Era el 30 de octubre del año 2000 cuando Verónica Castro, quien se había ausentado de la televisión y los escenarios, dejó sin taxis a la Ciudad de México por el desfile que sus choferes le realizaron antes de proclamarla su reina. La actriz y cantante habló en ese momento ante las cámaras de El Gordo y La Flaca para agradecer al público y así lució en su concierto.