El atacante de Indianapolis pudo comprar dos armas apenas unos meses después de que la policía le hubiese retirado una
Brandon Hole, el atacante que entró disparando a unas instalaciones de FedEx en Indianapolis la noche del jueves y acabó con la vida de ocho personas para después quitarse la propia, consiguió comprar dos rifles semiautomáticos a pesar de que unos meses atrás la policía le había confiscado una escopeta por posibles problemas mentales, informó el sábado el jefe de la Policía Metropolitana de Indianapolis.
La madre de Hole, un joven de apenas 19 años, había dicho a la policía que estaban preocupados por su estado mental, por lo cual le confiscaron una escopeta en marzo de 2020. Sin embargo, según el reporte, apenas cuatro meses después, en julio de 2020, pudo comprar un rifle nuevo, y tres meses después, en septiembre, adquirió un segundo. Ambos fueron empleados en el ataque.
El jefe de la policía, Randal Taylor, explicó que a pesar de las preocupaciones mostradas por la madre, al joven no se le inhabilitó legalmente para comprar otras, por lo que consiguió obtenerlas, a pesar de la ley de bandera roja del estado de Indiana, que prohíbe a una persona poseer un arma de fuego si un juez determina que representa un peligro. La policía dijo no saber por qué el caso de Hole no siguió este protocolo.
Según la ley de bandera roja de Indiana, las autoridades tienen dos semanas después de confiscarle un arma a una persona para llevar el caso ante un juez argumentando que se trata de una persona inestable y por tanto se le debe prohibir tener un arma. No está claro si este procedimiento ocurrió en el caso de Hole, aunque se sabe que la policía nunca le devolvió el arma después de habérsela retirado. Sin embargo, al joven no solo no se le inhabilitó sino que pocos meses después pudo comprar sin problemas dos armas aún más peligrosas.
Esta información se hizo público mientras Indianapolis llora la muerte de ocho personas y vela por el estado de otras que resultaron heridas en el que ha sido al menos el quinto tiroteo masivo en el país en lo que va de año.
Cuatro de las víctimas pertenecían a la comunidad Sikh de Indiana, que tiene entre 8,000 y 10,000 y que no ha escapado de ataques racistas desde que ocurrieron los atentados del 11 de septiembre de 2001. En general, el rango de edad de las víctimas iba desde los 19 hasta los 74 años.
Por el momento, no está claro el motivo que llevó a Brandon Hole a cometer esta masacre. Se sabe que el joven había sido empleado del lugar hasta 2020 y no era un desconocido para la policía. En la pasada primavera su madre había llamado a las autoridades pues pensaba que su hijo podría buscar que la policía le disparase.
La ayuda que necesitaba
La familia de Hole emitió un comunicado este sábado en el que lamentaban lo ocurrido. "Estamos devastados por la pérdida de vidas ocasionada por las acciones de Brandon; a través del amor de su familia intentamos darle la ayuda que necesitaba", dijo el comunicado, citado por la prensa. "Vayan nuestras más sinceras y sentidas disculpas a las víctimas de esta tragedia sin sentido. Sentimos mucho todo el dolor y el daño que sienten sus familias y toda la comunidad de Indianapolis", agrega el documento.
Un amigo de la familia de Hole dijo bajo anonimiato a The Washington Post que él sabía que su familia intentó brindarle ayuda, "pero no pudieron".