'Mi marido tiene más familia' dijo adiós con un final repleto de esperanza, cariño y unión
La familia Córcega y todos los personajes de 'Mi marido tiene más familia' nos regalaron un final lleno de amor, ternura, reconciliación y sabiduría. Te invitamos a revivir los mejores momentos del desenlace.
El amor acompañó a todos los corazones
La telenovela nos demostró que la familia es el mejor refugio. A lo largo de la historia los personajes atravesaron por sufrimiento, tragedias y despedidas. Sin embargo, el calor de la familia y de los amigos fue un sostén para no caer en un abismo.
Así lo entendieron Julieta, Robert, Susana, Pancho López, Eugenio, Blanca, Daniela, Neto y Grecia. Cada uno pasó por eventos que marcaron sus vidas, pero el amor y la compañía los sacó adelante.
En el último episodio todos se fueron de viaje a una hermosa playa y rodeados del mar reafirmaron los lazos de amor que los unen. Julieta y Robert recibieron por parte de Blanca y Eugenio la tarea de velar por los Córcega y los suyos. Ellos aceptaron con ilusión cuidar a cada miembro de la familia.
Daniela jamás olvidará a Gabriel
Su vida su quebró con su muerte. Daniela vivió el peor dolor con el fallecimiento de Gabriel. Pero su alma descansó al saber que Guido fue castigado por haber cometido el asesinato. Además, no se dio por vencida, pues sus tres bebés la necesitaban fuerte y valiente.
Ella juró jamás olvidarse del amor de su vida y llevarlo siempre en el corazón. A pesar de su ternura y de saber que también la amaba profundamente, Daniela fue sincera con Carlos y le pidió ser amigos, pues su prioridad serían los tres pequeños 'ositos' que llegaron a iluminar su vida.
El beso que consagró el amor de Aristemo
Después de luchar contra muchos obstáculos dentro y fuera de su familia, Ari y Temo encontraron la paz en su relación. Finalmente, el momento que todos sus fans esperaban llegó. Sí, el beso que sellaría su amor sucedió en medio de una noche muy especial.
Neto recuperó a su familia, pero seguirá solterito
Neto llegó a Oaxaca con el alma partida. El abandono de su esposa y la deportación transformaron sus días. La aparición de Grecia fue un respiro y una nueva ilusión. Su amor creció hasta convertirse en una hermosa realidad que salvó a ambos de sus miedos.
Neto tenía la ilusión de casarse con ella, y frente al mar le pidió matrimonio. Sorpresivamente, Grecia rechazó la propuesta, pero no por falta de amor. No, ella le explicó que prefería disfrutar de su noviazgo sin prisas y no perder la magia de su relación.
Tras la sinceridad de sus palabras, Neto le agradeció y junto a sus hijos se dieron un fuerte abrazo sin saber que su exesposa los veía con tristeza en la lejanía.
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