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G-20

Putin no va a la cumbre del G20 para evitarse momentos incómodos (pero debe pagar un precio)

Putin no asistió a la cumbre del G20 y así se evitó una previsiblemente fría recepción, debido a la condena internacional por su invasión a Ucrania. Aunque con su ausencia sortea un momento incómodo, también asume ciertos riesgos: te explicamos.
Publicado 15 Nov 2022 – 08:42 AM EST | Actualizado 15 Nov 2022 – 09:25 AM EST
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En noviembre de 2014, Vladimir Putin, que el presidente ruso dio un portazo y regresó a Moscú.

Ocho años después, mientras sus tropas llevan a cabo la invasión de Ucrania, el jefe del Kremlin optó por no arriesgarse y desistió de ir a la cumbre del G20 en Bali, Indonesia.

El Kremlin justificó su ausencia por motivos "de agenda" que retenían a Putin en Rusia, sin precisar cuál es el compromiso que le impide participar en una de las cumbres mundiales más importantes.

" En una cumbre hay que hacer entrevistas y fotos. ¿Con quién allí iba a hablar y tomarse fotos?", preguntó, citado por la agencia AFP, el politólogo ruso Alexei Malachenko, quien esperaba la decisión.

Al optar por no ir a Indonesia, el presidente ruso evitó la humillación de una fría recepción, pero se arriesga a aislar aún más a su país, ya golpeado por duras sanciones occidentales.

Pero presente o no, su ataque a Ucrania domina la agenda del G20. Más cuando este martes, en plena cumbre, se reportan los más graves ataques aéreos rusos desde la recuperación de Jersón. La alcaldía de Kiev habla de dos edificios residenciales alcanzados.

Zelensky: "Es el momento de parar la guerra"

Putin ni siquiera agendó una intervención por videoconferencia, mientras que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, cuyo país no es miembro del G20, intervino para denunciar el 'chantaje' nuclear de Rusia y proponer un intercambio de prisioneros “todos por todos”.

“Estoy convencido de que ahora es el momento para que la destructiva guerra de Rusia pueda parar”, dijo Zelensky según AFP. “Salvará miles de vidas”.

La delegación de Moscú en Bali fue encabezada por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, quien en julio se retiró anticipadamente de una reunión de ministros del G20 tras enfrentar un aluvión de críticas.

Pero la ausencia de Putin refleja la "sensación de estancamiento" que reina entre los actores del conflicto en Ucrania, "comenzando por los dirigentes rusos", sostuvo Konstantin Kalachev, un politólogo independiente ruso.

En todo caso, el momento parece especialmente malo para que Rusia inicie conversaciones, ya que acumula numerosos reveses militares pese a la movilización de cientos de miles de reservistas.

Además, según Lavrov, los términos de los ucranianos para retomar las conversaciones “no son realistas”. “Todos los problemas están en el lado ucraniano que categóricamente rechaza las negociaciones poniendo condiciones que obviamente no son realistas”, le dijo el canciller ruso a periodistas.

En septiembre se había retirado de manera caótica de la región nororiental de Járkov.

La diplomacia rusa a la búsqueda de países "neutrales"

Marginado por los países occidentales, Putin privilegia ahora las relaciones con países que tienen lazos históricos con Rusia o que comparten su rechazo a Estados Unidos, en lugar de los foros internacionales donde Moscú está cada vez más aislado.

"Putin ha estado muy activo los últimos meses, intenta construir un mundo antiamericano, una coalición antioccidental", afirma Tatiana Stanovaia, quien dirige el centro de análisis R.Politik.

Pero, ¿darán frutos sus esfuerzos, cuando incluso los aliados tradicionales de Moscú están preocupados por su ofensiva en Ucrania y sus consecuencias en la economía y la seguridad alimentaria mundiales?

Los dirigentes de China e India, países que tienen relaciones cercanas con Rusia, han criticado públicamente a Putin. El jefe de Estado ruso también reconoció en una cumbre en Kazajistán a mediados de octubre que los países de la antigua Unión Soviética están "preocupados" desde la invasión de Ucrania.

De hecho, en la cumbre del G20 se ha demostrado que incluso los aliados rusos tienen límites en su paciencia con un conflicto que ha inflado los precios de los alimentos y la energía, así como elevado el temor a una guerra nuclear.

Para evitar la escenificación de su aislamiento diplomático, Rusia se vio forzada a acordar junto a los otros participantes en el encuentro del G20 que la “guerra en Ucrania” (lo que Moscú insiste en llamar “operación especial”) ha “impactado de forma adversa la economía global”.

También acordó que “el uso o amenaza de uso de armas nucleares” es algo “inisible”, después de las insinuaciones de funcionarios rusos al respecto, incluido Putin.

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