null: nullpx

Un joven sobrevivió a un accidente con un cable de alta tensión que lo dejó sin brazos y sin una pierna; ahora busca ayuda para continuar con su vida

Como consecuencia de las gravísimas quemaduras por la corriente de alta tensión, a Jandy Peralta le extrajeron costillas, le injertaron piel y le amputaron tres extremidades.
Publicado 1 Feb 2024 – 11:45 AM EST | Actualizado 1 Feb 2024 – 08:39 PM EST
Comparte
Cargando Video...

A sus 18 años, Jandy Peralta conoció el infierno. Así describe él la experiencia que vivió luego de que quedó pegado a un cable de alta tensión que electrocutó su cuerpo hasta causarle graves quemaduras.

“Se explotó un cable y ¡pum!, ahí cambio mi vida. Empecé a ver en blanco. Mi cuerpo se destrozaba por dentro. El dolor se convierte en insoportable. Un infierno”, dice el joven de República Dominicana.

Jandy se encontraba pintando un departamento, cuando el accidente sucedió. Quedó colgando desde un cuarto piso. Su cuerpo echaba humo después de haber tocado una línea de alta tensión.

Calcinado e inconsciente fue rescatado y trasladado a un hospital. Ahí continuaron las tragedias. Como consecuencia de las gravísimas quemaduras, a Jandy le extrajeron costillas, le injertaron piel y le amputaron una pierna. Pero todavía faltaba lo peor.

“Me dijeron: ‘hay que cortarte los brazos’. Yo no tuve una elección”, recuerda Jandy, quien requirió meses de recuperación para adaptarse a su nueva vida.

Tan pronto le quitaron las vendas, el muchacho aprendió a tomar el lápiz y con una determinación impresionante comenzó a dibujar y escribir en un cuaderno, expresaba sus más íntimos pensamientos y su batalla contra la depresión.

Otra cirugía

Tiempo después requirió otra cirugía para cortar aún más su pierna afectada. Gracias a la donación de una prótesis y jornadas de terapias durante la pandemia comenzó a dar sus primeros pasos.

“Mucha gente me decía: ‘tú no vas a caminar en dos años’, y yo dije: ‘voy a caminar’. Me dolía cada paso que daba, pero lo di. Si esto es lo que me toco, pues vamos a enfrentarlo”.

El joven, que ahora tiene 23 años, buscó independizarse de su familia, aprendió a cocinar y regresó a la escuela, pero cuando buscó trabajo no se le abrieron las puertas, así que él tomó la decisión de ser taxista.

“Las oportunidades no existen, tú eres el que las tiene que crear. Yo dije: ‘voy a conchar (conducir)’”, dice el joven.

Jandy cuanta que a falta de brazos muchos pasajeros se mostraban temerosos de que no tuviera las habilidades para conducir. También cuanta que se le caían las monedas cuando le pagaban los clientes.

“Pero yo estaba seguro de mí y seguro de lo que yo quería: darle confianza a los demás que se vayan montando (al auto)”.

Desafortunadamente el auto que Jandy usaba para su servicio de taxi ya era muy viejo y desde hace meses tiene una falla en el motor porque lo que el joven se ha quedado sin el sustento que le daba este trabajo.

Las personas que deseen ayudar a Jandy a reparar las averías del auto con una aportación económica pueden arlo directamente a través de los siguientes números: 1 829 228-0800 y 849 806 1855.

Lo recaudado servirá para ayudar a este joven que a pesar de los retos que le presenta la vida sigue manteniendo su optimismo.

“A todos los retos que la vida me ha presentado yo les he dicho: ‘¿Qué hago? ¿Lo dejo para mañana?’ Aprende a dar lo mejor de ti con lo que tú tienes sin esperar lo que tú necesitas”.

Mira también:

Cargando Video...
Niño prodigio de la música que tocaba una batería de objetos reciclados cumple su 'Sueño Navideño'
Comparte
RELACIONADOS:Depresión