Miles de nicaragüenses huyen a Costa Rica tras la cacería desatada contra manifestantes, estudiantes, médicos y activistas de derechos humanos. Tras la “operación Limpieza” ejecutada por policías y grupos paramilitares afines al gobierno, quienes estuvieron frente a las protestas contra Daniel Ortega son buscados casa por casa y perseguidos por las montañas. Muchos tienen que cruzar montes y ríos para pasar la frontera controlada por el ejército nicaragüense que, lista en mano, detiene a quienes encuentra. Familias con niños, jóvenes y mayores deben solicitar cita para pedir asilo en el puesto fronterizo costarricense de Peñas Blancas.