Quién tiene derecho a quedarse con el anillo de compromiso cuando una pareja rompe la relación
Cuando Jennifer López y Ben Affleck se comprometieron por primera vez, en 2002, él le regaló un anillo muy caro. Se dijo que el anillo de compromiso estaba valorado en $2.5 millones y era obra del joyero de lujo Harry Winston.
Después de romper en 2004 sin casarse, JLo dijo que tenía la intención de devolverle el anillo a Affleck.
Lo hiciera o no, la cuestión es si tenía derecho a quedárselo. La respuesta puede ser importante para cualquiera que esté comprometido, casado o incluso pensando en casarse.
Nadie sabe con certeza cuántos compromisos terminan en una ruptura, aunque hay estimaciones de que aproximadamente son uno de cada cinco.
Como profesores de derecho, con frecuencia hablamos con los estudiantes y con nuestros propios familiares sobre obsequios en el marco del matrimonio. Y de hecho los estudiantes a menudo nos preguntan quién es el dueño del anillo de compromiso si las parejas no se casan o si finalmente se divorcian.
También quieren saber qué pasa si les roban el anillo.
Si bien los impuestos, las leyes y los seguros no son temas muy atractivos, el matrimonio nunca ha sido solo una cuestión de romance. También es una asociación con repercusiones económicas.
Anillo de compromiso, algo raro antes del siglo XX
Aunque eran bastante raros hasta hace unos 100 años, aparentemente el emperador Maximiliano le dio el primer anillo de diamantes de compromiso a María de Borgoña en 1377.
No fue hasta el final de la Gran Depresión que una sofisticada campaña publicitaria creó un mercado de anillos de compromiso de diamantes en Estados Unidos.
Para 1940, el 10% de las novias recibían anillos de diamantes. Y para 1990 ya era el 80%.
Impulsados por la creencia de que el anillo debería costar lo que ganaba el hombre en tres meses, los caros regalos crecieron en popularidad entre 1935 y 1965.
La profesora de derecho Margaret Brinig estudió los cambios legales que acompañaron las nuevas costumbres a mediados del siglo XX.
Específicamente, Brinig destaca la abolición de los juicios conocidos como acciones de “incumplimiento de promesa”, que podrían iniciarse después de compromisos rotos.
Es decir, las novias podían quedarse con los anillos, incluso los caros, sin casarse.
Esta nueva convención, ha escrito Brinig, podría haber servido como una forma de compensación si la novia hubiera perdido su virginidad después de comprometerse. Si el matrimonio no se lleva a cabo, al menos tendrá algo de valor a lo que aferrarse.
En la segunda mitad del siglo XX las leyes de divorcio de EEUU cambiaron y los tribunales dejaron de determinar quién tenía la culpa cuando las parejas casadas se separaban.
En lo que llegó a conocerse como divorcio sin culpa, ninguno de los cónyuges tenía que probar que el otro lo había engañado o había sido cruel.
Y, como documenta la profesora Rebecca Tushnet, muchos tribunales han aplicado un marco similar de "sin culpa" a los compromisos rotos. Eso significa que no importa quién lo rompió o por qué.
Al abordar esa regla en 1997, tres jueces de un tribunal superior de Pennsylvania se basaron en la historia de Adán y Eva, y hasta en la época romana para determinar que “el regalo del anillo a [la novia] en el momento de su compromiso estaba sujeto a una condición implícita que requiere su devolución si el matrimonio no se llevaba a cabo”.
Y eso fue en un caso en el que un hombre que le había propuesto matrimonio a su novia canceló el compromiso dos veces.
Los tribunales de Iowa, Michigan, Minnesota, Mississippi y otros estados han emitido fallos similares.
Diferentes estados, diferentes regulaciones
Pero la Corte Suprema de Montana sostuvo en 2002 que una exprometida podía quedarse con su anillo después de la ruptura.
Al señalar que las mujeres “a menudo aún asumen la mayor parte de los costos previos a la boda”, el tribunal expresó su preocupación de que tratar los anillos de compromiso como obsequios condicionados al matrimonio podría perpetuar el sesgo de género.
Y un tribunal de Texas dictaminó un año después que alguien que le dio un anillo de compromiso a su prometida y luego canceló la boda no tenía derecho a que se lo devolvieran.
En California, una ley estatal promulgada en 1939 establece que el anillo debe devolverse si el matrimonio se rompe por consentimiento mutuo o la persona que recibió el anillo de compromiso inicia la ruptura.
Independientemente de dónde viva, si está legalmente obligado a devolver un anillo de compromiso y no lo hace, es posible que tenga que pagar daños monetarios. Esto puede generar dificultades financieras cuando los anillos se pierden, son robados o se tiran intencionalmente.
El regalo del anillo puede tener que aparecer en la declaración de impuestos
Si una persona se queda con el anillo después de una ruptura, puede haber consecuencias fiscales si el anillo cuesta más de $17,000, y hay muchas variables y lagunas que pueden reducir las posibilidades de que un ex despechado le deba dinero al Servicio de Impuestos Internos (IRS).
Cualquiera puede hacer obsequios por un valor de hasta $17,000 por año, a partir de 2023, a cualquier otra persona sin incurrir en consecuencias.
Los obsequios que valen más que ese umbral están oficialmente sujetos a un impuesto sobre donaciones y el IRS exige que los contribuyentes informen anualmente la cantidad de esos obsequios.
A partir de 2023, los contribuyentes también pueden dar obsequios por un total de $12,92 millones durante toda su vida, o después de la muerte en sus testamentos, sin pagar impuestos.
Pero los obsequios de $17,000 o más consumirán ese crédito.
Cualquiera que se comprometa puede asegurar un anillo.
Y aunque ningún lector debería ver este artículo como una fuente de asesoramiento legal personal, hay que subrayar que las parejas comprometidas pueden establecer sus propias reglas.
Los tribunales generalmente harán cumplir los acuerdos escritos alcanzados entre dos personas que planean casarse y que estipulan quién recibe el anillo después de una ruptura.
Las parejas pueden redactar o firmar un contrato relacionado con el anillo, especialmente si tiene un gran valor sentimental o monetario.
Claro que estos papeleos son poco compatibles con los periodos de enamoramiento. Además, lo que la gente hace con sus anillos cuando se cancela un compromiso no es solo una cuestión de lo que exige la ley.
Hay pocos pleitos por los anillos de compromiso
Quizás no sea sorprendente que hayamos encontrado relativamente pocos casos en los que alguien haya demandado a un ex por este tema.
Ni siquiera Ben Affleck lo hizo. Si hubiera intentado demandar a JLo en 2004 en un tribunal de California, podría haber ganado. Pero su éxito habría dependido de cómo fue la ruptura.
Además, como habrás escuchado, la pareja regresó en 2021 y se casó en 2022.
Según los medios, el segundo anillo de compromiso que Affleck le dio a López tiene un valor de $5 millones, el doble que el primero.
La cantante se quedará con ese enorme y raro diamante verde para siempre ahora que se hace llamar señora Jennifer Lynne Affleck.
* Naomi Cahn y Julia D. Mahoney son profesoras de Derecho de la Universidad de Virgina
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original aquí.
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