“Es horrible para un adulto pero es cinco veces peor para los niños”: estas madres hablan de la salud mental de sus hijos en la pandemia
Juana Ruiz vive en Marshalltown, Iowa, con su esposo René Martínez y su hija de 9 años, Sydney Martínez. Juana se queda en casa mientras René trabaja para JBS USA, una planta de carne de cerdo y el empleador más grande de la ciudad.
Según Juana, su hija, Sydney Martínez (en la foto de arriba), solía ser una niña feliz. "Ella antes decía: 'Mamá, yo no quiero crecer. Me gusta ser una niña’. Me hacía sentir bien que dijera eso. Me hacía sentir que yo estaba haciendo un buen trabajo porque ella estaba feliz”.
Pero la madre de 43 años nunca pensó que la pandemia iba a impactar su vida tan profundamente.
En abril, Juana y su esposo se enfermaron con el coronavirus. "Cuando empezó esta pandemia, nos agarró de improviso. No pensábamos que lo iba a agarrar tan rápido mi esposo”, dijo. Según Juana, su esposo René se puso muy, muy grave. “Yo ponía mi alarma cada dos horas para ver si estaba vivo o si estaba muerto”, dijo.
Fue entonces cuando empezó a notar un cambio en su hija Sydney. “Ella adora a su papá. Cuando estaba pasando todo esto, ella veía las noticias de todo lo que estaba pasando y yo le trataba de explicar que es normal, que han pasado cosas similares antes y hemos sobrevivido”, dijo Juana. Pero su hija empezó a mostrar síntomas de depresión. “Después de todo esto ella dice: ‘Esta vida es muy fea, mami. Esto no es vida. Esto es horrible’ y ‘Esto no se va acabar’.
Incluso pasamos por un parque y dice ‘En poco vamos a ver los parques como museos’’, dijo Juana entre lágrimas. Sydney ahora tiene terapias semanales para poder procesar algunos de los traumas que sufrió en cuarentena. “Mi mayor miedo era que un día se despertara mi niña y nos encontrara a los dos muertos (a ella y su esposo). Es horrible pensar esas cosas. Es horrible para un adulto pero es tres, cuatro, cinco veces peor para los niños”, dijo Juana Ruiz.
Según un estudio publicado por Jama Pediatrics , uno de cada cinco niños que permanecieron en confinamiento o cuarentena durante el brote de coronavirus en las ciudades de Wuhan y Huangshi en China presentaron síntomas de depresión o ansiedad. Wuhan es donde comenzó el brote del nuevo coronavirus que ha llegado a matar más de 600,000 personas en el mundo.
El Dr. Omar Gudiño es un psicólogo clínico de niños y adolescentes y es el director del laboratorio de Servicios para Jóvenes y Familias en Riesgo en la Universidad de Kansas."Hay un nivel realmente alto de exposición al estrés en este momento y en las familias latinas en particular, hay una mayor tasa de infección tanto en los adultos como en los niños latinos", explicó Gudiño. "Hay un aumento del estrés y hay una interrupción en las formas típicas en que enfrentamos el estrés. A menudo, cuando tratamos la depresión, una de las primeras cosas que hacemos es planificar las cosas para que la gente salga y viva su vida y se reúna con más gente, y en este momento eso ha sido un gran desafío. Cuando los niños llegan con estados de ánimo deprimidos, hay menos cosas que hacer. Toda su vida se ha puesto patas arriba", continuó.
Gemma Chávez de Banning, desde California, dice que ella observa los mismos síntomas de depresión y ansiedad en su hija de 11 años, Ivanna Esquivel.
Ivanna nació con el síndrome del cromosoma X frágil, una condición genética que causa síntomas como ansiedad, discapacidad intelectual, trastorno por déficit de atención (TDA) y a veces convulsiones. "Ella ha sido diagnosticada con ansiedad desde que era una niña”, dijo Chávez. “Es un síntoma del síndrome de X frágil, pero con años de terapia, ejercicio y socialización ha mejorado mucho. Ahora con este coronavirus, tiene miedo de ir a la tienda o incluso de salir a caminar", contó.
"Esto de estar encerrada en la casa le está afectando mucho. Para una niña con problemas como mi hija, la rutina tiene que ser primordial ", dijo Chávez. Las terapias de Ivanna fueron proporcionadas a través de la escuela, y los programas comunitarios en los que su hija estaba involucrada han sido cerrados debido a la pandemia.
Las historias de Gemma Chávez y Juana Ruiz nos llegaron a través de un formulario que compartimos con el público. Nos llegaron 152 respuestas al formulario en total. De las 152 respuestas, 33 personas nos dijeron que estaban luchando contra la depresión. Según un estudio hecho por el Kaiser Family Foundation, 36.5% de los adultos en los Estados Unidos informaron de síntomas de ansiedad o trastorno depresivo. Un aumento de 11% a partir del 2019.
Gemma y Juana mencionaron que sus hijas estaban mostrando síntomas y buscan concienciar sobre la
depresión infantil causada por la pandemia.
Si su hija/o está presentando síntomas de depresión puede llamar a la Línea Nacional para la Prevencion de Suicidio al 1(800) 273-8255. Se ofrece ayuda en español.
Claudia Ruiz Avonce de Stafford, Texas, ha notado que a su hija, Melani, de 15 años, también le hace mucha falta su rutina. Melani tiene retraso mental y autismo. “Los niños con necesidades especiales llevan una rutina. Cuando a ellos se les cambia todo es bien diferente. Antes llevaba una rutina de levantarse, ir a la escuela, llegar a la casa a las cuatro de la tarde y hacer su tarea y sus quehaceres de la casa y ahora teniendo que estar encerrada todo el tiempo es muy difícil para ella”, relató Ruiz. “Ella no sabe expresar lo que quiere o lo que necesita. En la mañana se levanta enojada, frustrada, peleando con todos y en las tardes está desesperada y dice: ‘Fuera, fuera, fuera’, que quiere ir afuera”. Ruiz tiene otros dos hijos de 13 y 11 años y ellos también han mostrado síntomas depresivos por estar encerrados.
Síntomas de depresión o ansiedad a los que prestar atención
El Dr. Ilan Shapiro es director médico de educación para la salud y el bienestar en los Servicios de Salud de AltaMed, también vocero de la Asociación Americana de Pediatras. Shapiro sugiere a los padres que estén atentos a los síntomas de depresión en sus hijos. “Nos cambiaron completamente las reglas del juego. Y parte del problema que tenemos con los niños es que ellos necesitan un ritmo, una rutina, y seguridad de lo que está pasando y todo eso lo perdimos,” explicó el especialista. “Especialmente aquí en los Estados Unidos, muchas veces la escuela es el único lugar donde reciben su comida, su seguridad emocional y su apoyo y cuando le quitamos eso, pues es difícil”.
“La depresión es el diagnóstico final pero muchas veces empiezan con dolor de cabeza, dolor de la panza, las cosas que les gustaban antes ya no les gusta, o estamos viendo mucho que no están durmiendo nada o ya ni siquiera salen a caminar”, advirtió Shapiro.
“Se lo pasan todo el tiempo pegados a la televisión o empiezan a no querer estar con la familia o platicar con los padres. Esos son señas de que hay algo raro allí”, continuó.
Shapiro ofreció algunas recomendaciones para los padres que observen algunos síntomas de ansiedad o depresión como los descritos: “Es muy importante que nosotros como padres empezamos a cuidarnos y ser un buen ejemplo. La segunda cosa que podemos hacer es hacerlos crear dibujos. En el momento en que hacen dibujos podemos ver lo que están sintiendo. Muchas veces no tienen las palabras para decir lo que están sintiendo, pero lo pueden expresar con colores tristes o cosas negativas adentro lo que están dibujando y eso está sacando toda esa energía negativa que ellos tienen. La otra parte es estar con ellos y preguntarles si saben lo que están pasando y escucharlos”, recomendó Shapiro.
Emilce Quiroz es estudiante del máster de periodismo bilingüe de la Newmark J School de
CUNY (Nueva York) que trabaja este verano en convenio con Univision Noticias.
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