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Coronavirus

“Contaba los días”: por qué los médicos no titubean en vacunarse contra el covid-19

Se les ve recibir sus inyecciones sonrientes, pero ellos son testigos de los horrores de esta pandemia causada por un enemigo que conocen demasiado bien y al que temen: el coronavirus. ¿Por qué confían plenamente en la seguridad y eficacia de las vacunas? Aquí lo explican. Sus razones están apoyadas en la ciencia.
19 Dic 2020 – 10:07 AM EST
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La imagen ya se está haciendo habitual. Doctores y enfermeras unidades de cuidados intensivos por donde han visto a pasar a personas de distintas edades y perfiles que -con demasiada frecuencia- sucumben al virus separadas de sus seres queridos. Algunos de esos han sido sus propios colegas, un recordatorio de que en cualquier momento podrían ser ellos.

No, no es un pinchazo trivial: es un logro de la ciencia que celebran y ante el que gustosamente se ponen de primeros en la fila para dar el ejemplo e inspirar confianza en la vacuna que -les consta, porque son conocedores de la materia- es eficaz y segura.

Los trabajadores de salud que se toman fotos al vacunarse y las comparten en redes sociales no estamos alardeando de haber sido los primeros. Estamos diciendo que confiamos en la ciencia. Estamos agradecidos por ese destello de esperanza. Celebramos una victoria dentro de una pandemia en la que sólo hemos visto pérdidas”, tuiteó Alden Landry, médico de emergencia que ejerce en el área de Boston.

“Contaba los días para que esto fuera posible”, cuenta a Univision Noticias Rodrigo Mejia, profesor de pediatría y especialista en cuidados intensivos en el University of Texas MD Anderson Cancer Center, quien recibió su primera dosis esta semana.

Cataloga sus razones para hacerlo como “obvias”: “ La idea de entrar y atender a un paciente con covid-19 me produce mucho más temor que vacunarme”.

“La vacuna puede ser incómoda un par de días, pero que alguien lo contagie a uno esta enfermedad en la que uno no sabe si va se va a ganar la lotería o a terminar en cuidados intensivos, no vale la pena. La vacuna evita, por lo menos, eso”, insiste.

Desde febrero no ve a su familia que vive en Colombia por temor a contagiarlos o contagiarse del temido coronavirus. “Desde que esto empezó en febrero el cambio que hubo para la humanidad fue demasiado drástico y uno no puede seguir viviendo la vida así separados de los seres queridos”.


Como sus colegas, confía plenamente en la seguridad y eficacia de la vacuna contra el covid-19.

La FDA no habría aprobado esto si no hubiera ciencia que soporta el hecho de que esto es algo seguro. El visto bueno de la agencia a estas dos vacunas para mí es lo más importante”, explica en conversación con Univision Noticias.

En un artículo de opinión publicado en CNN, los médicos de emergencia Megan Ranney y Esther Choo, aclaran que “aunque los términos Operación Rayo Veloz o Autorización de Uso de Emergencia hagan referencia a prisa, lo que podría interpretarse en un conflicto de interés con seguridad”, la realidad es que “el desarrollo de estas vacunas no tuvo atajos” y la rapidez de su creación “es el reflejo de una alianza única entre industria, gobierno y académicos, con altos niveles de financiamiento y décadas de investigación previa en las vacunas RNA”.

Ellas tampoco titubearon en vacunarse. “Tomamos nuestra decisión informada basadas en años de experiencia en medicina de emergencia, salud pública y ensayos clínicos”.

Al doctor Mejía, del University of Texas MD Anderson Cancer Center , le conforta saber que “la investigación se hizo con un número muy grande de voluntarios de los cuales entre 90% y 95% adquirió inmunidad contra el virus” y que, “hasta el momento, los efectos secundarios reportados son algo mínimo”.

En su caso, después de la primera dosis no pasaron de un ligero malestar y en dolor de brazo, algo que no lo inhibió de trabajar al día siguiente y estar de guardia a las 48 horas. Asume que posiblemente después de la segunda dosis sean un poco mayores.

" Han pasado ya tres días desde que me puse la primera dosis y cada vez me siento mejor", dijo a Univision el doctor Juan Rivera, señalando que durante las primeras horas tuvo efectos secundarios leves como escalofríos y cansancio muscular.


“Somos las primeras en itir que habrá efectos secundarios menores y temporales como un recargo de fiebre, dolor muscular o fatiga, especialmente después de la segunda dosis. Estos efectos no son ni peligrosos ni duraderos. Incluso la peor de las reacciones -reacciones alérgicas anafilácticas- son tratables y muy muy raras. Como médicos de emergencia estamos mucho menos preocupadas por los efectos de la vacuna que de enfermar de covid-19”, dicen Ranney y Choo en su artículo de opinión a favor de la vacunación.

Desestiman por completo esos alegatos que circulan en las redes de daños ocasionados por la vacunan que afloran a largo plazo. “Simplemente no están basados en realidad científica”, recalcan.

"La otra opción es terminar como mis pacientes en cuidados intensivos"

“Aquí lo importante es el balance entre el beneficio que puede otorgar la vacuna contra el riesgo de estar jugando a la ruleta rusa de no saber si el virus va a ocasionar una enfermedad tan severa que deje secuelas o incluso lleve a la muerte. Ahí es donde tenemos que hacer la evaluación se hace en ese contexto de cuántas vidas se van a salvar”, insiste a Univision Noticias la codirectora del Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad de Baylor, María Elena Bottazzi.

Y ¿acaso no temen los médicos que se trate de una nueva tecnología de vacunas, distinta a la tradicional? “No hemos empezado de cero, ni es la primera vez que estas tecnologías están siendo usadas en cuerpos humanos. Aunque no hayan sido aprobadas antes, hay mucha evidencia”, dice Bottazzi.

" Esta vacuna es la luz al final del túnel. Si queremos vencer esta pandemia, necesitamos controlar el virus a través de la vacuna", recalcó el doctor Juan Rivera, enfatizando que entre más personas logren la inmunidad, más fácil será regresar a la normalidad.

Para médicos como ellos, recibir la vacuna es un privilegio, sobre todo cuando recuerdan a los pacientes que han perdido. “Fue agridulce. Hubo una combinación de rabia y una profunda tristeza por las vidas perdidas que hubiéramos podido salvar y vacunarlos, así como yo pude ponerme la vacuna”, tuiteó Peter Hotez, experto en vacunas de la Escuela de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine, en Houston.


Muchos, como Mejía, simplemente ven la vacuna como la única salida. “La otra opción es seguir a la expectativa de que cualquier persona puede contagiarlo a uno y terminar uno siendo el paciente en la UCI y para mí esa no era una opción”.

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