No portan armas sino platos de comida, medicinas o botellas de agua. Se trata del ejército de voluntarios que han venido de diferentes partes del mundo para asistir a los refugiados que huyen de la guerra y llegan diariamente a la frontera entre Polonia y Ucrania. Algunos ofrecen servicios de traducción y otros como el doctor alemán Peter Haarmann ayudan con productos médicos.
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