Informe de HRW revela que agentes federales cometieron graves abusos contra solicitantes de asilo
Documentos del gobierno federal estadounidense recientemente obtenidos “detallan más de 160 informes internos de mala conducta y abusos contra solicitantes de asilo por parte de funcionarios federales, denuncia un reporte elaborado por Human Rights Watch (HRW).
Los abusos fueron cometidos por agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) y de la Oficina de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), agencia que lidera las tareas de deportaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El reporte especifica que la totalidad de los abusos cometidos fueron perpetrados entre 2016 (el final del gobierno de Barack Obama) y 2021 (la totalidad del período de gobierno de Donald Trump), cuando prevaleció la política migratoria denominada de ‘tolerancia cero’.
Detalles del informe
El informe/denuncia, de 26 páginas titulado "Te tratan como si fueras inútil”: Informes internos del DHS sobre abusos cometidos por funcionarios fronterizos de Estados Unidos, detalla una serie de reportes internos llevados a cabo por funcionarios de asilo dentro de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), otra de las dependencias del DHS que participa en el proceso migratorio.
HRW indica que los reportes, obtenidos en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA), relatan la “conducta del personal” que participó en procesos de asilo e incluyen “denuncias de abuso físico, sexual y verbal, violaciones del debido proceso, duras condiciones de detención, denegación de atención médica y discriminación. tratamiento en o cerca de la frontera”.
Durante el gobierno de Trump los departamentos de Justicia (DOJ) y DHS pusieron en marcha una serie de órdenes ejecutivas y memorandos que modificaron reglamentos para restringir el al asilo y la inmigración indocumentada al país.
Entre las principales modificaciones se incluyen la separación forzada de familias tras levantar cargos criminales a padres que venían en busca de asilo, y poderes extraordinarios a los agentes para desestimar reclamos legítimos de asilo (un recurso legal disponible) y determinar deportaciones aceleradas.
Conducta “asombrosa”
De “asombrosa” tildó Clara Long, directora adjunta para Estados Unidos de Human Rights Watch, la conducta de los agentes federales de inmigración señalados en los reportes internos.
El más reciente abuso cometido por agentes federales que el reportado en septiembre en la zona de Del Río, Texas, donde un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza montados a caballo cargaron con fustas en mano contra un grupo de inmigrantes haitianos que cruzaban el río Bravo para esperar en Estados Unidos una oportunidad de asilo.
Tras la divulgación de las imágenes, que dieron la vuelta al mundo, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, anunció una inmediata investigación disciplinaria de los sucesos que calificó de "extremadamente preocupantes".
El jefe de la seguridad estadounidense también dijo que, los agentes involucrados habían sido apartados de sus funciones y se había abierto una investigación interna para evaluar sus conductas.
Silencio oficial
Long dijo a Univision Noticias que, antes de publicar el informe, “enviamos dos cartas al gobierno, una a finales de septiembre y otra a principios de octubre indicándoles todo lo que íbamos a publicar, pero no tuvimos respuesta”.
La investigadora señaló además que “no tenemos indicio de que ellos estén persiguiendo este tipo de crímenes de forma sistemática. Y lo que parece más probable es que de forma sistemática no están investigando los reportes internos sobre abusos cometidos en contra de inmigrantes que vienen en busca de asilo”.
HRW dijo que entre las denuncian hay víctimas menores de edad, “niños que sufrieron asaltos sexuales, tensiones abusivas y malos tratos por parte de agentes”, precisó Long.
En mayo de 2019, un año después de la fecha oficial de la separación forzada de familias migrantes reconocida por la Casa Blanca de Trump, a la redacción de Univision Noticias llegó un primer grupo de cartas escritas de puño y letra por menores no acompañados y niños que venían acompañados por familiares, se entregaron a las autoridades, pidieron asilo (un recurso legal disponible autorizado por el Congreso) y que, finalmente, fueron separados.
Los testimonios, inéditos hasta ese momento, mostraron una verdad desgarradora: desde recién nacidos hasta adolescentes eran tratados con crueldad, siendo que se trataba de víctimas que huían de la pobreza, miseria y violencia en sus países de origen, situación que los llevó a escapar para salvar sus vidas.
Serias dudas
Human Rights Watch dijo además que tanto los documentos como los sucesos en Del Río “plantean dudas sobre si las denuncias graves, incluidas las de conducta delictiva denunciadas internamente, se están investigando de manera eficaz”.
De acuerdo con los documentos obtenidos, muestran que un supervisor en la Oficina de Asilo de San Francisco (California) comunicó internamente al DHS lo siguiente: “AO [oficial de asilo] [redactado] nos trajo un asunto serio a nuestra atención en este momento: uno de los solicitantes que entrevistó hoy es un niño pequeño que fue abusado sexualmente por alguien que creemos que es un oficial de la CBP o de la Patrulla Fronteriza. Fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza, enviados ICE Box [una celda de detención fronteriza], luego sucedió esto: la joven fue obligada a desvestirse y tocada inapropiadamente por un guardia en ICE Box vestido de verde, con la etiqueta con su nombre”.
Los documentos, que fueron obtenidos en respuesta a una solicitud de registros en poder de USCIS, no indican cómo respondió el DHS a estas acusaciones, dice el informe.
El grupo de derechos humanos dijo además que “el pasado 28 de septiembre entregó al DHS resúmenes de 11 casos de abuso detallados en los documentos de la FOIA, con una solicitud de información sobre cualquier investigación o acción disciplinaria derivada de las denuncias”.
Agregó que el 12 de octubre “proporcionó al DHS detalles adicionales de las preocupaciones planteadas en los informes internos sobre violaciones del debido proceso y trato deshumanizador con una solicitud de información sobre cualquier capacitación, investigación o acción disciplinaria derivada de las acusaciones. El DHS no ha respondido a ninguna de las solicitudes”.
“Estos registros, que son anteriores a las atrocidades virales que presenciamos contra los migrantes negros en Del Río (Texas), confirman lo que la UndocuBlack Network ha sabido desde hace mucho tiempo que es cierto: que las soluciones únicas no repararán los abusos sistémicos que perpetra el DHS contra muchos migrantes que buscan protección”, dijo Breanne Palmer, directora interina de políticas y defensa de la UndocuBlack Network, con quien Human Rights Watch compartió resúmenes de los registros obtenidos.
Sistema de abusos
“Hay que darle mucho peso a este informe porque muestra que no existe ninguna manera de defender el programa donde están dejando a la gente desamparada cuando vienen en busca de asilo a Estados Unidos”, dice a Univision Noticias Matt Adams, Adams, director legal del Northwest Immigrant Rights Project (Proyecto de Derechos de Inmigrantes del Noroeste -NWIRP-) en Seattle (Washington).
Adams dijo además que “sabemos que se están aprovechando de las personas que están esperando turno para una audiencia y pelear su aplicación de asilo. Pero en vez de darle prioridad de protección a estas personas, estamos otorgándoles abusos”.
HRW resalta que según el proceso de deportación acelerada vigente, “cuando una persona detenida en la frontera o cerca de un punto de entrada expresa temor de regresar a su país de origen, la ley estadounidense que el CBP los refiera a los oficiales de asilo para una entrevista de temor creíble".
“La entrevista determina si la persona podría calificar para asilo u otra protección. Sin embargo, la mayoría de los registros parecen basarse en información que los solicitantes de asilo comunicaron a los oficiales de asilo en estas entrevistas, pero sus reclamos fueron desatendidos y muchos de ellos abusados por las autoridades.