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Guerra Rusia y Ucrania

"Desnazificación", "desmilitarización" o "genocidio": cosas que ha dicho Putin al justificar la invasión rusa de Ucrania

El presidente ruso ha asegurado quiere "desnazificar" al gobierno ucraniano y hacer justicia ante lo que describe como un golpe de Estado de 2014 contra el entonces presidente (y aliado suyo). Aquí puedes seguir minuto a minuto las últimas noticias del conflicto.
Publicado 26 Feb 2022 – 10:18 AM EST | Actualizado 26 Feb 2022 – 04:26 PM EST
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Si buscas en Google “por qué Rusia…” la primera sugerencia para autocompletar es “… quiere invadir Ucrania”.

Muchos quieren saber cuál es el objetivo de Vladimir Putin con una operación militar que tiene el potencial de sembrar tanta muerte y destrucción, y que puede costarle a su propio país mucho, en términos de negocios perdidos por las sanciones que le han impuesto EEUU y Europa.

La respuesta a eso solo la tiene Putin. Y como no hay manera de saber a ciencia cierta qué está pensando el presidente ruso, solo queda interpretar su lógica con los dos discursos bastante largos que dio esta semana.

En los mensajes, pareció indicar que no quiere anexionar la antigua república soviética a la Federación Rusa, como hizo con la península de Crimea en 2014 (territorio que pertenecía a Ucrania).

Putin habló de “proteger al pueblo de un genocidio”. “Lucharemos por la desmilitarización y desnazificación de Ucrania”, dijo. También se refirió a un supuesto gople de Estado.

En Occidente sus palabras fueron recibidas con las de alguien que está lejos de la realidad. Nadie más cree que haya un genocidio en la guerra que se libra desde 2014 en el este de Ucrania, ni que el país esté gobernado por nazis (Volodimir Zelensky es judío).

El “genocidio” que ve Putin

“Era necesario acabar con esta pesadilla inmediatamente, el genocidio contra millones de personas que dependen de Rusia, somos su única esperanza”, dijo Putin el lunes para justificar el reconocimiento que daba a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Luhansk, donde rebeldes prorrusos combaten al Ejército ucraniano desde 2014.

Se calculaba hasta esta semana que en esa guerra en la región del Donbas habían muerto unas 14,000 personas en los choques entre los rebeldes que buscan la independencia (o anexión a Rusia) de su región y las fuerzas ucranianas.

Pero ningún gobierno u organización fuera de Rusia considera que se pueda hablar de genocidio, que en derecho internacional es la comisión de ciertos delitos “con la intención de destruir, totalmente o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.

Es más, ambas partes habían llegado a una especie de punto muerto con territorios controlados por los rebeldes y relativa baja intensidad de los combates tras los Acuerdos de Minsk, firmados entre Rusia y Ucrania que, entre otros puntos, buscaban un alto al fuego y una forma para dar una mayor autonomía a las regiones, pero siempre bajo el control de Kiev.

Los separatistas venían denunciando que Kiev incumplía los acuerdos al no dar luz verde a la autonomía que se habían pactado para Donetsk y Luhansk. El gobierno ucraniano acusaba a Moscú de boicotear los acuerdos repartiendo pasaportes rusos.

Euromaidán, "golpe de Estado"

Ucrania es un país con graves problemas de corrupción y está considerado un régimen híbrido, aquellas naciones en las que conviven expresiones democráticas formales (como elecciones) con rasgos autoritarios y represión política, el presidente Volodoir Zelensky goza de un extendido reconocimiento como un presidente legítimamente elegido.

No para Putin. Y para contar por qué, hay que irse a una protesta estudiantil de finales de 2013.

Entonces, el país estaba divido entre quienes estaban a favor de un acercamiento a Rusia (un tercio) y los partidarios de dar un giro hacia la Unión Europea, otro tercio de la población, de acuerdo con las encuestas del momento.

El entonces presidente Víctor Yanukóvich, un aliado del Kremlin, había iniciado gestiones para la asociación con la Unión Europea, pero acabó congelando el proceso en favor de una "asociación" con Rusia.

Eso desató las protestas que empeoraron según se recrudecía la represión y acabaron con Yanukóvich exiliándose en Rusia.

Lo que muchos vieron como una "revolución", Putin lo considera un golpe de Estado hostigado por Occidente. Su respuesta fue la casi inmediata anexión de Crimea en 2014 y el apoyo a los secesionistas en el este de Ucrania.

A la caída de Yanukovic, en 2014, hubo unas elecciones que ganó Petro Poroshenko y luego otras en 2019, que ganó Volodímir Zelensky. Todas fueron reconocidas por la comunidad internacional como libres y justas. Incluso para Moscú que mantuvo relaciones diplomáticas formales con su vecino del sur. Pero, de acuerdo con su discurso para Putin todo sigue siendo un golpe de Estado.

La 'Ucrania nazi'

Putin dice querer “desnazificar” Ucrania, algo que ha causado cierta sorpresa en Occidente por lo aparentemente absurdo.

“Para conseguir sus objetivos, los países que lideran la OTAN apoyan a ultranacionalistas y neonazis de Ucrania en todo, y a cambio nunca perdonarán a los habitantes de Crimea y Sebastopol por su libre elección de reunificarse a Rusia”, dijo en su discurso televisado el día 23 de febrero.

La respuesta más obvia es apuntar a que Zelensky es judío. ¿Cómo va a estar Ucrania en manos de los nazis si su presidente es judío? El mandatario, cuya lengua materna es el ruso, perdió tres familiares en el Holocausto, y no puede ser calificado de "nazi".

Entre las muchas atrocidades que cometieron, los nazis intentaron exterminar a los judíos. Eso dio pie al nacimiento del concepto de “genocidio” como delito contra la humanidad.

También hay que recordar que Rusia fue el país que más bajas sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. Los ejércitos de Adolf Hitler dejaron una cicatriz muy profunda en el pueblo ruso.

Es entendible, como estrategia de propaganda, vestir su objetivo de derrocar al gobierno en Kiev como una legítima defensa ante "nazis".

Claro que, por más que domines los medios de comunicación y se reprima cualquier intento de disidencia, toda estrategia de propaganda debe tener un mínimo asidero en la realidad.

Y sí es cierto que en Ucrania hay movimientos ultranacionalistas que celebran a Stepan Bandera, líder de una milicia rebelde que luchó junto a los nazis durante la II Guerra Mundial. El 1 de enero celebraron una manifestación unos pocos cientos de simpatizantes.

También está el batallón de Azov, una controvertida milicia ultranacionalista y antirrusa que fue integrada en la Guardia Nacional luego de 2014, cuando ayudó a recuperar el puerto de Mariupol, al inicio del conflicto con los separatistas prorrusos del este de Ucrania.

Pero este tipo de grupos no son predominantes en la sociedad ucraniana. En las elecciones parlamentarias de 2019, una coalición de ultranacionalistas de extrema derecha no consiguió ni un solo escaño.

La desmilitarización de Ucrania

En sus discursos, al tiempo que recordaba que Rusia sigue siendo una de las mayores potencias nucleares y advertía con consecuencias terribles para quien osara interferir en la invasión de Ucrania, Putin dijo que su objetivo era “ desmilitarizar” Ucrania.

Si observadores y analistas descodificando los discursos de Putin creen que con desnazificar se refiere a sacar a Zelensky del poder, con desmilitarizar, apuntan, su aspiración es establecer un gobierno títere que mantenga a raya a la OTAN.

La aspiración de Ucrania de entrar en la OTAN era vista por Putin como una amenaza existencial.

Durante las semanas de tensión que precedieron a la invasión, Rusia exigió garantías de que Ucrania no entraría en la OTAN. Estados Unidos y Europa se mostraron dispuestos a negociar, pero no el derecho de ningún país a decidir su política exterior y su estrategia de alianzas.

El viernes, el presidente Zelensky, con las tropas rusas dentro de Kiev, dijo estar dispuesto a negociar la no entrada en la OTAN, aunque a principios de la semana pidió en la Conferencia de Seguridad de Munich que se estableciera un "cronograma claro" para su membresía total en la alianza.

Es posible que esa "desmilitarización" de la que habla Putin, que se interpreta como evitar que la OTAN incorpore más naciones del este de Europa, sea el primer objetivo que consiguió la invasión.

Pero al final, Putin ha puesto en duda el derecho de Ucrania a existir como un estado soberano al afirmar que es un país creado por la Rusia comunista y que, en el marco de la Unión Soviética, las fronteras en realidad eran nominales. “Nuestro parentesco se ha transmitido de generación en generación (…) Somos un solo pueblo”, dijo.


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