Nuestra presentadora no pudo evitar el llanto luego de escuchar los desgarradores testimonios de violencia y miedo de los niños de un albergue ubicado en Reynosa, Tamaulipas, a pocos metros del Río Bravo, en donde decenas de familias centroamericanas esperan ser atendidas mientras se acerca el fin del Título 42. Algunos pequeños contaron su deseo de volver a ver a sus padres y la travesía para llegar a los Estados Unidos.