Desesperación entre los cientos de cubanos que podrían ser deportados de Colombia

TURBO, Colombia. - Superan los 1200, según el censo oficial más reciente; según la oficina de Migración en Colombia son 900 y ellos dicen ser 2400. Lo cierto, más allá del número, es que centenares de ciudadanos cubanos –hombres, mujeres y niños– hoy están varados en Colombia tras el inesperado cierre de frontera en Panamá en mayo pasado que literalmente les trancó el paso hacia Estados Unidos.
Como no pudieron pasar, se quedaron en Turbo, Antioquia, un pequeño pueblo costero colombiano al que nunca en su historia había llegado tanta gente al mismo tiempo. “Empezamos siendo 90, luego 150 y ya nos contamos por miles”, dice Aliex Artiles, un ingeniero de sistemas cubano que hace las veces de vocero de la enorme y hacinada comunidad.
Gracias a la caridad de un anónimo, hoy más de 400 de ellos tienen techo en una bodega que adaptaron como albergue, hay 4 baños portátiles, colchones en el suelo, camarotes improvisados y un pesado ambiente en el que se combinan el sofocante calor y la cruel incertidumbre. Los que no pudieron entrar a vivir al albergue, han tenido que construir refugios con plástico y madera o pedir prestados los patios de algunas casas vecinas para acomodar una litera y una maleta que es todo lo que traen.
“No estamos acá por gusto, estamos acá porque nos tocó”, le dice a Univision Noticias una doctora cubana que pide la ayuda de los organismos internacionales y de las organizaciones de derechos humanos. Los cubanos en Turbo aseguran que, salvo la defensoría del pueblo de Colombia, las autoridades de ese país poco han hecho por ayudarles.
“Mientras estén en nuestro territorio, los vamos a atender con seguridad y salud como es nuestro deber”, afirma Emélides Muñoz, el secretario de gobierno de Turbo que además aclara que la situación migratoria de los cubanos no le corresponden a ello y no pueden hacer nada al respecto.
Temor a la deportación
En tres o cuatro cuadras del pequeño pueblo atestadas de extranjeros, llenas de cubanos, se puede ver el drama que viven y en la atmósfera se puede sentir el temor que los ronda cuando piensan el peor de los escenarios: la deportación.
Este miércoles el director de migración de Colombia, Christian Krüger, volvió a mencionar la temida palabra como mecanismo legal para resolver la situación. Además, aseguró que están buscando los mecanismos legales para poder entrar al albergue a sabiendas de que es una propiedad privada.
Los cubanos habían pedido la activación de un puente aéreo con México, como sucedió en meses pasados con los migrantes de ese país varados en Panamá y Costa Rica, pero ese país ya descartó volver a hacerlo.
Este es uno de los remanentes de la crisis migratoria cubana que estalló a finales del año pasado cuando el gobierno de Nicaragua decidió cerrar su frontera con Costa Rica, dejando varados a miles de cubanos que trataban de alcanzar EEUU por vía terrestre desde Ecuador.
El flujo de esos inmigrantes a Ecuador, que hasta entonces era uno de los pocos países que no les exigía visa, a umentó tras el anuncio del deshielo de las relaciones entre EEUU y Cuba ante el temor a una posible eliminación de la Ley de Ajuste Cubano que les otorga beneficios migratorios.
La situación en Centroamérica se destrabó con la puesta en marcha de puentes aéreos –primero desde Costa Rica y después desde Panamá- para que los cubanos alcanzaran suelo estadounidense a través de México.
Pero l as fronteras, que hasta entonces habían sido más porosas, se les fueron cerrando a los cubanos, y cientos de cubanos se quedaron atrapados en Ecuador, donde el gobierno ya comenzó las deportaciones, y Colombia.
En Turbo, muchos migrantes aseguran que se sienten presionados ya que su única alternativa ahora sería la de aventurarse a cruzar la frontera por la selva del Darién para poder llegar a Centroamérica, una ruta que dicen les haría ponerse de frente a la muerte. Pero esa es, afirman algunos, una alternativa a la que optarían antes de tener que volver a Cuba.