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CityLab Política

Por qué las ciudades serán núcleos de protesta en 2017

La autora Sarah Jaffe arroja luz sobre por qué las zonas urbanas son epicentros para las manifestaciones.
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22 Ene 2017 – 12:47 AM EST
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Una manifestante en Washington DC, durante el día en el que Trump asumió la presidencia. Crédito: ZACH GIBSON/AFP/Getty Images

En mayo de 2012, en el apogeo de las manifestaciones de Occupy Wall Street, la periodista Sarah Jaffe dio un paseo por la ciudad de Nueva York. Al detenerse junto al edificio del The New York Times, presenció una protesta que se desarrollaba en el lugar. A unas cuadras de distancia, en Bryant Park, otros manifestantes se habían reunido. Mientras caminaba hacia el Bajo Manhattan, encontró varias más. "Y pensé, 'Bueno, algo está pasando aquí'", dice Jaffe.

No era sólo Occupy Wall Street. Jaffe reconoció la energía de los disturbios que había estado bullendo en Estados Unidos desde la crisis financiera de 2008 y se extendió hasta el movimiento en defensa de la vida de las personas de raza negra, la lucha por salarios justos y los enfrentamientos sobre políticas ambientales. Jaffe unió estos movimientos en un libro, Necessary Trouble: Americans in Revolt, que fue publicado este verano pasado.

En noviembre, después de que Donald Trump fuera elegido Presidente de Estados Unidos, Jaffe casi deseó haber esperado. Conforme las protestas encendían ciudades de todo el país y se ponían en marcha los planes para manifestaciones masivas en torno a la investidura, Jaffe identificó el mismo trasfondo de descontento que había activado los movimientos en los que estuvo inmersa durante años.

Usted ha estado atenta a las protestas y los movimientos en Estados Unidos desde 2008. ¿Qué ha aprendido acerca de los factores que fortalecen una manifestación?

Lo que los movimientos desde 2008 han hecho, con diversos grados de ‘éxito’, no son sólo marchas masivas para protestar, sino intentar ser realmente disruptivos de nuevas maneras. El Tea Party —que era un movimiento popular disruptivo por sí mismo— se las arregló para empujar a los republicanos a hacer lo que querían hacer, que era obstruir cualquier cosa que Obama quisiera hacer. Y Occupy Wall Street fue poderoso porque era diferente de lo que esperábamos. Esas manifestaciones no fueron sólo una marcha. Si los de Occupy Wall Street hubieran caminado a través de Wall Street un sábado y luego se hubieran ido a casa, a nadie le habría importado. Pero fue el hecho de que permanecieran—lo cual puede decirse de la protesta de Standing Rock, también— lo que realmente hizo que la gente prestara atención.

Parece que los nuevos usos del espacio público son también un factor que influye en la forma en que las manifestaciones luchan por el poder actualmente. En la protesta laboral en Madison hubo gente durmiendo en bancos fuera de los edificios del gobierno, y el movimiento Occupy se decantó por ocupar parcelas de tierra de las ciudades. ¿Cuál es el significado de esto?

En cuanto a ocupar espacios en las ciudades, lo que resulta poderoso del movimiento Occupy es que es que a pesar de que puedas estar en la ciudad de Nueva York y te encuentres a un millón de personas en la calle cada día, realmente no te comunicas con ellas. La manifestación de Occupy era el espacio en el que las personas podían realmente hablar unas con otras y tenía el propósito de que hablaran entre sí.

El movimiento Lucha por los 15 [que busca mejorar el salario mínimo] comenzó en la ciudad de Nueva York porque hay como cinco restaurantes de comida rápida por cada dos cuadras, y era muy fácil reunir a todas estas personas. Eso viene del libro de David Harvey, Ciudades Rebeldes: la idea de que en las zonas urbanas se tienen estos espacios donde se puede incubar la resistencia y las ideas políticas. Se puede observar que los aumentos del salario mínimo van de ciudad en ciudad, partiendo de Seattle hacia el resto. Vemos que se están comenzando a pagar los días de enfermedad en las ciudades. Todo eso demuestra todo lo que se puede hacer realmente.

¿Cuál será el curso de acción más eficaz para que la gente se organice y manifieste en los próximos años?

Mucho de este trabajo saldrá de las ciudades. La mayoría de los alcaldes de las mayores ciudades son demócratas, y si se quiere avanzar en cuestiones como la policía y la inmigración, ésas son las primeras palancas que hay que mover.

Sabes, un millón de personas pueden marchar en Washington, y [Donald Trump] simplemente se va a reír y aún será presidente. Pero lo que los movimientos pueden hacer es involucrar personas y llevarlas a contestar la verdadera pregunta en el futuro, que será: ¿Qué es lo que la gente necesita? ¿Qué es lo que no están recibiendo de los políticos actuales? Luego, si realmente planeamos y les exigimos cosas a los gobiernos municipales, y esperamos soluciones que puedan implementarse en dos años a partir de ahora, y luego en cuatro años a partir de ahora, será una verdadera fuente de poder.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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