medios de Comunicación

Ya hemos hablado del caso de los mass media en EE.UU. y el mundo. Este año será clave para que los medios se encuentren a sí mismos en la vorágine de noticias falsas, violaciones de copyright, falta de modelos de negocio rentables en línea, la invasión de millones de “periodistas” aficionados vía social media y, encima, un presidente y una istración que le han declarado la guerra a la prensa.

Pero hablemos de la credibilidad y confiablidad. La encuesta anual de Gallup sobre Confianza en los Medios en EE.UU. pasó de 40% en 2015 a 32% en 2016 (el menor registro en toda la historia de esta encuesta desde su inicio en 1971). Luego, el año pasado subió auspiciosamente a 37%.

La crisis de las noticias falsas y la confusión entre medios serios y meros cazadores de clics han sido importantes motores de este déficit de credibilidad. Pero la “guerra” de la Casa Blanca con la prensa que ellos llaman “liberal” (Univision incluida) ha añadido gasolina al fuego y, a mi juicio, paradójicamente podría hacer que le salga el tiro por la culata a Trump en ésta, una de sus muchas batallas contra molinos de viento.

Por un lado es terrible que la controversia con los medios se partidice, es decir, sea un asunto de liberales vs conservadores o, peor aún, de izquierdas y derechas. Ya hay mucho de eso, por cierto, y la adopción de agendas políticas por parte de los medios ha sumado a la resta de credibilidad.

Pero las batidas diarias del Presidente, llamando a los medios “deshonestos y corruptos”, “fake news” y demás, hasta el punto de promover un premio informal para el más infame según su criterio, todo eso a mi juicio va a crear el efecto contrario de acumular parte del apoyo perdido.

Nadie va a querer ver a la prensa acorralada por el máximo poder ejecutivo del país. De modo que mi predicción para este año es que la Encuesta Gallup de 2018 (hacia septiembre u octubre) mostrará el índice de credibilidad bien por encima de 40% (al menos 10 puntos sobre el nivel de 2016).

Vehículos autoconducidos

No se esperan este tipo de automóviles o camiones irrumpiendo en autopistas para 2018. Pero Sergey Brin, co-fundador de Google, planea poner un automóvil autoconducido en el mercado para este año, quizá hacia el tercer semestre. Sería el primero.

En noviembre del año pasado Elon Musk, el incansable emprendedor de Tesla, presentó su nuevo hijo consentido: un “semitruck” totalmente eléctrico: The Verge. Tiene capacidad para recorrer 1.300 kilómetros (800 millas) entre cargas, transportando hasta 36 toneladas. Pero lo más relevante es que, a lo largo de las autopistas, puede automanejarse. Tiene un “Enhanced Autopilot” capaz de frenar, mantenerse en el carril y advertir cuando se sale o hay algún factor fuera de lo común en la vía. Es un buen preludio de lo que viene.

Todavía hay mucha tela que cortar. Ya hay carros que desaceleran o frenan solos. La mayoría de las estimaciones sobre vehículos autoconducidos señalan a 2019 en adelante, con un mercado en inicio de maduración hacia 2022. Pero el despegue será este año y veremos novedades que no se han anunciado y quizá yacen escondidas en alguna instalación de investigación y desarrollo en este momento.

El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) predice que para 2040, 3 de cada 4 automóviles serán autónomos.

Además de…

Lo anterior, por supuesto, hay más. Están los hackers, la guerra invisible pero contundente entre los EE.UU. y sus aliados contra Rusia, China, Corea del Norte y otros rivales y enemigos en el ciberespacio. La Deep Web, no regulada y fuente de todo tipo de actividades delictivas y oscuras.

Hay más: la Ultra HD, los “wearables” para vestirnos de tecnología, las casas ¡por fin! Inteligentes, la 3D inmersiva con calidad HD y los drones como no los imaginamos. Súmenle las decenas de miles de apps que poblarán los mercados de Apple y Google. La fusión de medios en las interfaces gráficas. Los nanorobots que ya transitan las autopistas internas del cuerpo. Los asistentes personales computarizados…

Y todo eso por autopistas digitales más rápidas, cuando llegue la SuperWiFi y el 5G.

Un panorama enorme, complejo y fascinante que un servidor (y muchos otros cronistas) nos esforzaremos en reportar.

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