Maduro encarcela al exjefe de inteligencia y hombre de confianza de Hugo Chávez
CARACAS, Venezuela.- En medio de rumores sobre el descontento en el seno de la Fuerza Armada venezolana y tras la captura de 19 oficiales del Ejército acusados de rebelión militar y traición a la patria, el gobierno del presidente Nicolás Maduro detuvo la tarde de este martes al exministro de Interior y Justicia, mayor general Miguel Rodríguez Torres, antiguo hombre de confianza en labores de inteligencia del fallecido exmandatario Hugo Chávez.
"Queremos denunciar a Venezuela y al mundo que el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia) acaba de detener a Miguel Rodríguez Torres, quien se encontraba en el evento de Mujeres del MADDT (Movimiento Amplio Desafío de Todos) en el Hotel President de Caracas”, informó Sergio Sánchez, vocero de este movimiento creado por el militar retirado luego de romper relaciones con el oficial Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el gobierno chavista.
La estatal Venezolana de Televisión (VTV) confirmó la aprehensión de Rodríguez Torres y justificó la medida señalando que estaba “requerido por la justicia al estar incurso en acciones contra la paz y tranquilidad pública, y en conjuras y complots que perseguían la intención aviesa (torcida) de atentar contra la unidad monolítica de nuestra Fuerza Armada”.
Tratando de "sujeto" a quien fuera una de las figuras más poderosas de la revolución chavista, VTV recordó que “fue echado del gobierno bolivariano (en 2014) al comprobársele vinculaciones con organismos de inteligencia de Estados Unidos”. En su momento, Rodríguez Torres respondió que, con la anuencia de Chávez, “siempre tuve relación con la CIA” por ocupar la dirección del mismo Sebin que hoy lo detuvo.
Uno de los 19 uniformados encarcelados por rebelión, el teniente coronel del Ejército Eric Peña Romero, se desempeñó como ayudante de Rodríguez Torres, quien además participó en la conformación del Frente Amplio Venezuela Libre. Este frente fue lanzado por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el jueves 8 de marzo junto con disidentes del oficialismo y organizaciones de la sociedad civil para “rescatar la democracia y cambiar al Presidente” a través de “elecciones libres y justas”.
La crisis venezolana, caracterizada por una inflación anual de 6,147%, una escasez de casi cualquier alimento y medicina, y la devaluación extrema de la moneda, parece estar sacudiendo los cimientos de la Fuerza Armada, según analistas. “Por primera vez en seis años incluyo en mis escenarios ‘coup d’etat’ (golpe de Estado), no con alta probabilidad pero sí como una variable en aumento sostenido”, declaró la abogada Rocío San Miguel, experta en temas militares y directora de la ONG Control Ciudadano.
La decisión de Maduro de adelantar los comicios presidenciales para el próximo 20 de mayo ha aumentado la crispación política. La MUD ha dicho que no competirá en esas elecciones, que han sido calificadas como ilegítimas por la comunidad internacional por la falta de garantías. “Hay una enorme presión dentro de la Fuerza Armada que ha ido en aumento en estos dos últimos años, con detenciones, deserciones y numerosas solicitudes de baja de efectivos militares”, alertó San Miguel.
Una caída de la gloria al destierro
Experto en labores de investigación y operaciones clandestinas, bajo la gestión de Chávez el oficial retirado comandó la extinta Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), y posteriormente fundó y encabezó el Sebin, organismo que este martes 13 lo encarceló y se cree que lo entregó a la Dirección de Contrainteligencia Militar, donde podría estar recluido.
Al margen del análisis de politólogos y académicos, quizás el que mejor reseñó el impacto de la detención de Rodríguez Torres fue un portal humorístico El Chigüire Bipolar. “Nunca el dicho ‘cavó su propia tumba’ había sido tan literal”, tituló el espacio satírico. Alude a "la tumba", un espacio de reclusión con celdas de 2x3 metros en la sede del Sebin en Caracas, cuya construcción se atribuye al mayor general Rodríguez Torres y donde habrían sido torturados decenas de opositores en las protestas de los últimos años.
Luego de asumir la presidencia en abril de 2013, Maduro lo designó ministro de Interior dada la confianza que Chávez tenía en él. Al frente de ese despacho, buscó frenar la ola de protestas de 2014, que concluyó con 43 muertos y más de 3,000 retenidos. La embestida represiva incluyó el encarcelamiento del líder del opositor partido Voluntad Popular, Leopoldo López, quien actualmente cumple una condena de casi 14 años de prisión en su residencia, después de recibir en julio de 2017 el beneficio procesal de arresto domiciliario.
El mandatario removió a Rodríguez Torres en octubre de 2014 y dijo que solo le daría "15 días de descanso para que vaya a una nueva misión estratégica". Pero el militar jamás volvió al gobierno. Su salida del ministerio se relacionó con un operativo que ordenó en el centro de Caracas y en el que fueron asesinados cinco de un “colectivo”, nombre que reciben las bandas paramilitares del chavismo. A consecuencia de la masacre, los sectores radicales de la revolución pidieron su destitución.
Dentro del gobierno, Rodríguez Torres tenía en el constituyente Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV y segundo hombre del chavismo, a un amigo y aliado. Sin embargo, según reportes de medios, desde hace meses estaba en la mira del vicepresidente de la República, Tareck El Aissami. El portal chavista Aporrea publicó en enero de 2017 que El Aissami perseguía al oficial retirado porque “tendría en su poder pruebas sobre ciertos actos, que de ser revelados podrían obstaculizar alguna intención de El Aissami de optar por la Presidencia de la República, tras el mandato del presidente Maduro”.
Rodríguez Torres apoyó el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 encabezado por Chávez, y también fue el encargado de pronunciar el último discurso frente a la tumba del fallecido expresidente. “La entrega absoluta de este moderno Libertador, su desprendimiento y abnegación, no son asuntos recientes (…). Carente de toda muestra de egoísmo o individualismo, el comandante Chávez fue capaz hasta de sacrificar su vida por el pueblo y sus esperanzas”, expresó compungido ante el féretro.
Caído en desgracia, la cúpula del chavismo lo tacha de "traidor, corrupto y asesino". La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, una chavista a ultranza, solicitó su captura por su presunta vinculación con fue capturado con vida por las autoridades el pasado 15 de enero y que luego fue declarado muerto por el gobierno junto con otras seis personas.
En febrero la Contraloría General de la República inhabilitó a Rodríguez Torres por un año debido a supuestas irregularidades en su declaración jurada de patrimonio. Esta decisión, similar a la aplicada contra dirigentes de la oposición como el exgobernador Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López, le impide optar por la silla presidencial. “Han buscado cualquier manera de involucrarme en algo que sea un delito para sacarme del juego político y resulta que yo voy a seguir ejerciendo los derechos que la Constitución me otorga”, reaccionó.