Lo verdadero de las noticias falsas

¿Palestina reconoció a Texas como parte de México? ¿Retiró la Reina Isabel a los Obama de la lista de invitados de boda de su nieto Harry? ¿Aparecieron decenas de cadáveres en una playa de Cancún? ¿Revirtió Donald Trump los perdones que Obama había dado a varios pavos en Thanksgiving y ordenó que fueran cocinados de inmediato?
Si el mundo no se ha vuelto loco, las respuestas a todas esas preguntas son negativas. Sin embargo, rodaron y fueron compartidas por portales, blogs, foros y redes sociales. Las menciono porque vi que amigos míos las compartieron como auténticas en Facebook. Un vistazo rápido en la web me mostró dos cosas: que eran falsificadas y que mis amigos simplemente las dieron por veraces. Un caso de “noticias falsas” o, como nacieron en inglés: “fake news”.
Y son famosas. De acuerdo con los editores del diccionario Collins, en el Reino Unido, la frase en inglés del año es fake news, que vio su uso aumentar un “sin precedentes” 365% desde 2016. Ellos lo definen como "información falsa, a menudo sensacional, diseminada bajo la apariencia de reportaje noticioso". Mentira no es.
Las noticias falsas, como tema, saltaron a los titulares a partir de marzo de 2016, cuando Donald Trump lanzó su candidatura. Google Trends nos muestra que luego del lanzamiento de Donald Trump en marzo de ese año, se dispararon las búsquedas sobre fake news y sus derivados: rumores, “hoaxes”, leyendas urbanas, amarillismo, medias verdades, folklore y otras especies.
Elegí el gráfico mundial, aunque el de EE.UU. es sorprendentemente parecido, lo cual parece confirmar que las fake news son un fenómeno gestado y parido en la nación de William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer.
En el gráfico, el interés por fake news -a escala mundial- es glacial al tiempo de la postulación de Donald Trump a la presidencia, muy por debajo de 25% de las búsquedas del año. Un semestre después, del 6 al 12 de noviembre de 2016 se dispara casi en vertical y en una semana sobrepasa el 60% de las búsquedas.
¿Qué pasó en esa semana? Pues, los días previos a la elección presidencial y el triunfo mismo de Trump el 9 de noviembre. Esa búsqueda surgió y creció esa semana. Desde entonces el interés por fake news sube y tiene picos elevados como en enero 14, 2017 (votos de la cámara baja para comenzar a desmantelar ObamaCare); diciembre 10, 2016 (la CIA concluye que hubo intromisión rusa en las elecciones) o febrero 12, 2017 (nuevas alegaciones de influencia rusa en las elecciones) y julio 1, 2017 (otro intento de repeler Obamacare).
Ahora ¿por qué ese interés en el término? Porque las noticias falsas estuvieron en el centro de la guerra psicológica de la campaña y han seguido en el primer año de Trump en la presidencia (que se cumple en febrero de 2018).
Las 20 noticias más compartidas fueron falsas. Justamente hacia el 6 de noviembre la noticia más popular logró casi 9 millones de vistas y era fabricada. La veraz más vista tuvo poco más de 7 millones. ¿De qué trató la falsa? Del supuesto apoyo electoral del Papa Francisco a Trump. Se le ha rastreado hasta Rusia y rodó tanto después, que terminó siendo creída por miles a pesar de la refutación papal misma. En el gráfico pueden observar esta evolución y algunos picos emblemáticos.
Los consumidores o s de información noticiosa en EE.UU. no parecen estar contentos. Según una encuesta del Centro de Investigación Pew a principios de diciembre de 2017, 64% de los estadounidenses encuestados opina que las noticias falsas están causando una gran confusión sobre los acontecimientos actuales. Más o menos a partes iguales se le atribuye la mayor responsabilidad al público, al gobierno/ los políticos y a los social media.
Hasta Google ha tenido que ajustar sus algoritmos porque la gente sigue publicando contenido y haciendo búsquedas de términos reñidos con los hechos. Eso hace más relevante una noticia falsa, no solo porque es muy buscada sino porque se publica y conversa mucho al respecto.
Y las redes sociales como Facebook se han visto obligadas a tomar acción. Por ejemplo, la red de Zuckerberg se ha concentrado principalmente en dos problemas: los perfiles falsos, aquellos que parecen ser creados y manejados por una persona o grupo pero realmente tienen manejadores anónimos y usurpadores; y la llamada “ falsa amplificación”, es decir la viralización de un mensaje que ocurre de forma artificial, provocada, no orgánica. Eso incluye grupos de personas que se ponen de acuerdo para distribuir un mensaje determinando un día a determinada hora, e inducen a otros a rebotarlo. Incluye por supuesto la automatización de mensajes con cuentas falsas y robots que disparan tuits, posts, comentarios y mensajes a diestra y siniestra para que parezcan una ola espontánea de respuesta. Pero todo es un plan orquestado para viralizar artificialmente.
Tipos de Noticias Falsas
Se supone, por naturaleza, que una noticia no debería ser falsa. Si no, no es noticia. Por eso el término “noticias falsas ( fake news)” habla de lo que se creyó una noticia y no lo fue; o de lo que se creó como un engaño desde el principio. La primera es un error del emisor, la segunda en un truco, deliberado, premeditado. Ambas son “noticias falsas”: parecen pero no son. Usaré el término indistintamente en español o inglés, porque en uno o en otro idioma serían desestimadas en una corte de ley.
Las noticias falsas tienen gran impacto en la psique y el ánimo masivos. Confunden, engañan, desaniman, desconciertan. La guerra psicológica viene de lejos. La leyenda homérica lo expone hermosamente con el Caballo de Troya, el regalo de los “derrotados”, que termina siendo una forma de invadir al enemigo con su plena cooperación. Viene a la mente la inmortal sentencia de Sun Tzú: “La guerra se basa en el engaño”. Las noticias han sido transformadas en armas o en vehículos de agendas conspiratorias. E internet es su sistema circulatorio.
Hay muchas encarnaciones de las noticias falsas. Claire Wardle de First Draft News propone varios tipos, de los que extraigo siete:
1. Sátira o parodia donde “ no hay intención de causar daño pero tiene el potencial de engañar". Hay ejemplos legendarios de “noticias” satíricas producidas como burla que se toman como ciertas y siguen creyéndose años después. En Venezuela, un sitio web satírico llamado El Chigüire Bipolar publicó en 2011 una falsa portada del diario El Nacional en la que parodia a muchos políticos, periodistas y personalidades que apoyaron a Hugo Chávez como candidato y ya para entonces eran opositores furibundos. La portada ha rodado por años como auténtica y quienes desmontamos noticias falsas nos cansamos de señalarlo. Todavía me encuentro con personas que la publican alarmados: “¡Esto es increíble!” y, claro, es increíble porque no debe creerse.
2. Conexión falsa, que ocurre “cuando los titulares, visuales o subtítulos no son compatibles con el contenido". Un estudio del Media Project señala que 55% de los estadounidenses no lee en profundidad una noticia o solo en caso de “breaking news” que le interesan. Eso significa leer los titulares y, a los sumo, unos pocos párrafos iniciales más material audiovisual. El estudio es de 2014 y cabe suponer que quienes no leen una noticia completa son ahora más.
En este contexto, es fácil hacer una “falsa conexión”. Un ejemplo inventado: el Príncipe Harry se casa con la estadounidense Meghan Markle y, por otro lado, en ceremonia y experiencia apartes, la campeona de tenis Serena Williams contrajo nupcias con un señor de nombre Alexis Ohanian. Basta titular su artículo tendencioso: “El Príncipe Harry y Serena Williams se casan”, con un sumario tipo: “El tercero en la sucesión al trono de Windsor abandona la soltería con una estadounidense. Por su lado, la tenista afirma que se siente inmensamente feliz y que su amado consorte es todo un rey para ella”.
¡Voilá! En el fondo no es falsa, solo refraseada para que parezca lo que no es. Y si pone una foto con dos es, una de Serena y otra del príncipe… prepárese para una lluvia de clics porque ¿cuán pocos leerán la nota entera?
3. Contenido engañoso, es decir, " uso engañoso de la información para enmarcar un problema o un individuo". Muy usado en guerras sucias políticas. Su componente esencial es la “media verdad”. Por ejemplo, en 2008 surgió una campaña que “alertaba” el crecimiento de inmigrantes ilegales en EE.UU. que, en el año 2030, alcanzarían unos 83 millones. Analizada correctamente, se detecta que el cálculo incluye el crecimiento de toda la población inmigrante, legal e ilegal, puesta bajo la etiqueta de “ilegales”. Pequeño detalle que infla las cifras.
4. Contenido falso, ello es, contenido con elementos genuinos que jamás podría prosperar en una corte de ley, dado que su mensaje principal no se corresponde con hechos ocurridos y menos comprobados. Un pasquín digital pescador de clics publicó una “noticia” según la cual algunas playas de Cancún, México, habían amanecido tapizadas de cadáveres de niños y adultos en sus orillas. Presentaron algunas fotos convincentes y otras alteradas. La pieza se viralizó y aterrizó en decenas de miles de blogs piratas, tuits, muros de Facebook y los innombrables grupos de Whatsapp.
Pero, como señala Snopes (el website más conocido de fact-checking en inglés) sobre las fotos: “En realidad son voluntarios que participaron en un proyecto de junio de 2016 de dos periodistas, Sara Cantos y José Luís Sánchez Hachero. Sánchez Hachero fotografió a los voluntarios mientras yacían en una playa en la provincia española de Cádiz. Los "cuerpos" debían representar a las 117 personas que fueron halladas muertas y arrastradas a tierra en una playa en Libia ese mismo mes.” Un truco al que apelaron, aunque torpe con el Photoshop, fue pegarle imágenes de soldados mexicanos.
5. Contenido impostor, ocurre "cuando las fuentes genuinas son suplantadas" con fuentes falsas e inventadas. Por ejemplo, yo puedo publicar que en Cancún encontraron cadáveres en la orilla del mar y cito a Alzando la Voz, el sitio que manipuló la información y falseó la noticia en primer lugar. “Suena auténtico, mamá, porque lo cita un medio en línea”.
6. Contenido manipulado, que exhibe “ información o imágenes genuinas para engañar", como con una foto "adulterada". Por ejemplo, la famosa foto de unos tiburones nadando al pie de escaleras eléctricas de un centro comercial. La imagen, un trabajo relativamente apto de Photshop, surge en cada huracán o inundación desde, al menos, Sandy en 2012 y se ha repetido con Harvey, Irma y otras catástrofes. Su útima reencarnación por supuesto fue en la Miami de Irma porque, si por aquí los aligátores nadan en las piscinas y recorren los campos de golf, suena plausible que se den una vuelta por los shopping malls. Pero no, son falsas, montadas y, lo peor, creídas por millones una y otra vez que reaparecen.
7. Contenido inventado, el más fácil de definir: “ 100% falso, diseñado para engañar y/o hacer daño". Tengo algunos titulares como ejemplo, de mi propia cosecha:
- Donald Trump se mantuvo impasible ante la crítica de una estrella de la farándula y no contestó en Twitter.
- El régimen de Nicolás Maduro castiga con dureza la corrupción de sus propios en Venezuela.
- Kim Kardasian: "Es a través del estudio y del trabajo que una mujer puede triunfar en la vida".
- Fanático del Star Wars convino con fanático de Star Trek que ambas zagas son igualmente grandes.
- Una de Facebook puso su peor foto de perfil a propósito.
- Melómanos de todo el mundo declaran al regatón como "Patrimonio Musical del Mundo" en su Congreso anual.
Y a esta tipología de fake news yo me permito agregar otro, de mi propia cosecha:
8. Contenido “postverdad” o los “hechos alternativos”, es decir, aquél que no es sustentado por datos científicos, ni apto para cortes de ley, sino únicamente por una “autoridad” subjetiva, muchas veces carismática y validada por la fe de la audiencia que lo sigue y su mero deseo de creerlo.
Ocurre con personalidades influyentes como líderes religiosos y, sobre todo, políticos populistas. Vienen a la mente dos: Hugo Chávez en Venezuela quien inoculó en sus seguidores convicciones reñidas con la ciencia y con los hechos, creídas a pie juntillas por millones hasta el presente. Una de ellas, que la causa del colapso venezolano se debe a los enemigos externos (sobre todo, obviamente, EE.UU.), a pesar de que tuvieron todo el control, más de $1 trillón, todos los poderes, las Fuerzas Armadas, apoyo popular, apoyo de aliados como China y Rusia, y terminaron quebrando el país, robando y dilapidando sus riquezas hasta hacerlo uno de los más pobres del hemisferio.
Por cierto, Venezuela y Cuba (su tutora) dedican enormes cantidades de atención, dinero y recursos humanos a los sistemas de inteligencia y propaganda. Son los principales difusores de fake news, de matricies de opinión; creadores de falsos perfiles y de falsas amplificaciones. Sin avances en economía y bienestar, dedican el mayor tiempo a la guerra psicológica, al control de la conversación nacional y la manipulación de la opinión pública.
Otro, sin duda, es Donald Trump. El Presidente no necesita datos, ni cifras, ni medidas, si él lo dice es verdad y muchos lo creen. Es un ejercicio de voluntarismo que no solo practica él sino su equipo. Recordemos un caso emblemático: la asistencia a la Inauguración de su presidencia, el 20 de enero de 2017. Trump reclamó que medios importantes habían estimado la asistencia en menos de 500 mil personas. Él dijo que vio como millón y medio. Sean Spicer, entonces Jefe de Prensa de la Casa Blanca, fue entrevistado en televisión y se le preguntó porqué se resistía a aceptar que la Inauguración no tuvo la asistencia que se esperaba. Spicer negó que hubiera poca gente y reafirmó los 1,5 millones, refutados por la prensa, fotos, videos y testimonios especializados.
Días después Kellyanne Conway, ex jefa de campaña de Donald Trump y ahora asesora especial, fue abordada por un periodista sobre porqué Spicer y el Team Trump no aceptaban los datos y renunciaban al esfuerzo de imponer una cifra. Comway salió con una joya para los libros: Spicer había provisto "alternative facts” (hechos alternativos) en contraposición a simples datos ciertos.
¿Datos alternativos? Aunque el episodio produce risa, el trasfondo es muy peligroso y disruptivo: quieren relativizar la verdad de los hechos, de modo que "mi verdad no fáctica valga tanto como tu verdad fáctica", así, distanciada de las evidencias y de la ciencia. Incluso, si le muestran la célebre comparación que hizo New York Times entre la inauguración de Obama en 2009 y la de Trump, simplemente la desecha alegando que es un montaje o está retocada. Peligroso si la gente lo cree.
ABC de “Fact Checking”
Si las noticias falsas están de moda, el “fact checking” también. Se trata de determinar la veracidad de una noticia, rumor o probable leyenda urbana buscando y validando los datos que la respaldan. Un ejemplo de estos sitios es -mencionado antes- Snopes. Fundado por dos periodistas empezó como un modesto intento de refutar leyendas urbanas, pero devino en un validador de noticias que llamó la atención de Facebook para su proyecto SmartNews: noticias validadas antes de ser distribuidas. Hay otros, como FactCheck.org o Checkdesk.
El trabajo de chequeo de datos es arduo y requiere estar uno mismo bastante informado. Pero le ofrezco una versión “light”, accesible y sencilla que un puede realizar. Para no ser engañados con noticias falsas por laboratorios o pescadores de clics, y para que no contribuyan, sin saberlo, al caos de la desinformación.
Duda pura y dura. ¿Qué es lo primero que recomiendo al leer el titular de una "noticia" o artículo en medios que no conocemos o redes sociales? Dudar. Sí, duda cartesiana, metódica, escepticismo del bueno. En vez, la mayoría lo da por cierto solo porque está en letras de molde y a veces tiene fotos y videos. Pero poco a poco va permeando esa desconfianza: En una encuesta recogida en la primavera de 2017 por el Harvard Kennedy School of Politics, aplicada a estadounidenses de 18 a 29 años, 81% cree que la mitad de las noticias en Facebook son fakes. Ya eso es algo.
Sobre la fuente . Otorgue grados de confianza a los medios. Seguro usted lo hace sin pensarlo mucho. La forma más sencilla sería cotejar los diagnósticos y predicciones que hace un medio contra los resultados. Si expone lo que en la práctica ocurre y si permite predecir con un buen grado de asertividad, el medio merece nuestra confianza. ¿Es profesional o amateur? ¿Cómo se compara con otros medios similares? ¿Coinciden los datos provistos, es reconocido por la comunidad, se sabe quién escribe, quién ilustra, toma las fotos o videos? ¿Produce o cura su propio contenido?
Un medio de calidad identifica quiénes lo dirigen y qué staff tiene. Genera contenido propio, de agencias o colaboradores identificados. Las noticias que difunde contestan las 5 preguntas claves de una noticia: qué ocurrió , cuándo y dónde, quiénes están involucrados y por qué. Puede o no incluir un cómo. La noticia debe tener fuentes: testigos, organizaciones que atienden el caso, el mismo que la reporta; y todo esto de forma verificable.
Siendo así ¿cómo creer una noticia sin referencias, sin fuentes y dichas en un medio que no muestra quién lo hace y dónde están? La forma de escribir y producir contenido profesionales también es un indicativo del grado de profesionalismo del medio.
Buscar en Google . Copie el texto de la "información" y pégalo en el buscador a ver qué dice. Vaya a Google News y coloque las palabras claves, por ejemplo: Kim Jong-un misil Mar de Japón. Si hay diversas fuentes reconocidas o de calidad que lo mencionan, resaltando los mismos datos, hay allí una validación. Chequee la fecha, que a veces es una noticia vieja revivida por alguien que no lo sabía.
Buscar en redes. Repita las búsquedas en Facebook, Twitter, Google+ (sí, aún existe), Whatsapp. Si encuentra una noticia débil en referencias, repetida exactamente igual en blogs o posts de social media, es muy probable que sea una noticia tendenciosa o deficiente falsamente amplificada. Mejor no compartirla hasta comprobarla.
Crearse una lista de emisores confiables . Visite cuentas de social media de reconocida confiabilidad (tome en cuenta que hasta ellos se pueden equivocar, pero no todos a la vez), solo para ver si la han compartido o comentado. Pregúnteles o llame a un amigo.
Rumores . Los rumores no son noticias, son como gatos de Schrödinger que no sabemos si son verdaderos o falsos. Generalmente son falsos y en los pocos casos que son ciertos ocurre que van siendo replicados y comentados por fuentes confiables que los van haciendo cada vez más diáfanos y detallados hasta que se hacen noticia.
Imágenes. En Google Chrome uno coloca el cursor sobre una foto, clic en el botón derecho del ratón y en el menú que aparece clic en "Buscar foto en Google". Le dirá todas las apariciones de la foto que registra el buscador. Podrá verificar si corresponde a lo que dicen que es y la fecha de publicación. Si en el ejemplo anterior de la falsa noticia de muertos en la playa de Cancún, aparecida en diciembre de 2017, hacemos esta operación de chequeo, notaremos que las fotos más antiguas son de junio de 2016. Eso solo descarta la noticia.
Menos poderosa, TinEye puede ser más precisa en algunos casos. Cargue la foto o el URL y clic.
Un manual. Si quiere profundizar, el Centro de Periodismo Europeo tiene un completo Manual de Verificación de Contenido Digital: http://verificationhandbook.com/book_es/
Si todo falla... si no hay forma de verificar una información y le pican los dedos por compartirla, por lo menos dígalo: “Encontré este rumor y quiero verificarlo ¿alguien sabe algo?”. Así usted es veraz: tiene un rumor en la mano y quiere confirmarlo con su comunidad de conversación. Si lo publica o difunde tal cual, muchos lo darán por cierto y, al final, será su propia credibilidad la que acuse el golpe.
Epílogo
Muchos venezolanos pedimos que nos escuchen sobre el tema de este artículo porque “venimos del futuro”. Ya hemos visto en nuestro país todas las distorsiones y excesos de las noticias falsas, la manipulación de la información, la censura y la guerra psicológica. Venezuela es como una reducción del absurdo de todo lo que no queremos que pase de nuevo.
Si queremos preservar y fortalecer la democracia luchemos y neutralicemos las noticias falsas, que la debilitan. Venir del futuro puede ser una forma de lograr un mejor destino paralelo. Y ese mejor destino siempre será una noticia veraz.
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El blog de Fernando Nunez-Noda es Blognalism.net y puede arse en [email protected]
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.