Más de 33 horas atrapados en la mina: rescatistas trabajan sin descanso para sacar a los 10 mineros
Unos 230 rescatistas trabajan a contrarreloj y por turnos en la misión de sacar a los 10 mineros que quedaron atrapados en un yacimiento de carbón que colapsó el miércoles en la tarde en México, tras el colapso e inundación de un pozo, mientras los familiares desesperados reclaman celeridad y no pierden las esperanzas de que salgan vivos.
Los 10 mineros ya tiene más de 33 horas confinados en la mina “Las Conchas”, en Coahuila, unos 1,130 km al norte de Ciudad de México, de la que pudieron salir otros cinco trabajadores. De estos últimos, dos ya han sido dado de alta hospitalaria.
Elementos del Ejército y brigadistas trabajan por turnos para desaguar el pozo con la ayuda de ocho bombas de extracción, mientras esperan la llegada de otros 17 equipos de bombeo con mayor capacidad para agilizar los trabajos, informó el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme.
La mina colapsada tiene tres pozos interconectados por donde se extrae el carbón, según un diagrama que presentó el ejército.
El accidente ocurrió cuando al excavar, los trabajadores se toparon con un área contigua llena de agua "que al derrumbarse provocó una inundación", explicó la coordinadora de Protección Civil.
La mina colapsada es del tipo denominado "pocito", muy utilizada para extraer carbón en Coahuila.
En las próximas horas se espera el arribo al lugar de una aeronave de la Guardia Nacional con seis buzos de las fuerzas especiales que ingresarán a los pozos para rescatar a los mineros, informó el oficial.
Son infraestructuras artesanales que suelen ser peligrosas para quienes trabajan en ellas pues no tienen infraestructura de concreto que proteja a los trabajadores de derrumbes como una mina industrial, explicó el ingeniero metalúrgico Guillermo Iglesias a una radio local.
Además de los equipos de diferentes dependencias que trabajan en el lugar hay equipos médicos y también psicólogos, para dar atención a las familias de los mineros que no se apartan del lugar esperando que los puedan sacar pronto.
La desesperación de los familiares de los mineros atrapados
Desde el lugar, el periodista de Univision Pedro Ultreras describió que se vivió una noche de desesperación, en la que los familiares de los mineros atrapados fueron llegando y acampan en el lugar mientras esperan noticias de sus seres queridos.
Blasa Maribel Navarro es una de las que aguarda tras el perímetro de seguridad conformado por agentes de la Guardia Nacional.
Su primo Sergio Cruz, de 41 años, llevaba solo dos meses trabajando en esta mina, pero varios años en el peligroso oficio de extraer carbón para mantener a sus dos hijas.
"Es que siempre es la inseguridad del trabajo", lamenta Navarro.
"Con el riesgo que hay y la necesidad (...) en casa, es a lo que llegan ¿verdad? a trabajar en estos lugares", añade la mujer, que, pese a todo, mantiene la esperanza de verlo con vida. "Porque confiamos en Dios", sentencia.
Jesús Mireles Romo, de 24 años, fue de los primeros en llegar al lugar del accidente, incluso antes que las autoridades. No se ha movido del lugar desde la tarde del miércoles cuando supo del accidente.
Su padre, José Luis, es uno de los diez mineros que parmanecen bajo tierra.
"Me duele la desesperación, no saber qué pasa, ¿hasta cuándo voy a volver a verlo?", dijo a la AFP mientras su voz se resquebraja entre llanto y angustia.
"Es doloroso ver a tus hijos que no pierden la esperanza de volver a ver a su papá", dijo Claudia Romo, la madre de Jesús, de 45 años.
López Obrador pide celeridad en la tarea de rescate de los mineros
"Aquí el tiempo es muy importante, así que estamos muy concentrados (...) para poder rescatar cuanto antes a los mineros", declaró el jueves Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, durante la conferencia diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Lo que quiero con toda mi alma es que rescatemos a los mineros", expresó a su vez el mandatario. "No hay que perder la fe", añadió, dirigiéndose a las familias de los trabajadores.
El gobernador Riquelme explicó a la prensa que los planos de la mina "no estaban actualizados" y que "no se tenía noción" de las condiciones de la mina.
Desde las afueras de la mina el obispo de la diócesis de la localidad norteña de Piedras Negras, Alonso Garza, se quejó de las malas condiciones en las que laboran los mineros y solicitó a las autoridades y empresarios “condiciones dignas de seguridad” para los trabajadores. “Cada vez que sucede una desgracia se dice ‘ahora sí’ y lamentablemente pues ahora no”, agregó.
En junio de 2011, siete mineros murieron tras el colapso de otra mina de carbón en la región de Múzquiz, también en Coahuila, principal productor de dicho mineral en México.
El más grave accidente minero en esta región, fronteriza con Estados Unidos, ocurrió el 19 de febrero de 2006, cuando una explosión de gas en la mina Pasta de Conchos, controlada por el conglomerado Grupo México, provocó la muerte de 65 trabajadores.
Solo dos cadáveres fueron rescatados luego de esa tragedia.