Más de 170 organizaciones piden a Trump que no vuelva a reducir la cuota de refugiados
Una coalición de organizaciones integradas por grupos que defienden los derechos de los inmigrantes, religiosos, entidades comunitarias, de derechos humanos y activistas enviaron una carta al Presidente Donald Trump para pedirle que no vuelva a reducir la cuota anual de refugiados.
“A medida que la istración se prepara para establecer la Determinación Presidencial (PD) sobre la isión de refugiados para el año fiscal 2020, las 172 organizaciones firmantes instan a Estados Unidos que continúe siendo un faro de esperanza y libertad para todas las personas que huyen del desplazamiento y la persecución”, se lee en la misiva.
Los solicitantes agregan que la cuota debería establecerse en un mínimo de 95,000, y que una cifra inferior causaría “consternación”, sobre todo cuando circulan versiones de que la Casa Blanca eliminaría por completo el programa.
Tal decisión, en caso se adoptarse, “significa darle la espalda a casi 40,000 refugiados que ya han sido investigados por el gobierno de Estados Unidos y aprobados para el reasentamiento”.
Reducción a mínimos
En septiembre del año pasado el gobierno de Donald Trump redujo a mínimos históricos la cuota de refugiados de 45,000 a 30,000 para el año fiscal 2019, una disminución del 33%. La decisión fue anunciada por el secretario de Estado, Mike Pompeo.
En comparación, durante el gobierno de Barack Obama (2009-2019) el programa alcanzó los 85,000 cupos anuales. Pero el 29 de septiembre del 2017 Trump lo redujo a 45,000, el cupo más bajo desde 1980.
La decisión fue en respuesta a una promesa de campaña para satisfacer a sus votantes y se encuentra dentro de su política migratoria de ‘tolerancia cero’.
Los ajustes ordenados por Trump han ocurrido en momentos de una crisis mundial de refugiados y una fuerte oleada de inmigrantes centroamericanos que huyen de sus países a causa de la violencia y la pobreza, y buscan refugio en Estados Unidos.
Compromisos rotos
La coalición dijo además que la reducción de la cuota anual de refugiados significa “continuar desmantelando décadas de
compromiso con el programa de reasentamiento” suscrito por Estados Unidos en 1980, y que desde entonces “orgullosamente ha reasentado a más de 3 millones de refugiados”.
“Dar la bienvenida a los refugiados ha mejorado nuestras economías locales, nuestras comunidades se han fortalecido al igual que nuestra política exterior, y reforzó nuestra posición en el mundo como líder de la libertad”, apuntan los firmantes.
El grupo asegura además que “el reasentamiento de refugiados también sirve como herramienta de política exterior y diplomática”, y que el número que Estados Unidos está dispuesto a reasentar “tiene un impacto directo en la cantidad de refugiados que reciben otros países y Naciones Unidas (ONU) estima que más de un millón de refugiados necesitan un reasentamiento inmediato en todo el mundo”.
Mensaje equivocado
En la misiva a Trump, la coalición advierte a Trump que reduciendo el programa de refugiados “aún más, demostraría claramente que la protección de los refugiados ya no es una prioridad para Estados Unidos”, y lo que haría sería enviar un mensaje equivocado al resto de la comunidad internacional.
“Estamos extremadamente preocupados por esto”, indicaron.
“El reasentamiento es un legado clave de Estados Unidos que permite a los refugiados reconstruir sus vidas. Estados Unidos tiene la capacidad de reasentar al menos a 95,000 refugiados el próximo año fiscal. Ese número representa menos de la mitad del 1% del número total de personas desplazadas y en todo el mundo. Si bien el número es una fracción de los necesitados, este nivel de generosidad tiene un gran impacto a nivel mundial y también en las comunidades locales de Estados Unidos”, señalaron
Finalmente, los 172 firmantes le piden a Trump “que haga todo lo que pueda para garantizar que Estados Unidos reasiente al menos a 95,000 refugiados en el año fiscal 2020”, que arranca el 1 de octubre de este año y finaliza el 30 de septiembre del próximo.
El primer golpe
A finales de enero del 2017, pocos días después de tomar posesión en la Casa Blanca, Trump suspendió todo el programa de refugiados por cuatro meses y cerró la entrada de sirios de forma indefinida.
Por medio de una orden ejecutiva, el mandatario redujo a la mitad el cupo de refugiados establecido por el gobierno de Obama y prohibió por 90 días la entrada de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.
La medida provocó una ola de protestas dentro y fuera de Estados Unidos. Pero el 2 de febrero una corte de Seattle, Washington dejó en suspenso el veto.
Trump trató de prohibir la entrada de ciudadanos de varios países de mayorías musulmanas en 2017, pero la primera versión de esa órden ejecutiva fue rechazada en la justicia. La istración llegó finalmente a una nueva versión que terminó en la Corte Suprema, instancia en que fue aprobada la medida, llamada por muchos 'muslim ban'.
Cómo es el proceso
Hasta antes de la llegada de Trump, cada año el presidente le describía al Congreso la situación mundial de los refugiados y recomendaba los grupos de personas que deben ser consideradas para el beneficio, explica el libro “Inmigración, las nuevas reglas”, una guía de Univision. “Estos reportes, que se conocen como “determinaciones presidenciales” (presidential determination, en inglés) establecen los números anuales de isión para refugiados.
Por ejemplo, en la determinación presidencial del 29 de septiembre de 2015, el presidente Obama ordenó distribuir el cupo anual de refugiados de la siguiente manera:
- África: 25,000
- Europa y Centro Asia: 4,000
- América Latina: 3,000
- Medio Oriente y Sur de Asia: 34,000
- Reserva del Ejecutivo: 6,000
- TOTAL: 72,000
En septiembre de 2015 el entonces secretario de Estado, John Kerry, anunció que el gobierno tenía planes de aumentar a 100,000 la cuota de refugiados, principalmente para atender el éxodo de inmigrantes que huían de la guerra en Siria.
Largo camino
En el proceso para ser considerado como refugiado participan varias organizaciones, incluyendo al gobierno de Estados Unidos, que coordinan sus recursos. Por lo general, los candidatos son recomendados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), agencia que obtiene los datos iniciales del extranjero solicitante de la protección.
Toda persona que esté interesada en ser considerada como refugiado debe primero visitar una oficina del ACNUR, que transfiere la información a un centro de apoyo de reasentamiento creado por el Departamento de Estado (DOS), que se encarga de entrevistar al peticionario y envía luego la documentación al Programa de isión para Refugiados de EEUU ( U.S. Refugee issions Program o USRAP).
Esta instancia, a su vez, pasa la información obtenida a las distintas agencias gubernamentales para que puedan verificar los antecedentes de la persona, y coordina el proceso entre dichas agencias.
Una de ellas es el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), dependencia que designa agentes especiales para que lleven a cabo entrevistas en persona con el solicitante de refugio y obtengan su información biométrica, incluyendo fotos y huellas digitales. Una vez confirmada la información determinan, en uso de su discrecionalidad, si la persona califica o no para el estatus de refugiado, explica la guía de Univision.