El anuncio de que el gobierno federal está cambiando su política sobre el uso de tejido fetal humano en la investigación médica, diseñado para complacer a los grupos contra el aborto que han apoyado firmemente al presidente Donald Trump, podría poner en peligro prometedoras investigaciones para frenar enfermedades como el VIH, el Parkinson y la diabetes. Aclaramos algunas dudas sobre la cuestión.