Cómo una protesta de camioneros terminó en la declaración del estado de emergencia en la capital de Canadá
La capital de Canadá, Ottawa, lleva una semana en una situación invivible para sus habitantes, sobre todo los del centro: centenares de camiones y de personas bloquean el discurrir de la ciudad y aturden a los vecinos con sus bocinas constantes para protestar contra las medidas sanitarias del covid-19.
Este lunes las autoridades de Ottawa se vieron obligadas ya a declarar el estado de emergencia ante unos manifestantes cada vez más numerosos y desafiantes: aseguran que no cesarán en su acción hasta que no se retiren todas las medidas covid-19.
El alcalde de la capital canadiense, Jim Watson, señaló en un comunicado que la situación provocada por las protestas ha causado "la emergencia más grave" que la ciudad ha experimentado en su historia.
La declaración de emergencia permitirá a la Policía de Ottawa obtener material y equipos más rápidamente, añadió Watson. Sin embargo, también ha solicitado agentes de refuerzo a la Policía Montada de Canadá y fuerzas de otras municipalidades cercanas.
El primer ministro Justin Trudeau descarta por el momento que sea necesario el despliegue del Ejército, pero es una idea que flota en sectores de la opinión pública.
¿Cómo empezó esta crisis? Los camioneros y la vacuna
El origen de este conflicto está en una medida que entró en vigor el 15 de enero para los camioneros transfonterizos entre Canadá y EEUU: todos deben estar vacunados obligatoriamente.
Según la Alianza Canadiense de Camiones, más del 85% de los que cruzan a EEUU están inmunizados, pero el porcentaje que no lo está inició una movilización que se ha hecho mucho más grande en poco tiempo.
Con el poder físico y mediático que tiene plantar vehículos de alto tonelaje en el centro de una capital, los camioneros lograron enseguida la atención y es más: su protesta caló en otros sectores de la sociedad descontentos con las medidas del covid-19.
Antivacunas, antimedidas y otros grupos radicales secundan la protesta
A la manifestación de los camioneros se han sumado los antivacunas, los contrarios a medidas sanitarias como el pasaporte covid para entrar en algunos lugares y otros grupos radicales que aseguran que no pararán hasta que el gobierno no anule todas las políticas para luchar contra la pandemia, algo que no es plausible.
La situación más grave está en Ottawa: un grupo de más de 200 camiones y centenares de personas mantienen la protesta, bloqueando algunas de las calles que rodean el Parlamento y causando problemas a los habitantes de la ciudad.
Una de las tácticas utilizadas por los manifestantes es hacer sonar las bocinas de los camiones día y noche, lo que está causando graves molestias a los residentes.
Ante las críticas por su falta de acción desde el inicio de la protesta, la Policía de Ottawa empezó en las últimas horas a multar y arrestar a manifestantes que violan las ordenanzas municipales.
La protesta se extiende a otras ciudades: Toronto, Quebec
El malestar y la protestas llegan estos días a otras ciudades de Canadá como Toronto, Quebec o Winnipeg, donde este fin de semana también hubo manifestaciones aunque de menor escala que la de Otawa.
El poder de intimidación del movimiento antimedidas covid-19 es notorio: el gobierno de Quebec ha decidido no seguir adelante con un proyecto de ley para que los no vacunados pagaran un impuesto por los gastos médicos que generan. El argumento del primer ministro de Quebec François Legault es que necesita "preservar la paz social".
Brindar a apoyo logístico a los manifestantes puede ser motivo de arresto
La policía de Ottawa anunció por su parte su intención de impedir el abastecimiento a los manifestantes, en particular de combustible. “Cualquiera que intente brindar apoyo material (combustible, etc.) a los manifestantes corre el riesgo de ser arrestado. Esta medida ya está vigente ”, advirtió el domingo en una publicación de Twitter.
El jefe de Policía de Ottawa. Peter Sloly, lamentó no tener medios suficientes para terminar con lo que calificó de "estado de sitio" y pidió "recursos suplementarios".
Se han impuesto 450 multas desde el sábado por la mañana, por ruido excesivo o uso de fuegos artificiales, informaron voceros policiales de Ottawa, y se señaló que manifestantes se involucraron en actos perturbadores o ilegales que presentaban riesgo para la seguridad pública o aumentaban la "angustia de la gente".
También se abrieron un centenar de investigaciones por delitos relacionados a la manifestación.
Los residentes de Ottawa, desesperados por el caos, iniciaron una demanda colectiva por unos 10 millones de dólares canadienses (unos 7,8 millones de dólares) contra los organizadores.
