De una venganza nació el amor en La Desalmada: los pasos que Fernanda y Rafael dieron para amarse

De regreso en Ichámal para poner en marcha su venganza contra Octavio por el asesinato de su esposo y por el abuso que sufrió, Fernanda fue confundida con un ladrón. Rafael interceptó su paso y la derribó de su caballo para darle un puñetazo en la cara. Aclarada su identidad y el error, él trató de disculparse por la agresión, pero recibió un fuetazo como respuesta.

Tras sus constantes encuentros explosivos, Fernanda y Rafael quisieron ponerles punto final aprovechando una carrera de caballos. Mientras él pondría en juego una fuerte suma de dinero, ella un beso. Para mala suerte de Fernanda, uno de sus enemigos le puso una trampa y terminó perdiendo la apuesta. Así, en un descuido el hijo de Octavio la besó en los labios.

Isa ya veía recuperada su vida de lujos, pero bastó un instante para que todo cambiara. Rafael se arrepintió de casarse justo al dar el 'sí', y se marchó de la iglesia desesperado por buscar a Fernanda. Una vez con ella le aclaró que no se casó y que la amaba profundamente. Pronto sus almas lucharían por estar juntas.

Decidida a vivir una nueva oportunidad en el amor, Fernanda se escapó con Rafael para estar a solas. Luego de su primera noche de pasión juntos, ella despertó con un hallazgo que convirtió su ilusión en terror: el dije del hombre que abusó de ella en el pasado se encontraba en el pecho de su amado. Horrorizada, se marchó con la certeza de que Rafael era su verdugo.

Segura de que Rafael era el hombre que arruinó su vida en el pasado, Fernanda tomó su pistola y al verlo cerca del río le disparó para herirlo en la espalda. Él logró sobrevivir, pero con el peligro de no volver a caminar. El tiempo le mostraría a La Desalmada su error: Rafael le confesó que fue Octavio quien le regaló el dije que ahora portaba con orgullo. Arrepentida por el ataque, comenzó un nuevo plan para vengarse del 'Toro' Toscano.

Empujada por el deseo de justicia, Fernanda aceptó casarse con Rafael para vivir bajo el mismo techo de Octavio y tenerlo vigilado. Acompañados de amigos y familiares, la pareja unió sus vidas sin que en ella no dejara de pesar una sensación de remordimiento.

La aparición de César encendió los celos de Rafael. Ver a Fernanda junto a él siempre lo llenó de rabia. Pero ese sentimiento se elevó a los cielos cuando por culpa de Julia unas fotos llegaron a sus ojos. Octavio le juró a su hijo que eran la prueba innegable de la infidelidad y él quedó convencido. Fernanda fue confrontada y recibió todos los reclamos de su esposo.

Cansada de las trampas de Octavio, Fernanda decidió romper el silencio y acusarlo de ser un criminal y de haber abusado de ella. La verdad salió a la luz frente a Rafael, quien no podía dar crédito a las palabras de su amada contra el hombre que más ira.