Un reporte anterior confirmó que Fernández estaba borracho esa noche y, además, había consumido cocaína, lo que provocó que el cubano operara la embarcación "con sus facultades alteradas, de manera temeraria, a una velocidad extremadamente alta, en la oscuridad de la noche, en un área con peligros de navegación conocidos". Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
La investigación final sobre el accidente que le costó la vida al pelotero José Fernández reveló que era él quien estaba al mando de la embarcación que se estrelló frente a las costas de Miami Beach, Florida, el 25 de septiembre de 2016. Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
El acelerador de los motores de la embarcación. La investigación determinó que la lancha de 32 pies SeaVee viajaba a 65.7 millas por hora, "a toda marcha", cuando se estrelló contra las rocas del rompeolas a la entrada del puerto de Miami. Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
Momento en el que las autoridades remolcaron del lugar del accidente. Las conclusiones se conocen un día después de que un juez del condado de Miami-Dade otorgó una petición para que la herencia de Fernández, valorada entre 2 y 3 millones de dólares, sea istrada de manera conjunta por la madre del lanzador y su novia, quien recientemente dio a luz a una niña. Crédito: Comisión de conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
Pelotas autografias por José fernández, encontradas en la escena. El pelotero, de 24 años, iba acompañado de dos amigos, que también fallecieron. Los jóvenes iban escuchando música a todo volumen y las luces azules interiores de la embarcación iban encendidas, lo que pudo dificultar la visibilidad. En la imagen, objetos recuperados tras el accidente, entre ellos varias pelotas firmadas por la estrella de los Marlins. Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
Un acercamiento a la parte del casco que chocó contra las rocas. La investigación determinó que la lancha de 32 pies SeaVee viajaba a 65.7 millas por hora, "a toda marcha", cuando se estrelló contra las rocas del rompeolas a la entrada del puerto de Miami. Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
Los tres ocupantes murieron en el lugar del accidente a consecuencia de las heridas provocadas por el impacto y ahogamiento. El cuerpo de Fernández apareció incrustado bajo el bote. Las heridas en su rostro coinciden con el daño que sufrió la consola de conductor y el ADN de la sangre conseguida en el volante y la palanca de velocidad. Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.
La conclusión de la investigación puede dar fuerza a una demanda presentada por las familias de los otros fallecidos (Emilio Macías, de 27 años, y Eduardo Rivero, de 25) que piden una indemnización de dos millones de dólares por la muerte de sus familiares. Crédito: Comisión de Conservación de la Vida Salvaje y Pesca de Florida.