Indignación por matanza de delfines: a cuchillo sacrificaron a 1,428 ejemplares
El domingo pasado tuvo lugar una campaña tradicional, de cuatro siglos de antigüedad: la caza de mamíferos marinos en las pequeñas Islas Feroe, un archipiélago autónomo que forma parte del Reino de Dinamarca, que este año dejó la que posiblemente sea la matanza de delfines más grande de la historia.
La llamada 'grindadráp', término en feroés que hace referencia a la caza de mamíferos marinos (especialmente ballenas), y que este año incluyó la matanza de 1,428 delfines de flancos blancos, levantó el debate entre la población de las islas y ambientalistas, quienes califican esta tradición como “salvaje y cruel”.
Los pobladores de las islas este año se mostraron preocupados porque su tradición, que en las aguas que circundan los archipiélagos del Atlántico Norte no está prohibida, levantara una atención no deseada. Y así fue.
La tradición marca que los pescadores salgan en sus barcos al mar para buscar a la manada de delfines y conducirlos a las playas donde son sacrificados. Este año, los pobladores estimaban que se hallarían alrededor de 200 ejemplares en el mar.
Al hallar al grupo, los barcos lo condujeron hasta la playa de Skalabotnur, en la isla de Eysturoy, en el centro del archipiélago.
Al llegar, se dieron cuenta de que eran muchos más. Aún así, los 1,428 delfines fueron sacrificados con cuchillo, como marca la tradición.
Las aguas próximas a la playa volvieron, como cada año desde hace siglos, a pintarse de carmesí.
En shock
Olavur Sjurdarberg, presidente de la Asociación de Balleneros de las Islas Feroe, reconoció a la BBC que la matanza fue excesiva y la calificó como "un gran error".
"Alguien tendría que haberse dado cuenta", afirmó Sjurdarberg, quien dijo no haber participado en ella este año. "La mayoría de la gente está en shock por lo que pasó".
Durante años, la Sea Shepherd Conservation Society, una organización animalista con sede en Seattle, se ha opuesto a las campañas de caza de mamíferos marinos que datan de finales del siglo XVI, también conocidas como 'Grind'.
“Sea Shepherd cree que esta es la caza más grande de delfines o calderones en la historia de las Islas Feroe (la siguiente más grande fue de 1200 calderones en 1940), y es posiblemente la caza más grande de cetáceos jamás registrada en todo el mundo”, publicó la organización en su sitio web.
Al mostrar las crueles imágenes, Sea Shepherd afirmo que lo ocurrido el fin de semana fue "una caza ilegal".
Los residentes de la zona compartieron videos y fotos con la organización para mostrar que los pescadores rompieron varias leyes de las Islas Feroe que regulan el ‘Grind’.
“Primero, el encargado del ‘Grind’ para el distrito nunca fue informado y, por lo tanto, nunca autorizó la caza. En cambio, fue el encargado de otro distrito quien dio el visto bueno al Grind sin la debida autoridad”, sostienen.
“En segundo lugar, muchos de los participantes de la caza no tenían licencia, que se requiere en las Islas Feroe, ya que implica un entrenamiento específico sobre cómo matar rápidamente a los calderones y delfines”.
Las imágenes obtenidas por Sea Shepherd muestran que muchos de los delfines todavía estaban vivos y moviéndose incluso después de haber sido arrojados a la costa con el resto de su manada muerta.
Para tener una idea de la magnitud, dice la organización, la caza del domingo “se acerca a la cuota del gobierno japonés para la matanza-captura de delfines durante seis meses en la infame 'Masacre' de Taiji en Japón, y supera significativamente el número de muertos en los últimos años de la temporada de matanza de Taiji”.
Esta actividad está regulados por leyes y la carne y la grasa de los mamíferos sacrificados es compartida entre la comunidad.
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