Cómo romper el peligroso ciclo de la soledad

"Soy claramente un caso paradigmático de la mayoría silenciosa de hombres de mediana edad que no quieren itir que necesitan amistad, incluso aunque todos los indicios apuntan a lo contrario", escribió Billy Baker en su reciente exploración de la soledad masculina en The Boston Globe .
Quizás una de las razones por las que el artículo fue tan popular en Internet es porque muchas personas se sintieron identificadas: el año pasado el cirujano general Vivek Murthy, advirtió que los estadounidenses están "enfrentando una epidemia de soledad y aislamiento social".
Aunque 'voy a morir solo' es una queja común entre las personas solteras, desde un punto de vista científico la preocupación debería ser 'voy a morir si estoy solo'. La falta de conexiones sociales puede provocar inflamación y cambios en el sistema inmune, por lo que las personas solitarias son mucho más propensas a morir prematuramente. La soledad es más peligrosa que la obesidad y es casi tan fatal como el tabaquismo. La amenaza se considera tan grave que Inglaterra ha creado toda una "Campaña para Ponerle Fin a la Soledad".
Pero en un cruel giro, los más solitarios entre nosotros son candidatos a volverse aún más solitarios. Las personas con escasas conexiones sociales experimentan cambios cerebrales que hacen que sea más probable que vean los rostros humanos como una amenaza, haciéndoles más difícil vincularse con los demás.
Para obtener más información acerca de este problema y cómo resolverlo, recientemente hablé con John Cacioppo, psicólogo de la Universidad de Chicago, quien escribió un libro sobre la soledad y ha investigado el fenómeno ampliamente. A continuación, una transcripción editada de nuestra conversación.
Las personas se están volviendo cada vez más solitarias y, si es así, ¿por qué?
Cuando se analizan los estudios, se pueden observar niveles entre un 25% y un 48% [de personas que declararon estar solas]. He visto algunos estudios de Londres que sugieren que un 50% de los londinenses se sienten solos, pero eso no es con una muestra longitudinal, así que hay que tomarlo con cierta reserva.
La submuestra más grande es la del Estudio de Salud y Jubilación de Estados Unidos. Ésa es una investigación que el gobierno federal ha venido realizando desde hace décadas y ésos son los datos en los que yo baso nuestras propias estimaciones. Cuando nos fijamos en ese estudio, parece que la soledad es de alrededor de un 27% o 28%. Nuestros mejores estimados basados en el estudio implican que se ha incrementado en el orden de un 3% a un 7% en los últimos 20 años.
Eso no es enorme, ¿pero hay una explicación para ese repunte? ¿Es sólo que la gente está envejeciendo, y las personas mayores tienden a vivir solas?
En primer lugar, hay que matizar algo. Vivir solos, estar solos y el tamaño de nuestras redes sociales están apenas débilmente relacionados. Piensen en los pacientes en los hospitales: no están solos, tienen todo el apoyo que pudieran pedir, pero suelen sentirse muy solos. Hay una diferencia entre estar solo y sentirse solo. Las personas casadas suelen sentirse menos solas que las personas no casadas. Sin embargo, las personas casadas pueden sentirse extraordinariamente solas cuando se sienten distantes de sus cónyuges y familiares. Están tan débilmente correlacionados que necesitamos tomar el aislamiento objetivo y el aislamiento percibido y separarlos.
En los animales, no es separar un mono de cualquier compañero, sino separarlo de su compañero predilecto. Cuando hacemos eso, vemos los mismos efectos en estos monos que vemos en los seres humanos; se sienten solos.
Entonces, ¿por qué el leve repunte de la soledad?
Sabemos que hay una serie de factores culturales y factores ambientales. Por ejemplo, internet ha aumentado la conectividad. Pero si alguna vez usted se encuentra [mirando] sus textos y mensajes de correo electrónico en un evento con su familia, podría darse cuenta de que esas conexiones digitales no significan que usted se sienta más conectado.
Si utiliza esas conexiones [digitales] como una estación de paso —los niños suelen hacer esto; ellos usan Facebook para poder reunirse en algún lugar— se asocia con niveles más bajos de soledad. Si se utiliza como destino es distinto. Irónicamente, las personas solas suelen hacer esto, suelen retirarse socialmente porque les es agotador e interactuar digitalmente quizás como un ser no auténtico, les hace sentir más como si fueran aceptadas. Pero en realidad no les hace sentir menos solas.
Si la única aceptación que podemos obtener para nosotros mismos es una falsa representación en la web, eso no nos va a hacer sentir conectados. Pero si se analizan las citas en línea, se observa que se están usando para conocer a otras personas, no en vano eso tiende a estar asociado con niveles más bajos de soledad.
¿Por qué las personas que están solas interpretan las situaciones sociales más negativamente?
Hay dos maneras de analizar eso. Una es lo que está pasando preatentamente y otra es lo que está sucediendo conscientemente. Por ejemplo, cuando tenemos hambre, podemos sentirlo, deseamos comer. Su propósito es motivarnos a buscar comida antes de que tengamos tan poca energía que ya no nos alcance para buscar comida.
Y la soledad nos motiva a reparar o sustituir las conexiones que sentimos están siendo amenazadas o perdidas. Así que las personas le prestan más atención a la información social porque están motivadas a reconectarse.
Cuando tenemos hambre, somos mucho más sensibles a los sabores amargos que a los sabores dulces. La razón para esto es que los sabores amargos, evolutivamente hablando, estaban asociados con venenos. Lo que significa es que, si realmente tenemos hambre, escupimos los alimentos aceptables pero amargos, aunque estemos intentando encontrar algo para mantenernos vivos.
Lo mismo sucede con la soledad. Si se analizan los primeros humanos y otros homínidos, no eran uniformemente positivos hacia los demás. Nos explotamos unos a otros, nos castigamos unos a otros, nos amenazamos unos a otros, nos coaccionamos unos a otros. Y, por lo tanto, no es que no deseemos conectarnos con nadie, es que debemos preocuparnos por si son amigos o enemigos. Al igual que lo amargo contra lo dulce, lo venenoso contra lo no venenoso, si cometo un error y detecto a una persona como enemiga que resulta ser amiga, no hay problema, no entablo amistad tan rápidamente, pero puedo sobrevivir.
Pero si detecto erróneamente como amiga a una persona que resulta ser enemiga, eso me puede costar la vida. A lo largo de la evolución, hemos sido moldeados para tener esta inclinación.
Eso crea una expectativa, porque lo que espero es a menudo lo que veo. Si yo creo que usted va a ser hostil, voy a contestar las preguntas de forma muy diferente a si confío en usted.
Usted se motiva a conectarse. Pero las conexiones promiscuas con otros pueden conducir a la muerte. Se activa un mecanismo neuronal para hacernos dudar o desconfiar acerca de conectarnos.
Algunos estudios han revelado que la creación de más oportunidades para la interacción social, o incluso la mejora de las habilidades sociales, realmente no ayudan a reducir la soledad. ¿Por qué no?
A la interacción social a veces se le llama compromiso social, básicamente la idea es que la soledad se puede curar juntando a las personas. Como que, si no están solas, no se van a sentir solas. Las universidades piensan así, es por ello que tienen fiestas de bienvenida. ¿Recuerda usted las fiestas de bienvenida en la universidad? No funcionan.
Estar con otros no significa que nos vamos a sentir conectados y estar a solas no significa que nos vamos a sentir solos. Es posible, pero normalmente elegimos estar a solas.
Una nueva madre con un recién nacido que ama— le encanta jugar con el bebé— eso no significa que el esposo no deba darle un descanso, dejar que esté a solas y se regenere, que tenga algún tiempo para sí misma, para que pueda volver y continuar siendo absolutamente generosa, amorosa y cariñosa. Ese tiempo a solas mejora las conexiones sociales, no las reduce.
Entonces, ¿cómo debe ser el apoyo social en este sentido?
Existen programas como éste para ancianos muy solos. Proporcionan apoyo social, les traen comida, quizás se reúnen con ellos una vez al mes. Todo eso está realmente ayudando a estas personas. Su mayor temor es que van a morir y nadie lo sabrá nunca. Y que su cuerpo quedará sentado y se deteriorará, lo cual es un pensamiento bastante espantoso. Y el hecho de que los visitan una vez al mes les da consuelo.
Eso es algo diferente a hacerlos sentir menos solos. Están recibiendo apoyo social, se está abordando un problema serio, pero con esto no se va a reducir mucho sus niveles de soledad. Sólo resuelve el miedo existencial de que nadie sepa no solo que estuvieron alguna vez en este planeta, sino que incluso murieron.
¿Cómo se puede hacer terapia para tratar de ayudar a las personas que piensan que están solas, pero que no obstante están recelosas de conectarse con la gente?
Lo que enseñamos es todo un conjunto de habilidades: ¿cómo leer el rostro, la voz, la postura de la gente? Y les mostramos cuán incorrectas pueden ser esas lecturas. Así que hay maneras y pueden conducir a respuestas correctas, pero también pueden dar lugar a respuestas muy incorrectas y mostramos cómo sucede eso.
Entonces, ¿cómo se puede verificar? Estamos abiertos, pero vigilantes. Probamos hipótesis. Así que, si estamos en una fiesta, podríamos hablar con otras personas y darles una oportunidad.
La otra cosa que hemos mostrado es que la soledad, curiosamente, está relacionada con un aumento en el egocentrismo. La autopreservación depende más de la atención a los resultados cuando estamos solos que cuando tenemos muchas conexiones. A vece] si hablas con una persona solitaria, te empiezan a hablar y no puedes escapar. Entonces, ¿cómo se puede compartir en lugar de simplemente acosar con preguntas? Se trata de interacciones, de sinergia, de reciprocidad.
¿Qué consejo le daría usted a las personas que se sienten solas? ¿Existen medidas prácticas que pueden tomar?
La soledad es uno de los grandes malentendidos. Se confunde con 'estar a solas' y eso lleva a intentos de resolver el problema que no resuelven el problema en lo absoluto. Y si se intenta suficientes veces, uno se empieza a sentir como, 'bueno, nunca podré solucionar esto, soy un inútil'. Y entonces es cuando uno empieza a retirarse del ámbito social.
El propósito de la soledad es como el propósito del hambre. El hambre se ocupa del cuerpo físico. La soledad se ocupa del cuerpo social, que también se necesita para sobrevivir y prosperar. Somos una especie social.
Un concepto que la gente tiene intuitivamente es que sólo se trata de estar con otras personas y ya hemos hablado de que eso es erróneo. Lo otro es que se trata de apoyo social. 'Necesito más apoyo'. Y eso no funciona muy bien, porque la lógica de eso es que no es recíproco. Simplemente obtener apoyo en realidad no nos hace sentir muy bien. Ésta es una de las razones por las que cuando hacemos algo por otros, tendemos a sentirnos bien. Si vamos a cocinar a un comedor popular, de repente empezamos a descubrir que la gente puede ser realmente muy amable, responde con gratitud.
La tercera cosa común es que se trata de las habilidades sociales, que las personas con falta de habilidades sociales son las que están solas. Bien, ¿adivinen qué? Ése no es el caso. Es cierto que quien tiene habilidades sociales realmente malas, es más probable que esté solo. Pero muchas personas que se sienten solas tienen grandes habilidades sociales. Los millonarios y los multimillonarios tienden a sentirse solos. Muchos atletas a menudo se sienten solos. Muchas personas quieren su amistad, pero ¿cómo se sentiría usted si todo el mundo quisiera ser su amigo? Usted tendría la interpretación alternativa de que quieren beneficios materiales o sociales que usted podría darles.
Ésta es la razón por la que algunos atletas [famosos] de vecindarios [pobres] no rompen esos lazos, aunque claramente se beneficiarían si tuvieran que hacerlo. Ésas son las únicas relaciones saben que son reales, son auténticas.
¿Hay algo que las personas solitarias deberían hacer de forma proactiva, como ir a un club del libro o un comedor popular?
Hacer servicio voluntario en algo que disfrutan. He desarrollado el acrónimo EASE (en inglés 'facilitar'), que se refiere a facilitar el camino de regreso a las conexiones sociales. La primera E significa "extenderse", pero extenderse de manera segura. Poco a poco.
La A es para 'tener un plan de acción'. Se tiene que reconocer que esto puede ser algo difícil. No tenemos por qué caerles bien a la mayoría de las personas y de hecho mucha a gente no le caemos bien. Así que hay que lidiar con eso, no se les está juzgando, suceden muchas cosas. Pueden preguntarles a otras personas [sobre sí mismas], hacerles hablar acerca de sus intereses.
La S es para 'socializar con colectivos'. A las personas les caen bien las personas que son similares, las personas que tienen intereses, actividades y valores similares. Eso hace más fácil encontrar una sinergia.
Y, por último, cuando se hacen esas cosas, se debe 'esperar' lo mejor. La razón de esto es intentar contrarrestar esta hipervigilancia de amenazas sociales.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.