Cientos de miles de ucranianos abandonan el país ante la invasión rusa: ¿está Europa preparada para una nueva oleada de refugiados?
Desde que la madrugada del jueves Rusia desató una invasión contra Ucrania, muchos residentes de ese país han comenzado a marcharse huyendo de la guerra.
Putin dijo en un inicio que buscaba defender a la minoría rusa de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Luhanks y que sus tropas no atacarían a la población civil, pero desde el primer momento hubo ataques en las cercanías de Kiev, que Rusia ahora tiene bajo asedio.
Mientras caían proyectiles sobre la capital, incluso contra edificios de viviendas, muchas personas decidieron marcharse y las zonas fronterizas con países vecinos están viendo un tráfico constante y desesperado de personas desde Ucrania, en su mayoría mujeres, ancianos y niños, que viajan con maletas, y mascotas.
Con la movilización total del país y la ley marcial decretada por la invasión, Ucrania ha prohibido irse a los hombres de entre 18 y 60 años, por lo que la mayoría de las mujeres parten solas con sus hijas e hijos menores. La separación de las familias viene a ser la nueva realidad para el pueblo ucraniano.
"A mi hijo no le permitieron venir. Me duele mucho el corazón. Estoy temblando, no puedo calmarme", dijo a Univision Noticias Vilma Sugar, una anciana ucraniana refugiada en Polonia.
Más de 360,000 ucranianos han huido del país en cuatro días: ACNUR
Más de 360,000 personas han huido de Ucrania hacia los países vecinos, Hungría, Rumanía, Moldavia y Eslovaquia, en apenas cuatro días de invasión, según actualizó este domingo la Agencia de Refugiados de la ONU (ACNUR).
El sábado, la agencia había reportado 150,000, por lo que en menos de 24 horas la cifra se duplicó, una muestra del éxodo masivo que se está produciendo en el país, a medida que avanzan las tropas rusas.
Según una publicación en Twitter este sábado de Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, la mitad de los ucranianos que han huido lo ha hecho hacia Polonia, y el resto a Hungría, Moldavia, Rumanía y otros.
"El desplazamiento dentro de Ucrania también está creciendo, pero la situación militar hace que sea difícil estimar el número y proporcionar ayuda", detalló Grandi.
Si bien muchas personas salieron en sus vehículos, provocando grandes atascos y filas interminables de autos, camiones y demás en las autopistas, otras muchas personas lo hicieron caminando desde pueblos cercanos a las fronteras, a los que llegaron en trenes y autobuses. Algunos caminaron muchas millas durante la noche.
Pero a pesar de la angustia y la desesperación, sin saber cuándo podrán volver a sus hogares, los refugiados ucranianos cuentan con más suerte que aquellos que huyen de la guerra en países como Afganistán, Siria, Libia, y otros. Países vecinos como Polonia y Hungría, que han rechazado a refugiados en otras crisis migratorias, están recibiendo a los ucranianos con los brazos abiertos.
Polonia ha recibido a más de 150,000 en tres días
Desde el inicio de la invasión rusa el pasado jueves, unos 156,000 ucranianos han cruzado a Polonia, según autoridades fronterizas de ese país. Las cifras que está dando Polonia también están aumentando rápidamente.
Según declaraciones el sábado del vicemnistro de Interior de ese país, Pawel Szefernaker, el 90% de los migrantes que están llegando de Ucrania tiene amigos o familiares en Polonia, por lo que cuentan con un lugar para quedarse. El resto, aseguró, serán recibidos en centros de acogida que se están desplegando cerca de la frontera y que contarán con alojamiento, comidas, asistencia médica e información sobre procedimientos migratorios y demás.
En Polonia viven alrededor de un millón y medio de ucranianos que ahora están asumiendo la acogida de amigos y familiares y que han condenado firmemente la invasión.
Hungría está aceptando a todos los ucranianos que cruzan a su territorio
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien hasta el momento había sido un seguidor y aliado de Putin pero tras la invasión le ha dado la espalda y se ha alineado con el bloque europeo, dijo este sábado en una conferencia de prensa desde una ciudad fronteriza que su país está aceptando a todos los ciudadanos y residentes legales de Ucrania, aunque tengan algún compromiso con las Fuerzas Armadas ucranianas y sus reservas.
Orban, quien desde que asumió el liderazgo del país ha levantado vayas en sus fronteras y ha llamado a los inmigrantes "potenciales bombas biológicas", ha cambiado su postura con el país vecino y asegura que "estamos dejando entrar a todos".
“He visto personas que no tienen documentos de viaje, pero también les estamos proporcionando esos documentos. Y también estamos permitiendo el ingreso de aquellos que han llegado de terceros países después de la evaluación adecuada”, dijo.
En los últimos tres días, varios miles de refugiados ucranianos han cruzado a Hungría a través de cinco cruces fronterizos, a lo largo de una frontera de 85 millas (137 kilómetros) entre ambos países, informó AP.
¿Está preparada Europa para una nueva crisis de refugiados?
Esta nueva guerra en su continente presiona a Europa a asumir una nueva oleada migratoria que podría alcanzar millones de desplazados de Ucrania, en dependencia de cuánto dure la invasión rusa y cuál sea su desenlace.
La portavoz de ACNUR dijo este sábado que se espera que si la guerra continúa en Ucrania se espera que hasta cuatro millones de personas abandonen el país.
Como es lógico, los países vecinos a Ucrania serán los más afectados, pero otros más lejanos también pueden experimentar un aumento en las llegadas de inmigrantes ucranianos.
Esta trágica situación trae a la memoria la crisis de refugiados de 2015-2016 en Europa, cuando llegaron más de 2 millones de inmigrantes y refugiados, colapsando los sistemas migratorios y de asilo de muchos países de la Unión.
El año pasado, Bielorrusia, aliado de Rusia, intentó usar la inmigración como arma para desestabilizar a la Unión Europea, dando paso libre a los inmigrantes a través de su territorio hacia Europa. Luckashenko, el líder bielorruso, pretendía usar a los migrantes como moneda de cambio para conseguir que Europa levantara las duras sanciones que le impuso a su país por las violaciones de derechos humanos durante las protestas de 2020.
Estas crisis han obligado a impulsar diferentes mecanismos en la Unión Europea para enfrentar situaciones similares y tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes, que ocasionó un éxodo masivo en ese país, se activó el llamado 'Plan Europeo' que busca coordinar a los principales actores, como la Comisión Europea, los estados , las agencias pertinentes de la Unión Europea y agencias internacionales como ACNUR o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para evaluar la situación y tomar medidas conjuntas en caso de crisis.
Según Hanne Beirens, directora de Europa del Instituto de Política Migratoria, "la primera prioridad en el caso de grandes llegadas de ucranianos desplazados sería asegurar una recepción adecuada: encontrar alojamiento y apoyar a los recién llegados con necesidades materiales como alimentos, saneamiento y ropa. Para ampliar rápidamente la capacidad de recepción existente, los vecinos Estados de la Unión Europea podrían volver a las estrategias probadas, pero como máximo temporales, como el uso de terrenos baldíos, cuarteles militares o tiendas de campaña".
Pero en caso de que el conficto se prolongue y los desplazados ucranianos tengan que quedarse por largo tiempo, existen las opciones de asilo y también los canales familiares a través de las diásporas, que en el caso de la ucraniana tiene importantes comunidades en Polonia, Alemania, República Checa, Italia o España y puede encargarse de dar acogida.
También en Polonia existe un canal laboral para ucranianos, que muchos han usado, creando una importante comunidad en ese país, que ahora está acogiendo directamente a familiares y allegados, aliviando el sistema nacional de acogida y asilo. Sin embargo, esto no es suficiente y ser´a necesario implementar mecanismos comunitarios ya que en el caso de los ucranianos, estos pueden moverse libremente por la zona Schengen por un período de 90 días, lo cual impide controlar sus movimientos, como en otras crisis migratorias.
"Además de ocuparse de las necesidades más urgentes de los ucranianos desplazados, aquí está en juego un problema mayor", planteó la experta en un artículo publicado en la página web del Instituto de Política Migratoria.
"Con la Unión Europea dividida sobre cómo responder conjuntamente a las presiones migratorias y frustrada por cómo sus compromisos con los derechos de asilo han socavado su posición en conflictos geopolíticos recientes (por ejemplo, Bielorrusia), será esencial que los políticos de la Unión Europea demuestren al público que el bloque es capaz de gestionar y controlar las llegadas, tiene un plan sobre cómo recibir temporalmente a los ucranianos desplazados y puede evitar escenas fronterizas caóticas", agregó.
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