Sin dar detalles, México asegura que detuvo a presuntos delincuentes que masacraron a la familia LeBarón
El gobierno de México aseguró este lunes que detuvo a presuntos delincuentes responsables por las familias LeBarón y Langford la semana pasada en una remota área de la sierra entre los estados de Chihuahua y Sonora.
"Hay detenidos, pero no nos corresponde proporcionar información, toda vez que la investigación está ya en manos tanto de la Fiscalía General de Justicia del estado de Sonora, como en manos de la Fiscalía General de la República, a la que le corresponde istrar esta colaboración" en la que participa también el FBI de Estados Unidos, dijo a periodistas el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.
El funcionario declinó responder cuántas personas fueron detenidas o si estaban afiliadas a algún grupo delincuente. "Están totalmente identificados", se limitó a decir el secretario a preguntas de la prensa.
La semana pasada, el Gobierno dijo que una conferencia de prensa que el asesinato de tres mujeres y seis niños de esta comunidad mormona asentada desde hace décadas en Chihuahua fue perpetrado en medio del enfrentamiento territorial entre el grupo criminal La Línea, vinculado al Cártel de Juárez, y la organización Los Salazar, relacionada con el Cártel de Sinaloa.
Esos grupos chocaron en la madrugada del 4 de noviembre, horas antes de la feroz emboscada contra las tres camionetas en las que los LeBarón y los Langford transitaban un camino de terracería que solían tomar habitualmente, dijo Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Según Mendoza, esas camionetas –tipos Chevrolet Tahoe y Suburban– son utilizadas por delincuentes del crimen organizado en la sierra mexicana, por lo que habrían sido confundidos por los integrantes de La Línea que buscaban evitar el ingreso de Los Salazar al que consideran territorio suyo.
La familia, sin embargo, ha rechazado tajantemente esa aseveración, especialmente porque las camionetas no transitaban una detrás de la otra sino que fueron atacadas en puntos distintos, y porque en uno de los casos una madre fue baleada aún cuando salió del vehículo con los brazos en alto para intentar detener la balacera.
“Ellos mataron, robaron, había casquillos pegados a la camioneta yo me pregunto ¿dónde está la confusión?”, dijo en ese momento Adrián LeBarón en una entrevista con un medio local.
La masacre ha puesto en duda la estrategia "abrazos, no balazos" acuñada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y representó otro golpe a los esfuerzos de su gobierno para contener la violencia en México, donde se han registrado 22,059 homicidios dolosos en los primeros nueve meses de este año, de acuerdo con cifras oficiales.
El mes pasado, puso en ridículo al gobierno de López Obrador, pues decidieron dejarlo en libertad en medio de la feroz ofensiva montada por hombres armados para evitar su aprehensión disparando armas de grueso calibre y sembrando el caos a plena luz del día en la ciudad de Culiacán, Sinaloa.
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