La jueza Ruth Bader Ginsburg es hospitalizada tras fracturarse tres costillas en una caída

La magistrada de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg, de 85 años de edad, fue hospitalizada este jueves por la mañana luego de que el miércoles sufrió una caída en su oficina, en la que se fracturó tres costillas.
La corte informó que la jueza fue ingresada al George Washington University Hospital en Washington, tras sentir molestias durante la noche por causa del accidente. Cuando los médicos la evaluaron esta mañana, se percataron de las fracturas.
En su ausencia, la corte se adelantó el jueves con una ceremonia en la sala de audiencias para dar la bienvenida al nuevo juez Brett Kavanaugh, quien se unió a la corte el mes pasado. Se esperaba que asistieran el presidente Donald Trump y el nuevo fiscal general en funciones, Matthew Whitaker.
Ginsburg ya había tenido una lesión similar en 2012, cuando se fracturó dos costillas. También ha padecido otros problemas de salud: tuvo dos episodios previos de cáncer; se le implantó un stent para abrir una arteria bloqueada en 2014; y en 2009 fue hospitalizada después de una mala reacción a la medicina.
Tan pronto se supo de su hospitalización, las redes sociales, en donde la magistrada de 85 años goza de una popularidad casi de estrella del pop, salieron masivamente a ofrecer sus propios órganos para asegurar su estancia, más estrategia que nunca, dentro de la Corte Suprema.
“Dono todas mis costillas y mis órganos a Ruth Bader Ginsburg”, declaró la periodista y analista política Lauren Duca. “Si Ruth Bader Ginsburg necesita uno de mis huesos o de mis órganos internos yo no necesito los míos”, añadió por su parte, Leslie Grossman. Otros sencillamente pidieron oraciones y hasta invocaron los poderes de JK Rowling y sus magos para que la magistrada se recupere y pueda estar de vuelta a su lugar en la Corte.
Nombrada por el presidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg rechazó las sugerencias de algunos liberales en torno a que debía renunciar durante los dos primeros años del segundo mandato del presidente Barack Obama, cuando los demócratas también controlaban el Senado y probablemente hubieran confirmado a su sucesor.
Ginsburg, quien lidera el ala liberal de la corte, ya ha contratado asistentes jurídicos para el período que se extiende hasta 2020, lo que indica que no tiene planes de jubilarse.