Europa se reagrupa para garantizar su seguridad en vista de los radicales cambios de la política exterior de EEUU
El la llamada entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin ha causado preocupación y consternación entre los líderes de Europa.
Más, tras las intervenciones del vicepresidente JD Vance en el foro de seguridad de Múnich y del secretario de defensa Pete Hegseth ante los aliados de la OTAN.
Así que, en una reunión de urgencia organizada apresuradamente por el francés Emmanuel Macron, los líderes de varios de los países más grandes de Europa, incluyendo Reino Unido se hicieron presentes en París el lunes.
El objetivo de la minicumbre era comenzar a delinear estrategias para su propia seguridad, sobre todo por el impacto que puede tener en la guerra de Ucrania el restablecimiento de relaciones entre Washington y Moscú.
Qué hizo EEUU para hacer sonar la alarma en Europa
La llamada telefónica entre Trump y Putin, el 12 de febrero, supuso ruptura en el esfuerzo de Occidente, liderado por Estados Unidos, para aislar al líder ruso a raíz de su invasión a Ucrania, bajo la suposición de que si Putin no era contenido representaría una amenaza para la seguridad de Europa.
Al separar a Estados Unidos de este esfuerzo, Trump no sólo recompensó a Putin sin que este haya ofrecido nada a cambio, también hizo posible el gran anhelo del ruso: discutir en pie de igualdad con Estados Unidos manteniendo al resto del mundo al margen. Trump describió la llamada como “larga y altamente productiva” y agradeció al ruso “por su tiempo y esfuerzo”.
Además, la semana pasada Vance pronunció un discurso crítico del liderazgo europeo en el Foro de Seguridad de Múnich, para luego reunirse con la líder del partido ultraderechista alemán ‘Alternativa para Alemania’ en plena campaña para las elecciones del próximo 23 de febrero y que cuenta con el apoyo abierto de Elon Musk.
“Para muchos de nosotros en el otro lado del Atlántico, esto se parece cada vez más a viejos intereses arraigados que se esconden detrás de horribles palabras de la era soviética como engaño y desinformación, a quienes simplemente no les gusta la idea de que alguien con un punto de vista alternativo pueda expresar una opinión diferente o, Dios no lo quiera, votar de manera diferente, o peor aún, ganar una elección”, dijo Vance.
Vance también dijo a los líderes europeos: “ Si se presenta con miedo a sus propios votantes, no hay nada que Estados Unidos pueda hacer por ustedes”. Y advirtió que ninguna democracia podría sobrevivir diciéndoles a millones de votantes que sus preocupaciones “son inválidas o indignas de siquiera ser consideradas”.
El discurso de Vance daba tribuna a las quejas de la ultraderecha de Europea, un continente que conoce bien los excesos de los extremismos de ambos lados del espectro político, especialmente en Alemania, donde los principales partidos se niegan a pactar coaliciones de gobierno con Alternativa para Alemania, una postura a la que a menudo se hace referencia como un “cortafuegos” o "cordón sanitario".
“Si lo entendí bien, está comparando las condiciones en partes de Europa con las de los regímenes autoritarios”, respondió momentos más tarde el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius. “Eso es inaceptable, y no es la Europa ni la democracia en la que vivo y estoy haciendo campaña actualmente”.
En una publicación en X el canciller Olaf Scholz “rechazó enfáticamente” los comentarios de Vance.
Por su parte, Hegseth dijo la semana pasada al liderazgo de la OTAN que se dirigía a ellos “para expresar de manera directa e inequívoca que las duras realidades estratégicas impiden que Estados Unidos de América se centren principalmente en la seguridad de Europa”.
Hegseth dijo además que Ucrania no recuperará todo su territorio de Rusia y no se le permitirá unirse a la OTAN, lo que en Kiev consideran la máxima garantía de seguridad para que Putin nunca vuelva a atacar. El secretario además insistió en que la OTAN no participará en ninguna fuerza futura que pueda ser necesaria para mantener la paz en Ucrania.
Dijo que las naciones europeas y otras tendrán que hacerlo, pero que los europeos deberán costearlo.
Más allá de eso, Hegseth dijo que la OTAN no acudirá al rescate de ninguna nación europea involucrada en esa fuerza si es atacada por Rusia. No está claro qué papel desempeñaría Estados Unidos, si es que es alguno, aunque Rusia seguramente pondrá a prueba la determinación de la fuerza si Estados Unidos no proporciona respaldo.
El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, dijo que la OTAN se enfrenta a "un verdadero momento de la verdad". "Decir que es la alianza más grande y más sólida de la historia es cierto, históricamente hablando. Pero la verdadera pregunta es si seguirá siéndolo en 10 o 15 años", dijo.
Este martes, EEUU y Rusia iniciaron conversaciones de paz para acabar con el conflicto en Ucrania en Arabia Saudita, sin la participación de Ucrania o las naciones europeas que han contribuido con su defensa.
Europa reacciona al cambio de postura estadounidense
Los líderes de Alemania, el Reino Unido, Italia, Polonia, España, los Países Bajos, Dinamarca, la Unión Europea y la OTAN se reunieron en el Palacio del Elíseo para conversar sobre el dilema de seguridad de Europa causado por la nueva postura política de Estados Unidos.
Macron, quien ha defendido durante mucho tiempo una defensa europea más fuerte, dijo que las amenazas de no cooperación ante el peligro militar se fueron un shock para el sistema. Pero aun así Europa se mantiene firme en su apoyo a Ucrania.
Scholz dijo a los periodistas que un posible acuerdo de paz con Rusia no puede ser impuesto a Ucrania desde el exterior.
"Aplaudimos el hecho de que se estén llevando a cabo conversaciones, de que la paz se está desarrollando en todas partes. Pero para nosotros debe ser y está claro: esto no significa que la paz pueda ser dictada y que Ucrania deba aceptar lo que se le presente", insistió después de salir del Palacio del Elíseo, mientras la reunión aún estaba en curso.
En París se discutió hasta dónde estarán dispuestos a comprometerse los europeos para asegurar un acuerdo de paz sobre la guerra en Ucrania a corto y largo plazo, cómo proteger al continente ante una Rusia expansionista y la prevista retirada de la garantía de apoyo estadounidense, según un reporte de The New York Times.
Los líderes discutieron temas como el gasto militar y cómo garantizar la seguridad de Ucrania una vez que se alcance algún tipo de alto el fuego permanente o acuerdo de paz, incluida la posibilidad de compromisos de tropas en Ucrania.
Sin embargo, un fuerte componente estadounidense seguirá siendo esencial en el futuro previsible, ya que pasarán muchos años antes de que las naciones europeas puedan aumentar la producción de defensa e integrarla en una fuerza efectiva.
Ese vínculo estadounidense también se aplica a la guerra en Ucrania, dijo el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer. “El apoyo de Estados Unidos seguirá siendo crítico y una garantía de seguridad estadounidense es esencial para una paz duradera, porque solo Estados Unidos puede disuadir a Putin de atacar nuevamente”, escribió Starmer en el Daily Telegraph del lunes.
Starmer parece estar trazando una “tercera vía” en el cambiante panorama geopolítico de Europa: alinearse estratégicamente con Trump mientras se mantienen los lazos con la UE. Algunos analistas sugieren este posicionamiento podría permitirle actuar como un puente entre Trump y Europa, potencialmente sirviendo como un mensajero clave para la Casa Blanca en su visita a Washington DC la próxima semana.
Mientras que muchas naciones de la UE todavía están considerando si participar en una fuerza potencial en Ucrania después de un acuerdo de paz, Starmer dijo que el Reino Unido estaba "listo y dispuesto a contribuir a las garantías de seguridad para Ucrania enviando tropas al terreno si fuera necesario".
El año pasado, Macron se negó a descartar el envío de tropas occidentales a Ucrania si fuera necesario. "Un alto el fuego no debe conducir al rearme ruso, que es seguido por nuevos ataques rusos", advirtió la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, antes de la reunión de París.
Sin embargo, Scholz dijo que era demasiado pronto para hablar de un despliegue militar europeo en Ucrania.
"Es completamente prematuro y ahora es el momento equivocado para tener esta discusión. Incluso estoy un poco irritado por estos debates", dijo Scholz. Las negociaciones de paz "no se han llevado a cabo y... Ucrania no ha dicho que sí y no se ha sentado a la mesa".
"Esto es muy inapropiado, para decirlo sin rodeos y honestamente: ni siquiera sabemos cuál será el resultado", añadió.
Los países europeos están empeñados en apoyar a Ucrania en lo que puedan y en aumentar el gasto en defensa. Sin embargo, incluso si existe un consenso general para ir más allá del objetivo de gastar el 2% del producto interno bruto en defensa, no está claro cómo llegar al 3%.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, cuyo país colinda con Ucrania, dijo que planea instar a otros líderes a invertir más en defensa. Polonia gasta más del 4% de su PIB en defensa, más que cualquier otro miembro de la OTAN.
Con información de The Associates Press.
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