Volkswagen se declara culpable de tres cargos criminales relacionados al escándalo de las emisiones de sus motores diésel

Este viernes en la corte de Distrito de Estados Unidos en la ciudad de Detroit, Volkswagen se declaró culpable de tres cargos delictivos derivados del escándalo relacionado a las emisiones tóxicas ilegales de sus motor cuatro cilindros turbo-diésel, conocido como TDI.
El representante legal del fabricante Manfred Doess se dirigió al juez que presidió la audiencia y en términos inequívocos declaró que, “Volkswagen AG se declara culpable de los tres cargos porque es culpable de todos ellos.”
Los cargos imputados a Volkswagen son los de conspiración para cometer fraude, obstrucción de justicia e importación de bienes bajo premisas falsas. Volkswagen falsificó los resultados de las pruebas de emisiones de sus vehículos equipados con motores TDI necesarias para su certificación en nuestro país, los cuales la compañía sabía que superaban el límite legal permitido por la Ley de Aire Limpio de Estados Unidos en un 4,000%. Sólo en Estados Unidos 580,000 vehículos de la marca contenían un software ilegal utilizado por Volkswagen para la falsificación de los datos de las emisiones de estos motores.
La isión de culpabilidad fue un requisito establecido por los términos de un acuerdo extrajudicial al que el golpeado fabricante alemán llegó con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Según el acuerdo Volkswagen deberá además de pagar multas criminales en el orden de 4,300 millones de dólares.
Se estima que el costo del escandalo ascenderá a cerca de 25,000 millones de dólares en pagos por multas, restituciones e indemnizaciones a clientes, distribuidores, concesionarios, reguladores ambientales y gobiernos estatales. La compañía enfrenta procesos similares en varias jurisdicciones fuera de Estados Unidos.
Aparte de los cargos criminales contra la corporación el departamento de Justicia imputó cargos criminales también contra siete de sus ejecutivos, cinco de los cuales aún se encuentran en Alemania y no han podido ser imputados.
A pesar del notorio escándalo , Volkswagen cerró el año 2016 por primera vez en su historia como el fabricante de automóviles más gran del mundo, desplazando a Toyota del primer lugar que había alcanzado en 2008, gracias en gran parte a su extraordinario desempaño en el mercado chino.
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